Craig era demasiado tímido como para admitir que estaba esperando a Tweek, el rubio lo notó. El pelinegro fingió ver su celular hasta que el otro terminó de empacar su mochila. Salieron juntos del salón, Tweek sabía que Craig estaba nervioso - Dios, en serio, no tenía iniciativa... - y dijo:
- ¿Qué te pareció el ensmable? ¿Te gustó el lugar?
Fa, -Los ojos de Craig se iluminaron - Fue buenísimo. Nunca había tocado con alguien más, además de mi padre.
¿Padre? Que forma tan formal de referirse a el. - Ah, que bueno que te haya gustado.
- Me encantó.
- Que bueno que te haya encantado.
- ...
- Así que... ¿Tocás con tu papá? ¿El te enseñó o algo?
Craig agachó un poco la cabeza y el brillo de sus ojos se desvaneció - Sí. Le gusta el violín, posta.
- ¿El te obligó a empezar?
-... Un toque...
Notó que Craig se avergonzaba o distanciaba, era difícil saberlo, era algo inexpresivo.
- Tranqui, a mi mis viejos también me obligan. Dicen que es para tratar el estrés, jaja.
- ¿Y funciona?
- Masomenos.
Ya habían llegado a la casa de Tweek, se despidieron con un gesto y el pelinegro llegó hasta su casa.