Amores y Sabores

cole

Al salir de la ducha, agarré la toalla que estaba colgada en el estante. Envolviéndolo con fuerza alrededor de mi cintura, me acerqué al espejo cubierto de niebla. Limpiando la condensación, me miré bien en el espejo, asegurándome de haber limpiado bien toda la harina que tenía encima.

De todas las veces que pudimos habernos topado, tuvo que ser cuando ambos estábamos cubiertos de harina. Después de que Kai se fue, mis abuelos me enviaron arriba para cuidarme y limpiar cualquier desastre que hubiera arrastrado adentro. Dijeron que podría bajar una vez que pudiera lavarme todo y por lo que parece no veo nada más que cabello mojado.

Bueno, la tienda no cierra hasta dentro de una o dos horas, así que mejor me seco y me pongo ropa nueva. Necesitarán toda la ayuda que puedan conseguir para cerrar, además Arin y Sora tienen un concierto para el que deben levantarse temprano. Solo estaremos yo, Grammy y Pop Pop trabajando en la panadería. Aunque sea fin de semana, estaremos bastante ocupados para nosotros. A algunas personas les gusta venir a desayunar y tomar café.

Ni siquiera vendemos café, sólo hacemos pasteles. Pero pueden compensarlo en la cafetería/té que está al otro lado de la calle. Claro, venden productos horneados, pero no son tan buenos como los de mis abuelos. Salí del baño con la toalla todavía envuelta alrededor de mi cintura, mientras me dirigía a mi habitación. Asegurándome de que esté apretado antes de soltar la toalla y estoy todo bien. Abrí mi armario y rápidamente saqué algo de ropa que podía ponerme. Una camisa negra, algo de ropa interior, pantalones grises y creo que mis zapatos están bien para usar. Estaría simplemente limpiando el lugar.

Entonces algo me golpeó. ¡Oh, mierda! ¡No llevé ninguno de los suministros adentro! ¡Necesito encargarme de eso! Rápidamente me puse la ropa que había tirado del armario y salí de mi habitación. Dejé caer la toalla a mitad del pasillo y seguí caminando mientras llegaba a las escaleras, descendiendo a un ritmo rápido. Jadeé sin aliento mientras llegaba a la cocina.

Mirando hacia arriba, recuperando el aliento, puse mi mano sobre el mostrador y miré hacia arriba para encontrar a Grammy sola en la cocina. Sentí mi pecho agitarse cuando pude caminar hacia ella mientras ella decoraba algunos de los cupcakes.

“Hola, abuela. ¿Dónde están Arin y Pop Pop?

Tarareó mientras dejaba de bombear el glaseado y pasaba al siguiente pastelito: “Afuera. Le conté a tu abuelo lo que pasó y le pidió a Arin que lo ayudara a llevar todos los suministros mientras tú limpiabas”.

"Oh esta bien. Si no se me hubiera caído esa bolsa de harina, esto no habría pasado”.

“Cole, no teníamos forma de saber que esto podría suceder. Lo importante es que estés bien. La próxima vez le diré al repartidor que conduzca por el callejón para que te resulte más fácil llevar las cosas atrás”. Dio unas palmaditas en el pecho con el dorso de la mano antes de retirarla rápidamente.

Me alegra saber que no está enojada conmigo. “Está bien…” obedecí mientras daba la vuelta para pararme a su lado. "¿Quieres un poco de ayuda?"

Ella negó con la cabeza, "No, gracias, pero creo que a Pop Pop y a Arin les vendría bien un poco de ayuda en la parte de atrás". Sin apartar sus ojos del pastelito, retrocedí y me dirigí al frente de la tienda.

Sora estaba escogiendo algunos croissants del expositor con las pinzas plateadas cuando pasé por el mostrador y salí. Al mirar los suministros que estaban envueltos en cuerdas elásticas, llegaron a la mitad. Arin regresó corriendo y agarró un par de los últimos cartones de huevos.

“¡Oye, no puedo hablar ahora! ¡Coge una caja o bolsa y ven atrás! Arin divagaba mientras corría hacia el callejón. Pop Pop debe haber estado trabajando con él hasta los huesos mientras yo estaba en la ducha. Sólo estuve allí veinte minutos y metieron muchas cosas. Agarré una bolsa de harina y la puse encima de una caja, la recogí y la llevé con cuidado a la parte de atrás donde Pop Pop mantenía la puerta abierta. Arin salió corriendo de allí para coger más.