››. 𝑳𝒂𝒔𝒕 𝑴𝒆𝒂𝒕𝒊𝒏𝒈

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Desde ese día, los encuentros se hicieron más seguidos

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Desde ese día, los encuentros se hicieron más seguidos. Ahora en la casa de Hyde. 

La casa no era la gran cosa, estaba en la zona baja de Londres. Había una señora que cuidaba pero se iba apenas ellos llegaban. No había nadie que los molestara… Bueno si lo había y ese era el propio Henry. 

— No podemos seguir haciendo esto, está mal — Henry está parado frente al espejo, argüir con su propio reflejo estaba dando mucho de qué hablar con la servidumbre que pasaba por su laboratorio.

Su reflejo, que no era la misma persona si no alguien diferente, lo miraba con indiferencia. No le importaba mucho la opinión del otro.

— No le veo lo malo — Le contesto, y es la otra cara de la moneda… Hyde no veía lo malo en tener la relación que ambos siempre quisieron con _____________. Era lo que ambos deseaban. 

— Lo estamos engañando… No es justo.

Henry estaba enojado y frustrado, golpeó el espejo haciendo que se le formará una pequeña fisura. Porque la situación no era justa para el doctor Jekyll, que siempre quedaba excluido de los bochornos encuentros entre su alter ego y su pequeño amante. Jekyll solo los podía sentir como si fueran un suelo húmedo, sin poder realmente sentir la piel del otro y escuchar en el odio los gemidos que el otro soltaba. 

— No veo tu punto… Aunque se que estás celoso.

— No podría estar celoso de tí — Escupió, mientras se daba la vuelta para ignorar el reflejo, sabiendo que no tenía argumento para contradecir lo que Hyde había dicho.

— Pero en cambio, lo estás. Y te mueres de los celos… Te están consumiendo.

Y ya no dijo nada más. El reflejo se volvió un poco más borroso, como si él no se pudiera reconocer en el mismo espejo del laboratorio. Pero hace tiempo que no lo hacía, mucho antes de convertirse en lo que es ahora.

Jekyll le atormentaba la propia idea de estar celoso de sí mismo, de una parte que repudia y trato de reprimir por tanto tiempo. ¿Qué tanto somos nosotros? Es cierto que nosotros nos dividimos entre nuestro carácter y el temperamento, siendo el segundo el más irracional y la reacción más honesta que tenemos.

Jekyll quiere pensar que él es quien tiene el carácter, es el racional entre el sí su alter ego. Y que Hyde, es el temperamento que es lo más desagradable que él tiene. El que arrebató la vida de su esposa hace tanto tiempo que ya ni siquiera puede recordar su rostro. 

Henry tenía que hacer algo. Necesitaba recuperar lo que había perdido ante su otro yo, pero la verdadera pregunta era ¿Cómo lo hacía? 

Se notaba que el joven Carew estaba encantado con Hyde y sería difícil hacer lo contrario. Pensó que, tal vez a la falta de su propia presencia, el chico se refugiaba en los primero que le daba una mano amorosa.

𝑪𝒉𝒐𝒌𝒆 || Dr. Jekyll & Mr.Hyde x M!ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora