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El Son corría lo más rápido posible a su hogar, luego de leer el mensaje de, Aether, realmente no le puede estar pensado esto ahora mismo.

Había un maraton de personas corriendo, mientras muchos corrían para llegar a la meta lo más rápido posible.

"¡Vemos que el número 34 va a ganar!"

Narraba la persona con emoción en sus palabras viendo como aquel joven iba a ganar la carrera, pero alguien pasó a su lado superándose fácilmente ganando la carrera, pero siguió de largo.

Todos estaba completamente sin hablas, ¿Esto estaba permitido? Simplemente corrió con más fuerza superándolo y seguir de largo.

El peli-puntas corría con más fuerza para para ver como un pitbull lo perseguia.

Su sangre ardía, la adrenalina subía por todo su cuerpo, un perro lo estaba siguiendo.

"¿Por qué siempre me pasan las desgracia?"

Pensaba este para subirse por un tubo y correr por las escaleras para deslizarse por el suelo cayendo en al suelo dando un giro y correr.

Minutos después.

Este llegó a su casa en el suelo jadeando del cansacion, había sobrepasado su propio cuerpo mientras sudaba como animal.

- Yo...necesito agua. ‐ este jadeaba en el suelo mientras su cuerpo estaba completamente empapado de sudor, se había quitado su parte superior para no sentir el calor, pero aún así, estaba bañado en sudor, pero había llegado a su casa en menos de 20 minutos, un nuevo récord para este.

Este a duras penas caminaba, el dolor que sentía en sus piernas había estirado varios tendones ya no teniendo muchos movimientos.

Al llegar a la puerta comenzó a girar la perilla para abrirla con fuerza notando lo que era verdad.

Noto varias maletas algo que su temor lo confirmó más de lo pensó, pero había una pila de maletas.

"¡Aether!"

Grito el azabache pero sus piernas ya no le ayudaba para sentarse en el sofá jadeando se cansacion, pero una mano le extendió un vaso de agua que este sin duda comenzó a tomarlo.

- Gracias, Noelle - agradeció este pero noto más mujeres en la casa.

- ¿Amber? ¿Noelle? ¿Hu tao? - este noto a unas de las cuantas parejas de Aether algo que lo alarmó más.

- Oh, hola, Goku, ¿Pensé que estabas en el trabajo? - el joven rubio salió de una habitación con su maleta en mano y una mochila.

- ¿Enserió te vas? - de forma dramática el pelinegro se acercó a su amigos que lo vio con cara chibi.

"Si"

- No me dejes, Aether, no podré vivir sin ti -este con sumo dolor en su pecho, Aether lo seguía viendo con cara cómica.

- No, a ver Goku. Tu ganas más que yo, puedes vivir sin nosotros, literalmente tu vas a comprar esta casa para los tres. - Este encaro al azabache que se quedó callado para reír.

"Jajajajaja, si es cierto"

Sus risas hicieron que las femeninas se dieran un golpe en su frente por tan despistado y que era el Son.

Pero a goku le llego un tic en su cabeza al recordar cierta rubia que era hermana de su amigo.

- ¿Y Lumine, no te la llevaras? - este pregunto a su amigo, tenía la baja esperanza que su mejor amigo se lleve a su hermana, tendiendo algo de luz de fondo.

Mis SuperioresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora