Mis Superiores

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La atmósfera era serena y calmada entre ambos jóvenes, las risas de la bella pelíazul resonaba en la sala del edificio, reía a carcajadas por las anécdotas del azabache, realmente le era muy agradable pasar tiempo con este, no había dicho en el que había reído tanto.

- Ya, Son-kun, me matas de la risa - esta rápidamente puso sus manos sobre su estómago para dejar de reír, el son supo como hacer que ella riera felizmente.

- Bueno, pues así paso, muchos se matan de la risa por lo que pasó - hablo este con un tono más divertido mientras la bella pelíazul no supo como más reaccionar, ahora entendía shenhe del porqué le había agradado el pelinegro.

Era diverido, carismático, amable, cariñoso, con un toque inocente que le daba ternura, debía admitir que shenhe se llevó el premio gordo.

- Y dime, Ganyu-san, ¿Qué te gusta hacer en tus tiempos libres? - preguntó el peli-puntas mientras comía una barra de chocolate que tenía en su mochila.

- Yo...nada, simplemente cuando trabajo no tomo mi descanso, me gusta trabajar dejando ver que me dedico 100% a mi trabajo - hablo esta mientras si vista se poso en la barra de chocolate mientras su estómago rugia por la comida.

- Muy mal, Ganyu-san, también debes descansar, es muy importante para la salud ya que si no, tendrás mucho sueño y no podrás comer como es debido - hablo este con preocupación y a la vez regañando a la peliazul que agacho la cabeza hacia abajo pero noto como el saiyajin saco varias galletas y dos jugos.

Este sonrió para comenzar a comer invitándole a ganyu que se sentó de forma tímida comiendo algunas galletas que esta la alegraron por el delicioso sabor que poseía la galleta.

Esta contaba anécdotas de su vida dando unas leves carcajadas el Son viendo a la bella peliazul que sonreía de forma amable.

Ambos compartían risa, mientras, comían sus dulces, el tiempo para ellos era lento mientras la tormenta seguía su curso normalmente, ambos jugaban con sus manos.

Ganyu ayudó al Son con sus papeleos terminando de una forma rápida sin tantos revuelos, algo que este agradeció con un abrazo, procovandole un sonrojo a la peliazul.

- Bien, sigamos jugando - sonrió de forma alegre este mientras subio a ganyu a una silla con ruedas y deslizarse riéndo los dos realmente ella por fin se divertía y no era solo trabajo.

Luego de unas horas, ambos estaban viendo la ventana como poco a poco la tormenta se iba yendo y la lluvia se iba apagando.

- Realmente me divertí - hablo felizmente ganyu viendo al azabache que este sonrió de forma amable - Eres un buen hombre, ahora entiendo porque Shenhe te quiere mucho - sonrió de forma gentil mientras de forma inconsciente se acercó al peli-puntas estando ambos cerca.

El Son simplemente se sonrojo, podía ver la belleza de la peliazul, no sabia porque, pero le hacía sentir bastante bien.