the way i loved you; percy jackson serie

veinticinco: ¡pon los pies en la tierra!

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CAPÍTULO VEINTICINCO: ¡PON LOS PIES EN LA TIERRA!

── ¡YO ENTRARE PRIMERO!

── ¡tienes más entradas, Maliah!

── ¡tú tienes más! ¡muévete! ── dijo con fastidio antes de darle un empujón, provocando que se tambaleara.

Grover lo sostuvo dándole una sonrisa que parecía más una mueca, se reincorporó y abrió la puerta de cristal con molestia, dándole una mala mirada a la rubia, quien estaba de espaldas observando el lugar.

Fue tonto asumir que las cosas serían diferentes entre ambos, Maliah era tan cambiante que solo lograba confundirlo. Era irónico, había llorado por él horas atrás y ahora volvía a tener el mismo malhumor,  indiferencia y odio que había tenido desde el inicio.

Dar un paso hacia adelante con Maliah parecía ser bueno, pero nada duraba, de una u otra forma, luego volvían a dar tres pasos hacia atrás.

Era frustrante y empezaba a molestarle.

¿cuál era su problema?

── Eres una grosera ¿sabes? ── reprochó con molestia entrando al lugar, escuchando el bufido de Grover y Annabeth a sus espaldas.

No era el único que estaba cansado de la misma situación al parecer.

La ojiverde ni siquiera se dignó a girarse y rodó los ojos ante su actitud.

Era tan molesta.

Maliah iba a volverlo loco.

── Este lugar es grande ¿dónde creen que podría estar Hermes? ── pregunto la rubia, dándose la vuelta y se cruzó de brazos, mirando a los tres.

── Podría estar en cualquier lado. ── contestó Grover y ella asintió haciendo una mueca.

Observó el lugar con atención, Maliah tenía razón, era grande, encontrar a Hermes no sería fácil, mucho menos entre tantas personas. Aquel lugar parecía ser emocionante a decir verdad.

── ¿estaría mal si nos divertimos un rato? ── preguntó, ganándose una mirada incrédula de los tres.

── Hay que buscar a Hermes. ── respondió Annabeth negando. ── Haremos que nos arregle un transporte a Los Ángeles y un plan al inframundo, debemos irnos rápido, no hay tiempo para tonterías.

── Era broma

── Contigo nunca se sabe si es broma o no, dices estupideces siempre, hay que asegurarse dado que eres medio idiota. ── dijo la ojiverde y la observó ofendido

── ¿ahora soy un idiota?

── Siempre fuiste un idiota.

── No decías eso cuando estabas llorando por mi.