Fluffy pillow

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La tarde acababa de dar paso a la noche cuando Charlie terminó de organizar sus papeles para la primera actividad de la semana en el hotel.

Bueno, esto ya está. Han sido sólo seis horitas, pero al fin está todo organizado—musitó la hija de Lucifer antes de bostezar y estirarse, crujiendo los huesos de su cuerpo.

Miró a su alrededor, descubriendo que no quedaba nadie en la sala. Asumió que ya se habrían ido al comedor para cenar, por lo que se puso en pie para unirse a ellos. Sin embargo, debido a que se había levantado muy rápido y las horas de trabajo sin descanso, tuvo un vahído, lo que la obligó a sentarse de nuevo hasta que se le pasó.

La Morningstar se dio cuenta del cansancio que comenzaba a invadir su cuerpo, y pensó en ir un rato al sofá para descansar, por lo que se puso en pie de nuevo y se dirigió al área que actuaba de sala de estar.

Al posicionarse al lado del sofá, vio a Angel, que dormitaba en el sofá. Charlie se sorprendió, puesto que no lo había oído llegar. Aún así, esbozó una pequeña sonrisa y fue a un pequeño armarito, de donde cogió una manta rojiza que enseguida usó para cubrir a su amigo y evitar que cogiera frío.

Después, se dirigió a un sillón, donde se sentó. La chica notó un pinchazo en la cabeza, por lo que se llevó una mano a la frente y cerró los ojos.

¿Todo bien en esa cabecita?—la voz de Angel la hizo sobresaltarse, por lo que abrió los ojos de golpe y gritó—. Te ves cansada.

Angel sonrió, se colocó bien la manta sobre los hombros y ladeó la cabeza mientras Charlie se frotaba los ojos y bostezaba de nuevo.

¿Tienes sueño? Deberías irte ya a dormir.

—No tengo sueño—musitó la rubia, con un tono infantil.

Ven aquí—el de apariencia arácnida la tomó de la mano, haciendo que se levantara, para después hacer que se sentara a su lado en el sofá—. Tienes los ojos rojos. En serio, duerme un poco, chica. Puedes usar mi pecho y todo como si fuera una almohada.

Charlie miró a Angel con el ceño fruncido, por lo que el chico rió antes de decir:

No me mires así, que sólo lo decía en...—el chico quedó con la palabra en la boca cuando la hija de Lucifer se dejó caer sobre su pecho, acomodándose mientras cerraba los ojos—. Ah.

Angel miró a Charlie antes de suspirar, tumbarse en el sofá—con la chica tumbada sobre él—y cubrirlos a ambos con la manta rojiza que anteriormente estaba sobre sus hombros. El actor porno cerró los ojos y se dispuso a dormitar de nuevo mientras, inconscientemente, se abrazaba a la Morningstar.

. . .

Vaggie entró en la sala de estar, buscando a su novia para ir juntas a dormir.

¿Charlie?—la llamó la de cabellos blanquecinos.

Psst, Vaggie—la mencionada se sorprendió al escuchar que Angel la llamaba, por lo que se dirigió a donde el chico estaba.

Grande fue su sorpresa al ver a su novia, acurrucada en el pecho del de apariencia arácnida. Los hombros de Charlie estaban cubiertos con la manta, que no se resbalaba debido a los brazos de Angel, que rodeaban el cuerpo de su amiga.

Estaba bastante cansada—susurró el chico mientras Vaggie se acercaba a él.

Me la llevaré a su cuarto—respondió la chica mientras tomaba a su novia en brazos. Debido a esta acción, la manta cayó al suelo—. Espero que no te haya molestado, Angel.

—Al contrario:estaba tan cansada que ha dormido como un bebé y no ha causado follón—Angel rió levemente mientras se levantaba y pasaba una mano por el cabello de Charlie—. Estoy seguro de que dormirá hasta mañana:le hace falta.

Vaggie sonrió antes de aupar mejor a Charlie entre sus brazos y susurrar:

Eso espero. Bueno, buenas noches—acto seguido, la chica abandonó la sala, con su novia en brazos.

Angel agitó la mano a modo de despedida antes de doblar la manta, dejarla sobre el sofá con cuidado y dirigirse a su dormitorio.

685 palabras

Charlie's Angel [Charlie & Angel Dust]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora