LOML | Yumark / <3

Capítulo 4

Cerré la puerta de casa suavemente, viendo a los chicos asomarse por la ventana. Agite me mano en señal de despido.

Empezaba a tener un leve ansiedad sobre la situación. Mis manos sudaban y estaba inquieto. No quería estar ahí y de esa manera.

Caminamos hasta el parque que quedaba en frente de casa, como de una cuadra de largo. Yuta nos compro helado, a mi de vainilla (mi favorito) y el de chocolate. Simple.

Nos sentamos en una banca que con ambos se lleno, rozando nuestros brazos.

-Markie, ¿sucede algo? Dime la verdad, porfavor- Yuta tomó mi mano y me miró a los ojos.

¿Se podía ser tan cruel?

Actuando como si fuéramos una pareja normal y estaríamos por arreglar un problema con una conversación completamente sana, como si no estuviera interesado en otro chico y me estuviera utilizando.

No podía creerlo de Yuta, pero mis ojos solo lo veían con amor.

Lo mire difícilmente manteniendo mi cara de poker. Quería acariciar su rostro y fingir que estaba bien pero, había llegado el momento de decírselo.

-Yuta... ¿saliste con Sicheng ayer?- Baje la mirada a su mano entrelazada a la mía. Su piel era blanca y bonita, todo en el lo era.

-Hmm, si, con Sicheng y Ten. ¿Tiene que ver con eso?- Yuta me observo curioso por mi respuesta.

Me quede pensando en si debería de hacerlo. Yo todavía podía aguantarlo, podía seguir fingiendo que era mutuo y que nos amábamos mucho, una bonita pareja. Podía ahorrarme noches llorando, días en duda y semanas de extrañarlo mintiendole de nuevo, pero yo quería alguien que me amara en serio.

-Aún... ¿aún te gusta Sicheng?-

Yuta se quedó en silencio.

Soltó mi mano y desvío su mirada. Observaba la gente pasar por el parque. Así estuvo durante un buen tiempo en silencio. Mi corazón dolía, quería llorar.

Él era tan obvio. Incluso cuando nunca me lo dijo, el hecho de que estuviera enamorado de Sicheng siempre lo había sabido. No sabía disimular. 

-¿A que viene esa pregunta, Makku? Tu eres mi novio- Yuta suspiro y me observo conteniendo las lágrimas. No podía detenerme.

-No soy... no soy tonto Yuta. Sigues viéndolo con los mismos ojos, desde hace años- Las primeras lágrimas cayeron de mis ojos pero me mantenía en silencio.

Nunca quito sus ojos de mi, solo estaba allí, en silencio, tal vez pensando que hacer o decir.

No había llorado frente a él, me sentía un poco tonto. Lo había pensando mucho.

-¿Que quieres hacer, Mark?- Yuta miraba al suelo, a mi, no sabiendo donde posar sus ojos. -Haré lo que tu quieras hacer-

Alce mi mirada para encontrarme con la suya, estando temblando y con el corazón doliendo como nunca.

Yuta se había rendido, no había negado nada.

Deje caer mi cabez entre mis manos. Mis lágrimas humedecían el lugar donde caían en mi pantalón. Que patético seguro me veía para él.

-T-terminemos, Yuta- Cerré mis ojos con fuerza, pidiendo porfavor poder irme rápido y llorar todo lo guardado en mi habitación.

Se quedó en silencio.

-Esta bien- Lo escuché suspirar. Sacó las manos de su bolsillo, tomó mi rostro que estaba rojo por haber llorado y me miró a los ojos. -Lo siento, Makku- Beso mis ojos y dejo caer sus manos.