Prosperidad

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Con la llegada de los cuervos las cosas se volvieron mil veces más sencillas. Tanto Philza como Missa no pasaban hambre y podían comer hasta saciarse. Missa pudo probar lo que era comer carne, vegetales, frutos y postres por montón, no estaba más decir que fue lo mejor que le ha pasado. Las pequeñas aves se encariñaron con rapidez de Missa, incluso se dejaban acariciar y se posaban en su cabeza y hombros la mayor parte del día. Y el cariño era recíproco, el pelinegro estaba encantado con los polluelos, dándoles bastante amor y atención.

Gracias a las frutas y vegetales que tenían, Phil pudo crear un fertilizante muy básico, pero funcional. Esparció su fertilizante por el terreno arado, ahora solo era necesario esperar un poco. Debido a que aun les faltaba agua, decidió poner en marcha su plan. Tomando sus herramientas se dirigió al seco lago cercano a la casa. Con ayuda de los cuervos y sus habilidades sensoriales encontró la zona perfecta donde debía cavar; esas aves tenían habilidades ciertamente interesantes. Se paso varias horas picando la zona y escarbando la seca tierra, bajando unos cuantos metros hasta que consiguió lo que tanto quería: agua. Cavando alrededor hizo un pequeño estanque de agua natural que parecía ser infinita. Para poder rellenar el lago necesitaba hacer un agujero muchísimo más grande y dejar que el agua bajó tierra pudiera expandirse y brotar en mayores cantidades; por el momento era suficiente. Decorando un poco su estanque y comprobando que el agua fuese consumible, Phil pudo regar sus tierras, olfateando el agradable aroma de tierra humeda que tanto extrañaba. Esperaba que en algún momento lloviese y todo fuese más sencillo. ¿A qué se debían esas sequías? Eran un poco preocupantes... ¿Los Dioses habían abandonado a la humanidad?

Missa, después de muchísimo tiempo, pudo quedarse en casa, descansando y viendo a Phil trabajar sin tener que preocuparse por salir a toda prisa para conseguir alimento. Si bien se sentía inquieto por romper su rutina, estaba muy tranquilo en casa jugando con los cuervos, le gustaba ese sentimiento de paz y comodidad.

Dadza, ¿Te duelen mucho tus alas? – Pregunto uno de los cuervos que descansaban encima de Philza. –

Se ven muy lastimadas... – Comento otro de los cuervos. Habían tres, uno en la cabeza y los otros dos en sus hombros. –

¡Debemos conseguir medicina! ¡Y vendas! – Extendiendo sus alas, el último cuervo grazno. –

Tranquilos, estoy bien, ya se están curando. Quizás en una semana más pueda usarlas con normalidad. Gracias a Missa ya no duelen tanto. – Una leve sonrisa involuntaria se dibujo en los labios de Phil después de comentar aquello. –

¿Te gusta Missa?

¡Ohhhhh! ¡A Dazda le gusta Missa!

Jijiji, Dazda es como un adolescente. Dadza adolescente~

Los tres cuervos hicieron burla ante la actitud de su dueño. Era divertido molestarlo de vez en cuando. Phil solo suspiro, oscureciendo un poco su mirada y apretando la comisura de sus labios con una sonrisa forzada.

Dejen el tema o los encerrare en jaulas. Vayan adentro, voy a terminar esto y me daré un baño antes de ir a preparar la cena.

Antes de comerse el castigo, las aves emprendieron el vuelo al interior del hogar. Cuando Phil estuvo solo, se quedó pensando en aquello, al final habían conseguido hacerlo cuestionarse algunas cosas. ¿Gustarle...? Hace mucho que no tenía ese tipo de sentimientos, creía que los perdió después de todo lo sucedido, y su amor era solo su esposa. ¿Qué era Missa para él? ¿Un compañero? ¿Un amigo? Se sentía cómodo a su lado, y le gustaba hacerlo feliz. ¿Eso significaba algo? Quizás solo se estaba precipitado, apenas llevaban un mes de conocerse. Aun con todo eso, agradecía haberlo conocido y haber pasado todo ese tiempo a su lado, gracias a él pudo tener la compañía que tanto deseaba, incluso sus pesadillas desaparecieron, no podía pedir más en ese momento.

Acabando con todo lo que tenía que hacer, Phil entró a la casa. Missa estaba recostado en la cama, durmiendo con todos los cuervos encima suyo, cubriéndolo como si fuesen una cálida manta de plumas negras. Ver esa imagen le sacó una risita silenciosa; le alegraba saber que su compañero se llevaba bien con sus cuervos y al mismo tiempo que ellos se sintieran cómodos con él, eran animales un tanto recelosos cuando alguien se acercaba y que Missa se haya ganado su favor era impresionante. Dejándolos descansar, Phil se dispuso a preparar la cena. Debido a que no tenían ollas, sartenes y objetos de cocina, se tenían que adaptar a la chimenea y a lo poco que había; aun así, el rubio preparaba comidas deliciosas, en su mayoría brochetas de carne y vegetales. Había hablado con los cuervos sobre ese tema, y ellos le habían recomendado hacer utensilios de barro y arcilla, eran resistentes y bastante útiles, además de que ellos conocían zonas con arcilla, le conseguirían todo lo que necesitase. Uno de los cuervos le comentó a Phil sobre las aldeas y pueblos; en ese lugar podrían conseguir mejores utensilios, el único problema es que estaban realmente lejos y las más cercanas estaban al borde de colapsar a causa de la escasez de alimento. Con las palabras del ave, Phil pudo hacerse una idea de lo que Missa caminaba todos los días para llegar a una aldea decente, y solo pensar en ello le entristecía; se aseguraría de que nunca volviese a pasar por eso. Trabajaría aún más duro para que nada les faltase.

Esa noche, Phil, los cuervos y Missa cenaron y se fueron a descansar. Pese a que habían completado la gran mayoría de tareas esenciales como era la obtención de agua ilimitada, el huerto fertilizado, la construcción de la casa y la obtención de recursos, aún quedaba mucho más por hacer.

Una vida pacífica dónde todos los días era motivo de sonrisas y calidez... O al menos así lo era durante esos momentos...

Dulce Deseo | QSMP | | AU | | DeathDuo |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora