I-EL COMIENZO

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- Lucy, mírame.

- Tengo los ojos del color de siempre, Luke, no van a cambiar por mucho que los mires.

Una de las condiciones que tiene la inmortalidad es que los ojos te cambian de color dependiendo de como estás psíquicamente.

- Yo los veo un poco azules.

- No digas tonterías, ¡Están igual de marrones que siempre!

- Prométeme que no vas a explotar como en Florida.

- Que noo. Te lo prometo.

Pongo el meñique en alto para hacer el juramento y Luke lo acepta poniendo los ojos en blanco.

- Anda, venga que nadie quiere que el famoso Luke, el inmortal, falte a clases.

- ¡Pero no lo digas en alto, suicida!

- El que fue un suicida mientras que yo me preocupaba por lo que nos pasaba fuiste tú, así que, desde ese momento perdiste toda credibilidad con eso.

- Venga, anda.

- Que sii, pesado.

Me sonríe y me saluda con la mano, a lo que yo me adelanto y le abrazo con fuerza. Me devuelve el abrazo más incómodo de lo que debería.

- ¿Qué? ¿Te da vergüenza que tú hermana te abrace?

- No, para nada.

- Recuerda, nada de amistades muy soldadas ni amoríos.

- Sí, lo mismo te tendría que decir yo a tí.

- Naa, no te preocupes de eso conmigo.

- Venga, puedes disfrutar un poco aunque no sea con una relación muy fuerte.

- Ya, bueno. Mejor no jugar todas las cartas, ¿no crees?

- Lucy, no nos va a encontrar, no aquí.

Se refiere a James, lo sé.

James es un científico, que fue nuestro profesor hace diecisiete años, y no sabemos cómo descubrió nuestra condición de inmortales. Desde entonces nos persigue intentando matarnos para analizarnos célula por célula.

Y aunque todavía no nos ha dado caza, lo sigue intentado. Luke cree que aquí, en Miami, no nos encontrará. Pero yo no quiero soldarme mucho aquí, por si pasará algo.

- Hola clase, soy el señor Lee. Me podéis llamar Lee.

El señor Lee sigue hablando sobre su clase de fotografía, una optativa que cojo siempre que puedo.

A mi lado hay un chico un poco raro, algo callado y tímido, pero a la vez parece que tiene mucha influencia aquí, lleva una chaqueta de lo que supongo que será el equipo del instituto con unos vaqueros oscuros. Lleva su pelo castaño con algunas mechas cobrizas, alborotado pero con estilo. Es atractivo, salta a la vista, con ojos verdes y alargados, mirada intimidante, pecas que resaltan en una piel pálida a pesar de estar en la playa.

- Trabajaréis por pareja, con la persona que tenéis al lado. El trabajo consistirá en hacer fotos de vuestra pareja en un lugar emblemático del estado. Podéis empezar a planearlo en el resto de la clase.

Pasan unos dos minutos (en los que todas las parejas ya están hablando entre ellas), hasta que el "Chico rarito" se gira para encararme.

- Hola, soy Tyler. ¿Eres nueva verdad?

- Sí, soy Lucy.

Hay algo en como me mira que me hace sentir juzgada, pero en el buen sentido, como si alguien buscara en tí algún resquicio de bondad.

- Bueno Lucy, ¿donde quieres hacer las fotos?

- Soy nueva aquí, ¿donde quedan mejor las fotos?

- Las mejores siempre son en la playa. Pero Wynwood Wall también es un sitio precioso.

- Genial -, saco mi cuaderno para poder apuntarlo todo -. Mira, tú me haces las fotos en la playa, y yo te las hago a tí en la pared esa.

- Wynwood Wall.

- Eso, como se llame.

Seguimos hablando, y resulta ser un chico de lo más encantador, incluso tenía sentido del humor.
Al acabar la clase se ofreció a comer con nosotros - con Luke y conmigo (ya le había hablado por encima sobre mi hermano) -. Ya que habíamos empezado en la clase de antes del almuerzo, ya que la directora nos había hecho una visita guiada por el instituto.

- Hola, soy Elizabeth, Ellie.

- Hola soy Lucy, encantada.

- Ellie, me he ofrecido a comer con Lucy y su hermano Luke, ¿te apetece venir?

- ¡Claro!

- No estais obligados a estar con nosotros si no queréis.

- Naa, me has caído bien, compañera.

- Vaale, vamos, Luke está en clase de cálculo.

Cuando llegamos, Luke me mira señalando a Tyler, gesticulando y moviendo los labios diciendo "está bueno y todo". Le doy un codazo y empieza a reírse, al menos hasta que vislumbra a Ellie, se tensa en su sitio y le sonríe de manera algo extraña.

Vamos hacia la cafetería y Luke rápidamente toma asiento al lado de Ellie, así que a Tyler no le queda más remedio que sentarse a mi lado.

Comemos tranquilamente, todos menos Luke, que lo único que hace es tensarse más cada vez que Ellie intenta sacarle conversación.

Me resulta de lo más extraño que Luke este tenso. ¡Luke! ¡Luke pasa siempre de absolutamente todo!

- Tyler, tienes que comer.

- Déjame Ellie.

- Llevas sin apetito desde hace más de seis meses, estoy preocupada. Tampoco creces y tú actitud a decaído. Puedes tener un problema psicológico, Tyler.

- ¡Qué no tengo nada, Ellie! ¡Por dios!

- ¡Claro qué sí! ¡No comes, no socializas, no haces nada! ¡Por dios! ¡¿Dónde está el chico social y pícaro que tenía de hermano?!

- ¡Sigue aquí! ¡Enfrente de tus narices!

- ¡No!

- Podemos tener esta conversación en otro momento y no ahora, delante de Lucy y Luke.

Me resulta de lo más extraño ya que Ellie está enumerando exactamente las cosas que me sucedieron a mí en su momento.

Pero probablemente tanto cambio de entorno me está sentando mal y solo son paranoias.

Al finalizar todas las clases me doy cuenta de que Tyler es una versión moderna y masculinizada de lo que me pasó a mí.

Me encuentro con Luke, que al parecer comparte algunas clases con Ellie, y resulta que a ella le está pasando lo que a él hace años. Es como si todo fuera a la inversa, pero es imposible.

¿Verdad?

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