III-LA FOTO

18 1 7
                                    

Llego a la zona donde Tyler ya estaba preparado, cámara en mano. Ellie, muy emocionada empieza a hablarme sobre algunas poses que ha visto en unas revistas y páginas web. No sé si lo que quería era exsorcizarme o qué, pero yo era incapaz de hacer esos movimientos y que quedaran fluidos. Tyler, mientras intentaba no reírse mucho de nosotras, en vano claro. No se que perspectiva tendríamos que tener para él, pero una muy cómica, eso seguro.

- ¡Ellie, no crees que Lucy debería poder hacer las poses relajada!

- ¡Qué te calles! - le dice a su hermano muy digna, antes de dirigirse hacia mi con las manos en las caderas -. ¿Y si pruebas a sentarte con las piernas cruzadas y la cabeza hacia delante?

- Ellie, no soy exorcista, mi vida, no sé hacer esas cosas...

- ¡Y sí prueba a ir andando por la orilla mientras yo la sigo con la cámara! - aporta Tyler tras varios intentos fallidos de otras poses.

- ¡No! Tyler nunca aportas nada bueno...

- A mí me parece una idea estupenda.

Y que no me hará partirme un hueso, eso seguro.

- Venga, Ellie, no tenemos tiempo que perder, en el atardecer las fotos quedan mucho más bonitas.

La aportación de Tyler hace que Ellie salte de la emoción me lleva a rastras hacia la orilla y se aleja hacia donde está su hermano. Luego, le susurra algo al oído y luego, se va al coche.

- ¡Cuando quieras, Lucy!

La voz de Tyler se escucha estridente, por lo que supongo que se ha acercado a mí. Y en efecto, al girarme, lo veo a tan solo unos pocos metros de mí.

Empiezo a andar por la orilla tranquilamente, dejando que mis sentidos se agudicen. Me centro en el sonido de la brisa y de las olas, veo los puntos de luz que hay sobre el mar, ya que el sol está muy cerca de él, noto el aire fresco en cada átomo de mi cuerpo y la arena en mis pies. Hacía mucho que no me sentía así.

Tan relajada, tan pletórica, tan...

...Mareada.

Pierdo el equilibrio y todo da vueltas. Ya no veo el sol. Ni oigo nada, tan solo un fuerte pitido. Ahora noto la arena por todas las zonas descubiertas de mi cuerpo.

El ruido que oigo es lo único que hace que no pierda el conocimiento. Estoy tirada en el suelo, y me aferro a la arena como si fuera la única cosa capaz de sostenerme...

...Porque, en realidad, lo es.

Llevo toda la vida sola. Cuando era pequeña era la rarita. Después, mis padres nos abandonaron cuando intentamos explicarles nuestra ¿condición?, sí, digámoslo así. Y ahora Luke y yo vamos de pueblo en pueblo cada cinco años. Y para mí es imposible sentirme segura. Nunca.

Al menos hasta que unos brazos extremadamente fuertes me alzan y me sientan sobre su regazo. Al principio solo abro los ojos desorientada y me doy cuenta...

... De que sí que he perdido el conocimiento.

Automáticamente mi cuerpo abraza el torso de la persona que me tiene sujeta. Al principio pienso que es Luke, hasta que alzo el rostro y veo unas pecas muy conocidas a lo largo de estas semanas.

Es Tyler.

intento incorporarme, pero mi querido cuerpo no me lo permite.

- Despacio - me advierte Tyler -. Te tengo. Solo respira. No pasa nada, no es nada, estás bien.

Aunque al principio me encuentro algo desorientada, me concentro en respirar y me siento tranquila entre sus brazos.

- Venga, tranquila. ¿Puedes incorporarte ya?

Asiento despacio y Tyler me ayuda a levantarme. A lo lejos veo a Ellie toqueteando la cámara de fotos, supongo que intentando dejarnos ¿privacidad?

Esto se está poniendo cada vez mejor...

Me agarro a los antebrazos de Tyler mientras me levanto.

No me he dado cuenta de esto antes, pero el cielo tiene un color rojido, casi como el de una granada. Me encantan este tipo de atardeceres. Me enfoco en Tyler, que está mirando hacia el mismo lugar que yo. Y él está guapísimo, con esa camiseta de una banda que no conozco y unos vaqueros, su pelo cobrizo despeinado y los ojos brillantes. En cambio, pienso en el aspecto que tengo que tener yo, con el vestido de Ellie lleno de arena y lo mismo pasa con mi pelo. Nos miramos, e intento no pensar en lo atractivo que es, pero es imposible.

Al menos hasta que noto el frío que hace y empiezo a temblar.

Tyler se da cuenta de esto y resguarda entre sus brazos. Tiene un cuerpo cálido, todo sea dicho, así que no me molesto en replicar, tengo mucho frío como para hacerlo.

- ¡Ellie! ¡Traeme la sudadera que tengo en mi asiento para Lucy! - le grita Tyler a su hermana.

Ella como si acabara de ser pillada atracando un banco, da un brinco de la impresión y echa a correr hacia el coche.

- Oye... ¿Seguro que estás bien?

- Perfecta, lo único que tengo es frío, así que si podemos estar un poco más así...

- Sin problema, el tiempo que te apetezca.

Al rato llega Ellie con la sudadera de Tyler. Este solo se aparta para que pueda ponérmela y luego vuelve a rodarme con sus brazos.

Nos pasamos así un buen rato, aunque Ellie vuelve al coche en cuanto me da la sudadera. Después de un tiempo ambos decidimos volver al coche, lo hacemos despacio mientras el me rodea los hombros con uno de sus brazos.

Y, aunque me cueste admitirlo, no puedo negar que hay unas pequeñas mariposas bailando en mi estómago.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

InmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora