Fireworks and Rollerblades

My greatest fear

Escuchen la canción mientras leen.

James tiene 17 y Regulus 16.

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James está ansioso, sabe porque, pero evita tocar el tema lo más que puede. Todos los merodeadores han estado detrás de él para que deje de morderse las uñas (algo que no hace desde que tiene 12) o que deje de dar vueltas en la cama o deje de levantarse a hora impestivas para entrenar. James solo no sabe cómo parar.

Bueno, puede que sepa, pero no quiere tocar el tema.

Todo esto remonta a antes de navidad, ya que es su última navidad en hogwarts y está nervioso por la guerra y todo lo que esta está trayendo a su vida. James sabía lo que probablemente le sucedería a Regulus si iba a su casa, James le rogó e imploró muchas veces a Regulus para que dejara la casa o solo no fuera en navidad, pero Regulus estaba necio y no decia porque, James cada vez se convencía un poco más de que Regulus no era diferente a sus padres y que todo esto lo hacía porque quería, también se reprochaba por ello, como Regulus creería lo mismo que ellos si siempre que hablaban, desde mucho antes de la guerra, su Reggie le dejó en claro que no creia nada de lo que sus padres decían que solo seguía en casa para evitar que fueran por Sirius, pero sus altas negativas a irse pusieron en duda todo lo que creía saber sobre Reggie.

Entonces llega Navidad, Regulus sigue terco diciendo que tiene que ir a casa y que no puede abandonar a su familia y todas sus conversaciones son algo como esto:

-Reggie, puedes venir conmigo, no tienes que ir a Grinmauld o si no quieres venir puedes quedarte en la escuela, Dumbledore no dejará que te lleven

-James, ya hemos discutido esto, iré y no pasará nada.

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-Reggie, ¿Puedes siquiera..

-No James, ya te dije que no.

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-Reggie, temo que te pase algo.

-No pasará nada Jamie, todo estará bien.

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Y la cosa es, que no, nada está bien. Siempre que se reúnen en la torre de astronomía durante las noches, Regulus llega antes y solo se queda observando las estrellas, llora mientras lo hace y esto si bien alertó a James, Regulus lo descartó como una forma de desestres que siempre hace. James nunca lo había visto llorar antes de llegar a la torre desde esa vez en cuarto año.

También está empezando a terminar abril, claramente ya empieza a hacer bastante calor y Regulus se niega a quitarse sus camisas y abrigos. James al principio, cuando todavía era enero o febrero no le dijo nada, James siempre a tenido más calor que Regulus, entonces creyó que por la época simplemente no tenía calor y por eso no se quitaba las prendas. Cuando empezó marzo y aún así seguía con su camisa, un suéter, la túnica y un abrigo, bueno, James seguía tratando de pensar que no sucedía nada y que Regulus solo tenía frío. Pero mayo estaba a unos días de comenzar y Regulus seguía usando capas y capas de ropa, James ya no estaba tan tranquilo.

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Reunió el coraje y fue a la torre a encontrarse con Regulus, necesitaba saber qué estaba pasando.

- Hola Reggie - Dijo James nada más entrando a la torre. Encontró el mismo panel de los últimos meses, Regulus recargado en el barandal viendo las estrellas mientras lágrimas silenciosas salían de sus ojos.

Regulus rápidamente se limpió la cara y le sonrió a James.

- Hola Jamie, ¿cómo estás?

- Preocupado. Sigues llorando, ¿estás seguro que todo está bien?  - Con cada palabra a James se le partía un poco el corazón mientras no dejaba de pensar escenarios imaginarios de todo lo sucedido o lo que podría haber sucedido.

- Sí, todo bien, solo estrés, todo lo que está pasando y así, tú sabes. - Regulus ahora tenía ese ceño fruncido con una sonrisa amarga que trataba de ser tranquilizadora, se seguía agarrando la manga izquierda en lo que James creía era un tic nervioso. La cosa es que James conoce sus tics nerviosos, se conocen desde niños y salen desde hace 3 años, sería estúpido si James no lo conociera como lo hace.

- ¿Entonces por qué sigues jalando tu manga? Reggie, te conozco, y desde que volviste estás raro, no quiero sacar conclusiones, mejor dime lo que pasó para poder encontrar una solución amor. - Mientras James hablaba iba acercandose a Regulus hasta que pudo tomar su rostro en sus manos y darle un beso en la frente.

Cuando James abrió los ojos todo lo que vio fueron más lágrimas en los ojos de Reg, con un dolor inimaginable reflejado en esos ojos verdes que James amaba tanto y James lo supo.

Se alejó un poco de Regulus, todavía lo sostenía del rostro, pero dió un paso atrás - ¿Qué pasa? - Dijo James, todos sus miedos saliendo a la luz, Reg solo se apartó y mientras hablaba soltó sus manos y empezó a quitarse capa por capa hasta quedar solo con la camisa que les pedían en la escuela.

- James, sucedió demasiado y e estado atormentado, no quería mentirte y solo quería que siguiéramos juntos como siempre hemos estado, al menos hasta que terminarás la escuela y yo te dijera que la distancia no me funcionaba o algo, ya tenía un plan, entonces tal vez darme por muerto o algo, no lo sé, no queria ver esa mirada en tus ojos. Lo sé y se que ya sabes de qué hablo, debo decir que no quería, me obligaron, literalmente me ofrecieron y yo solo, no fuí valiente, debí hacerte caso y lo lamento, lamento que esto tal vez acabe aquí y de esta forma - Finalizó Regulus mientras levantaba su manga izquierda y revelaba el mayor miedo de James. Tenía la marca, la marca de Voldemort, la marca tenebrosa. James lloró, probablemente ya llevaba mucho rato llorando, pero solo cuando bajó la vista al brazo de Regulus notó su visión borrosa y parpadeó para quitarse las lágrimas. Regulus solo estaba quieto, ya no había lágrimas en su rostro, solo las secas y unos ojos vacíos.

Entonces James se enojó, se enojó con todos. Con Regulus por no hacerle caso y ser un cobarde, con Walburga y Orión por ser unos padres de mierda, con Voldemort por ser un hijo de puta que no sabía mantener sus ansias por control en sus pantalones, con Dumbledore por no ayudar a Regulus y a Sirius cuando bien sabia la clase de familia que ellos tenían, con los profesores por no evitar el sufrimiento de sus alumnos, con él mismo, por no ayudar a Regulus. Pero más que enojado, James estaba herido, su amor estaba lastimado y James no pudo ayudarlo, y entonces explotó.

- Regulus - Regulus se estremeció, James nunca usaba su nombre completo, solo Reg o Reggie o incluso cualquier apodo que se ocurriera en el momento - Te dije que no fueras, te dije que huyeras y lo que hiciste fue ignorarme. Tenías miedo, lo sé, pero no vengas ahora a decirme que te obligaron porque tuviste opciones, te di muchas, demasiadas, tuviste la oportunidad, pudimos haber evitado esto, pero fuiste terco, quisiste creer que tenías la razón de que tus padres no harían nada hasta que fueras mayor de edad y ya no tuvieran control sobre tí. Tu ya sabias que eso solo era una ilusión. Te amo y te amaré por mucho tiempo, pero no puedo amarte sabiendo que eso traicionaría todo lo que creo debo hacer. No quiero ir a batalla y creer que tal vez te maté, no quiero ir a casa sabiendo que tal vez te torturen y con ello me torturen a mi, no puedo Reggie. - James en este punto ya estaba llorando, le dolía el pecho y estaba temblando, caminando por toda la torre mientras se agarraba el cabello con desesperación, James sentía un dolor inimaginable y Regulus no estaba mejor, el solo seguía quieto, aceptando todo lo que James le decía con una mirada vacía en sus ojos.
James volteó a verlo esperando alguna palabra de Regulus pero no salió nada así que solo sacudió la cabeza, dió media vuelta y salió corriendo a su dormitorio.

Cuando llegó azotó la puerta, se quitó los zapatos, colocó un hechizo silenciador y uno para que no se pudieran abrir las cortinas y lloró, lloró por lo injusto de la situación, lloró por su amor a Regulus que nunca podría lograr que lo odiara, lloró por comprender y aún así seguir enojado con Regulus, lloró y lloró. A lo lejos escuchó un poco lo que los merodeadores decían, cosas como Prongs, James o si estaba bien. James los ignoró y siguió llorando, no pudo dormir durante la noche y cuando amaneció James solo quería quedarse en cama y seguir llorando.

No se presentó a clases ese día, sus amigos le dejaron comida que poco a poco se iba enfriando, al tercer día lo obligaron a beber y comer algo, James se sentía muerto con unas ojeras de gran tamaño y un corazón partido en muchos pedacitos.

Después de todo, su mayor temor fue perder a Regulus y lo perdió antes de incluso tenerlo.