Capitulo IV. Un paso para nosotros.

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El tiempo paso, cada vez que veía a Rin nuestra relación escalaba considerablemente, me era más difícil dejarla en la aldea mientras yo salía para seguir preparando el hogar para nosotros.

—Señor Sesshomaru, ¿Puedo preguntar en qué tanto ha estado pensando?—tomo mi mano y seguimos caminado así.

—Ya he encontrado un lugar perfecto—ella ladeo la cabeza confundida. —¿Recuerdas nuestras conversación?, acerca del hogar que te mencioné—ella asintió mientras se sonrojaba notoriamente. —Bueno, he estado yendo seguido para verificar que todo tomer un curso adecuado.

—¿De verdad eso si pasará?—me miro con un brillo tan único en sus ojos, jamás me iba a cansar de verla feliz.

—¿Por qué te mentiría?

—Estoy tan feliz y ansiosa, pero, prometo que seré paciente y esperaré lo que sea necesario—daba brinquitos mientras suspiraba.

Esa noche no quiso regresar a la aldea, se quedó junto a mi y durmió tranquilamente a mi lado. Verla me daba paz, que tuviera la suficiente confianza de que estaría a salvo conmigo, me recosté y puse mi brazo a su alrededor, se acomodó sin despertar y yo acaricie su cabello mientras seguía admirandola.

—¿Está despierto?—su voz sonmolienta llamo mi atención mientras dirigía mi vista hacia ella quien después de un buen par de horas, se había despertado.

—¿Te desperté?—ella nego con la cabeza y me sonrió.

—Es la siesta más cómoda que he tenido en mi vida—estiro sus brazos y bostezó.

—Y fue la vista más espléndida para mi...

Ella me miro conmovida, se acercó y al estar a escaso centímetros, deposito un dulce beso en mis labios, para después alejarse y taparse el rostro en un sonrojo total. La tome de la mano y la atraje hacia mí, tome suavemente su rostro con la mano que tenía libre y la mire directamente a los ojos mientras ella seguía apenada.

—¿Que sucede?—mato el silenció entre nosotros y sonrió, podía sentir el calor de sus mejillas y como su respiración se iba agitando gradualmente.

—Nada, ¿Que fue eso?—pase un mechón de su cabello detrás de su oreja haciendo que se estremeciera un poco.

—¿Fue extraño?—negué con la cabeza.

Me acerque y cuando nuestras narices estaban casi a la misma distancia una de la otra ladee un poco la cabeza y uni nuevamente nuestro labios está vez en un beso más largo y apasionado, sentí mi cuerpo vibrar.

—Espera Rin—le aleje suavemente y ella mi miro confundida, su rostro al igual que sus labios estaban enrojecidos. —Necesito saber que es lo que quieres—ella sonrió y se volvió acercar a mi para besarme de nuevo, está vez mientras pasaba ambas manos sobre mi cuello y se pegaba más a mi.

—Cualquier cosa que tenga que ver con Sesshomaru—de forma seductora se acercó a mi oído y repitió aquello, era la primera vez que me había llamado por mi nombre, sin honoríficos, aquello me sorprendió, pero incentivo mi deseo de seguir.

—Lo que se que tenga que ver con Rin—acto seguido nuestras pasiones se juntaron y ambos nos inundamos en un solo objetivo, dejándonos llevar por nuestro deseo mutuo, cayendo en cuenta lo importante que sería todo después de esto.

Abrí los ojos con los rayos del sol golpeándome la cara, era la primera vez que había "descansado"  un largo tiempo y no para dormir, si no para tener presente lo que había sucedido y que no se fuera de mi pensamiento ni un solo segundo, el aroma de Rin era algo diferente esta vez, como si ahora fuera más intenso y totalmente irresistible para mí.

—Hola—escuche la voz ronca de Rin quien había despertado y después de tallarse los ojos, me miró mientras su rostro se iluminaba.

—¿No tienes frío?—ella nego con la cabeza mientras se acurrucaba aún más sobre mi estola.

—Debo volver a la aldea, pero no quiero—cerro sus ojos y se acomodaba nuevamente para simular dormir.

—La anciana Kaede se preocupará, debo llevarte—ella hizo un puchero y se sentó mientras estiraba los brazos hacia arriba.

Creo que se había olvidado que estaba desnuda, entonces en cuanto se dio cuenta se sonrojo, le acerque su kimono y ella se rió mientras se lo ponia.

—Vamos—me puse de pie para también vestirme y después caminamos rumbo a la aldea.

Ella estaba radiante, bailaba y brincaba mientras tarareaba unas melodías, pensé que se sentiría algo apenada por lo de la noche anterior, pero al parecer, había sido algo satisfectorio para amhos.

Nos acercamos a la aldea, Inuyasha, la anciana Kaede, Kagome y el zorrito, conversaban mientras recogían algunos frutos de un árbol.

—Buenos días—Rin se acercó a todos mientras alzaba la mano y ellos le respondieron de igual forma.

—Rin, ¿Pasaste la noche afuera...—la anciana Kaede fue interrumpida por Inuyasha quien olisqueaba desde donde estaba.

—¿Por qué hueles tanto a Sesshomaru?—Inuyasha se tapo la nariz en forma de disgusto, Rin se sonrojo y se tapó el rostro para después echarse a correr a la choza de la anciana.

—Inuyasha, ¡Abajo!—Kagome volteo los ojos mientras le decía ese hechizo tan extraño a Inuyasha para llevarlo hasta el suelo.

—No seas tonto Inuyasha, la incomodaste—el zorrito le pisoteo la cabeza y este le dió un golpe.

—Oye Sesshomaru, ¿Dónde diablos estaban?—Kagome dijo de nuevo el hechizo y la cara de Inuyasha volvió al suelo.

—Lo lamento Sesshomaru, ya sabes lo imprudente que puede llegar a ser—Kagome se acercó al suelo y ayudó a Inuyasha a levantarse. —Ya nos íbamos—lo jalo con ella mientras lo regañaba.

—¿Así que pasaron la noche afuera?—la anciana Kaede se acercó a mi y yo asentí. —Se veía muy feliz, no te molestes pero, me contó lo que le dijiste—rodee los ojos sin que me viera y ella sonrió nerviosa.

—¿Todo?

—Creo que si—se encogió de hombros. —Nadie más sabe aún, así que creo que puedes estar tranquilo—suspiro y yo me cruce de brazos.

—Tome en cuenta lo que me dijo la ultima vez y quise ser sincero con ella, entonces sucedió—no la mire pero ella me prestaba total atención.

—Me alegra, les deseo lo mejor, se que cuidaras de ella como es debido y que la haras muy feliz sin que nadie más te lo tenga que decir, no se si me corresponde decírtelo pero, gracias por corresponder sus sentimientos, por que tanto tú como yo, sabemos los sinceros que son—me dedico una reverencia y se dispuso a volver a la choza a donde Rin se había dirigido. —Nos vemos—camino y se perdió entre el gentío. 

Aún no terminaba de acostumbrarme de que los demás humanos comenzaran a tomar este tipo de confianza para dirigirse hacía a mi, aún me molestaba un poco tener que familizarme, pero se que para Rin era muy importante y a decir verdad, no me parecía tan malo después de todo.

YOU ARE MY DESTINY. (SESSHRIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora