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CAPÍTULO 23

— Viviremos en el mundo humano — Beomgyu seguía diciendo feliz, volando ya en la oficina de su superior Jeonghan.

Yeonjun seguía aún impactado por la noticia, ¿de verdad no era un sueño? ¿Podría quedarse en el mundo humano? ¿Podría estar con Soobin y decirle la verdad de las cosas...y sobre todo de sus sentimientos?

— Seré yo quien los va a despedir — pidió a sus dos menores qué quedaron delante de él, ambos sonriendoles como nunca lo habían hecho.

— ¿Nos visitará, verdad, superior? — preguntó Beomgyu preocupado.

— Claro que sí, haré el intento de poder verlos y si no, saben que desde aquí los estaré vigilando para que se porten bien. Para mi siguen siendo esos mismos pequeños cupidos que antes no sabían ni tan siquiera volar — acarició la mejilla de cada uno de ellos.

— Superior — llamó Yeonjun — , ¿cómo logró qué fuéramos al mundo humano? Di-digo, esos dos superiores Kim no se veían tan felices cuando nos dieron la noticia.

Jeonghan asintió ante las palabras de su menor.

— Eso no es tan importante Yeonjun, ¿si? Digamos que solo tuve que hablar con ellos y hacer algunos acuerdos para que todo saliera de maravilla.

— ¿Y cuáles fueron esos acuerdos? — preguntó curioso Beomgyu.

— Eres muy entrometido — le pellizcó la nariz — , fueron asuntos de cupidos superiores.

— Está bien superior — sobaba su nariz.

— Bien, Beomgyu, Yeonjun — estiró ambas manos y ambos menores posaron un de la suyas — , fue un gusto para mí poder ser su superior a cargo, no me importa lo que otros cupidos digan de ustedes, para mi son y siempre serán los mejores cupidos qué puedan existir. Siempre estuve orgulloso de ustedes a pesar de todo — su voz comenzaba a entrecortarse — . Sin importar que, siempre estaré de su lado cuidándolos, y espero que jamás me olviden porque no se los perdonaré.

— ¡Lo amamos superior Jeonghan! — en medio de sus lágrimas los dos cupidos abrazaron a su mayor.

— Y yo a ustedes, los adoro — besaba sus pequeñas frentes y cabezas, ya con algunas lágrimas mojando sus mejillas — . Son lo mejor que me ha podido pasar en todo este tiempo de mi vida desde que me convertí en cupido superior.

— Su-superior — ambos menores lloraban a mares, claro que querían ir al mundo humano, pero alejarse de Jeonghan era difícil.

— Ya no lloren, estaremos bien — los separó un poco — . Ahora es momento de despedirlos.

Los menores volvieron a asentir, limpiando sus lágrimas y colocarse donde se mayor les había indicado.

— Choi Yeonjun y Choi Beomgyu, ambos cupidos que estuvieron a mi cargo por más de una década, el día de hoy sus labores terminan para que cada uno de ustedes continúen sus vidas en el mundo humano. Serán desterrados y me encargaré de que vivan una vida plena.

Cerró con sus manos los ojos de cada cupido.

— Vivan felices y sin arrepentimientos.

Fue lo último que cada cupido pudo escuchar antes de que volvieran a caer en un sueño profundo.