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Karina

Me desperté con la luz del sol entrando por la ventana. Tardé unos segundos en recordar todo lo que sucedió anoche, cada vez que se me venía a la cabeza me pasaba una sensación extraña por mi interior.

¿Minjeong y yo? ¿en qué maldito momento?

No sé qué pasó, por qué nos dejamos llevar así ni por qué tuve la necesidad enorme de besarla, supongo que verla cuidándome fue algo que sentí muy cercano... Aunque fuera su estupido trabajo.

No estaba bien... No puede volver a pasar, ella es una de nuestras trabajadoras y yo soy la hija del embajador. Ella es una chica y yo también. Negué con la cabeza.

El teléfono empezó a vibrar y me incliné para agarrarlo, pero no tenia ninguna notificación. En ese momento me di cuenta que el móvil que vibraba no era el mío, sino el de Minjeong. Se lo dejó anoche.

"1 llamada perdida"

"Minju:
Minmin cuando vuelvas avísame, tengo muchas ganas de verte y de ese abrazo enorme que me dijiste ayer <3

Minju:
te quiero mucho mucho"

¿Minmin? Mis labios estaban entreabiertos leyendo los mensajes. ¿Será sinvergüenza? Me dice que no tiene novia cuando es mentira, y por si fuera poco me besa. ¡Me besa! Y no fue un beso tonto.

Unos golpes en la puerta me sacaron del trance, Minjeong abrió la puerta. Ya estaba vestida de calle, llevaba un pantalón ancho y una camiseta negra, su pelo rojo caía sobre sus hombros.

—Buenos días Karina, siento molestar... Vengo a...

Ella vio como tenía su móvil en mi mano.

—Eso. El teléfono.

—Cierra la puerta —dije seria. Ella puso cara de sorpresa y confusión.

Me hizo caso y cerró la puerta, se acercó hasta mi. Notaba en sus ojos como estaba nerviosa y tensa, supongo que a raíz de lo de anoche. Me puse en pie quedando a su altura, al ir descalza me sacaba un par de centímetros de altura.

—¿Cómo tienes la vergüenza de hacer lo que hiciste anoche teniendo novia?

Minjeong frunció el ceño confusa.

—¿Perdón? —dijo confusa—. No entiendo.

Le pasé el teléfono y vio los mensajes de esa tal Minju. Sus facciones se relajaron, ella habló calmada.

—Minju no es mi novia, es una muy buena amiga. Además, ¿me esta haciendo una escena de celos?

—Tu sueñas —dije molesta—, nunca estaría celosa de ti. Si me molesta es porque no quiero que otra persona lo pase mal por tus tonterías.

—¿Mis tonterías? —dijo ofendida—. Fuiste tú la que se acercó a mí —se acercó a mí—, y fuiste tú la que siguió el beso.

—No intentes cargarme el peso de un beso que es de dos personas, Kim —señalé con el dedo—, tú también cuentas en esto.

—Por eso mismo Karina, si son mis tonterías, también son las tuyas.

—Eso son, tonterías —dije mirándola a los ojos.

Ella se quedó en silencio unos segundos, noté su mandíbula apretarse.

—Ya me ha quedado claro.

Ella se dio la vuelta para salir de la habitación pero la agarré del brazo girándola de nuevo hacia mí.

—Y no quiero que vuelvas a hacer eso nunca más, fue el peor beso que he tenido.

Ella alzó las cejas y negó con la cabeza. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

—Que quieras hacer como que nada ha sucedido lo entiendo, que no quieras que esto vuelva a pasar también lo acepto —tragué saliva—, pero que digas que es el peor beso que has tenido... —me agarró de la cintura y me atrajo a su cuerpo por completo. En ese momento me faltó la respiración—. No te mientas a ti misma, Karina.

—Suéltame...

—¿Es lo que quieres? —musitó sobre mis labios.

Mis ojos fueron a sus labios, el piercing me llamaba tanto la atención... Decir que fue el peor beso que tuve es la mayor mentira que dije, porque de hecho... Besa increíble.

Me quedé muda.

—Porque si quieres te suelto... Pero sé que te gustó el beso, y sé que te mueres porque lo haga otra vez.

—Para... —musité en voz baja.

Ella me miró a los ojos unos segundos intentando interpretar mi mirada. A los pocos segundos me soltó y maldecí que no me hubiera besado, joder.

Antes de que Minjeong saliera de la habitación, agarró su teléfono de nuevo y le echó un ojo a los mensajes, vi como sonreía al releerlos y eso me enfureció. Me quemó por dentro.

Nunca jamás, en mi sano juicio, he sido de contradecirme en lo que hago o pienso. Mi orgullo siempre ha estado por delante, pero en el momento que vi esa sonrisa en su rostro supe que iba a hacerlo... Y no me importaba ni lo mas mínimo.

Me acerqué a ella con rapidez, le quité el teléfono de las manos y lo lancé de nuevo a la cama.

—¿Pero qué hace...

La agarré del rostro y la besé con hambre sin pensarlo, ella no dudó en seguirme el beso. Mis labios estaban descontrolados, no sabía que estaba haciendo, solo sé que sí, tal vez fueron celos, pero no quería verla cerca de nadie mas.

Sus manos rodearon mi cuerpo atrayéndome a ella, sentía sus manos recorrer mi espalda, mi cintura... Mis manos vagaban por su pelo atrayéndola más a mí. Sé las consecuencias de lo que acababa de hacer, pero en esos momentos solo quería hacer eso. Besarla.

A los segundos nos separamos, tardé en abrir los ojos, el ritmo de mi corazón aun seguía desorbitado.

—¿Sabes que te acabas de contradecir en todo, verdad? —musitó ella con la respiración entrecortada.

—No sé que me pasa contigo —dije sin pensar.

—Yo sí sé lo que te pasa.

Alcé la mirada al escuchar sus palabras seguras.

—Aún así, esto no puede suceder —dije.

—Lo sé.

Me quedé unos segundos en silencio mirándola, esperaba otra respuesta, sinceramente.

—Bien.

Ella agarró de nuevo el teléfono sobre la cama y se lo metió al bolsillo del pantalón. Se acercó a mí de nuevo.

—Solo quiero que sepas que no tengo novia. Ni engaño a nadie, ni hago cosas que no quiera hacer de corazón.

Tragué saliva. Basta ya... No aguanto más esto. ¿En qué momento me empezó a gustar una chica? ¿te pueden gustar dos personas a la vez? Esto es horrible.

—Lo que dije antes no era cierto —musité—, sí me gustó el beso.

—¿Sólo eso?

Suspiré.

—Sí.

Ella asintió. Fue hasta la puerta y antes de abrir dijo algo más.

—Para mi no fue una tontería —finalizó mirándome a los ojos—. Alístate, tu tía te ha preparado el desayuno. Esta servido en la mesa.

Minjeong salió del cuarto y me senté rendida en la cama. No eran ni las diez de la mañana y ya sentía mi cabeza a punto de explotar.

"Para mi no fue una tontería"

Para mí tampoco lo fue, pero esto no puede suceder.

Amor prohibido. ¿Era eso lo que me ocurría?

Protecting Yu | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora