ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 4

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MARTIN

Cuando al fin me había calmado, salí al pasillo para dirigirme al baño hasta que me cruce con Ruslana, que iba mirando a su móvil mientras escribía algo.

-Pumuki, ¿te puedo hacer una pregunta? - preguntó ella a lo que yo asentí con la cabeza - ¿tienes ganas de fiesta? - me dijo ella con una sonrisa inocente.

-No se Rus, no me apetece ir a una fiesta hoy - le dije yo mientras me arrascaba la nuca y ella me miro con ojitos de pena mientras hacia un puchero, ella sabía perfectamente que no me podía negar a esa cara tan tierna así que suspiré y la miré - Valeee - se abalanzó sobre mí.

- Gracias, graciaaaas de verdad - me dijo ella mientras repartía besos por toda mi cara. Estuvimos un rato hablando hasta que Ruslana se tenía que maquillar y vestir así que aproveche y me duche. Ahora había otro gran problema, ¿Qué me pongo?.

-RUSLANAAAAA - la llamé gritando lo más fuerte que podía, y había servido por que unos segundos después escuché unos pasos hacía mi habitación.

-¿Qué quieres, pumuki? - me preguntó ella después de abrir la puerta y entrar en mi habitación. Le señalé con el dedo en dirección de mi armario que estaba literalmente vacío. - Joder Martin, eres un desastre, vamos a ir a comprar algo rápido que aún queda dos horas- dicho eso agarré una sudadera que tenía tirada en algún lado de la habitación.


Cuando llegamos de comprar me puse la ropa que me había comprado media hora antes, Ruslana estaba en el baño dando unos últimos retoques a su maquillaje, mientras yo la esperaba en la puerta para irnos ya que si no llegaríamos tarde.

De repente aparece Ruslana con un hermoso vestido negro apretado, ambos íbamos de negro y la verdad es que nos veíamos muy guapos.

- Pero que guapa estas, Rus - le dije yo mientras le daba la vuelta para poder verla entera mientras que ella se reía - ¿nos vamos señorita Ruslana? - le dije yo en broma a lo que ella se rio a carcajadas y yo me uní a ella.

Después de una buena ronda de chistes malos por la calle, estábamos ya en la puerta de la fiesta. Al entrar había un ambiente típico de fiestas, empezamos a buscar entre la gente a Kiki, hasta que la vi en la barra con otra chica pelirroja.

-Rus, allí está Kiki, vamos con ella - y nada más decir eso, nos dirigimos hacía ella. La noche estaba siendo la hostia, bebidas raras, bailes locos y retos realmente estúpidos, todo parecía ir super bien hasta que de un momento la cara de Rus se descompuso cuando miró a una dirección, como soy muy pero muy curioso, miro hacía la dirección donde estaba mirando Rus, y tan solo puedo decir que bendito día en el que nací así de curioso.

Era Juanjo entrando por la puerta con una chavala de más o menos nuestra edad, me quedé petrificado, me esperaba de todo menos eso, pero bueno, vamos a olvidar este tema y vamos a disfrutar de esta noche junto a Kiki, Rus, Lucas y Violeta, que es una chica que ha conocido hoy Kiki en esta fiesta.

Estábamos Rus y yo dándolo todo, pero de repente las luces se volvieron rojas Ruslana y yo nos miramos pues al parecer ambos estábamos pensando en la misma canción unholy, y nuestras sospechas se volvieron ciertas cuando la canción empezó a sonar.

Creo que nunca olvidaré ese momento Ruslana y yo dándolo todo mientras que bailábamos y cantábamos muy sensualmente en un círculo de personas. Al acabar la canción decido salir un momento a tomar aire, pues allí a dentro parecía una sauna.


JUANJO

Estaba tan aburrido que decidí ir a por más bebidas junto Bea, pues Álvaro había desaparecido hace tiempo con un chico que creo que se llamaba Pablo pero le dicen Paul.

𝓥𝓸𝓵𝓿𝓮𝓻 𝓪 𝓿𝓮𝓻𝓷𝓸𝓼 | ᴊᴜᴀɴᴛɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora