¿futuro?(Pausada)

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Capítulo 3: Ecos del Pasado

La oscuridad envolvía el parque, pero para Nick Fury, la noche era solo otro campo de batalla. Mientras los últimos ecos de risas y conversaciones se desvanecían en la distancia, su determinación no conocía límites. La niña no era solo una sombra en el parque; era la clave de un misterio que se extendía más allá de lo que sus ojos podían ver.

En la lejanía, una figura solitaria se acercaba. Era Maria Hill, su rostro iluminado por la luz de una linterna y la urgencia de noticias recientes. "Nick," dijo con voz tensa, "hemos encontrado algo."

Fury se giró hacia ella, su atención inmediata. "¿Qué es?"

"Una serie de dibujos," explicó Hill, extendiendo las hojas de papel ante él. "Los encontramos en la casa de la niña. Creemos que son importantes."

Los dibujos eran detallados y vívidos, mostrando escenas que parecían imposibles. Los Vengadores luchando contra enemigos desconocidos, lugares que no existían en ningún mapa, y en el centro de todo, la niña, con una sonrisa que parecía desafiar la realidad misma.

Fury estudió los dibujos, cada línea, cada color. "Esto... esto es más que la imaginación de una niña. Esto es profético."

Hill asintió. "Pensamos lo mismo. Y hay más, Nick. La niña... no es una niña normal. Hemos hablado con sus padres, y ellos..."

Fue interrumpida por un agente que llegó corriendo, sin aliento. "Señor Fury, señorita Hill, ¡la hemos encontrado!"

"¿Dónde?" preguntó Fury, su voz un trueno en la calma de la noche.

"En el museo," respondió el agente. "Ella está allí, y no está sola."

Sin perder un segundo, Fury y Hill se dirigieron hacia el museo, los dibujos firmemente sujetos en sus manos. La búsqueda había tomado un giro inesperado, y ambos sabían que lo que encontrarían podría cambiarlo todo.

El museo, un edificio antiguo y majestuoso, se alzaba ante ellos, sus puertas cerradas al público pero abiertas para el misterio que se desarrollaba dentro. Con cada paso que daban, el destino de la niña, los Vengadores y el mundo entero se entrelazaba más estrechamente.

La historia continuaba, y cada nuevo descubrimiento era un hilo más en la tela de una aventura que apenas comenzaba.