"Tarde con Theo, como siempre"
- ¿PORQUÉ ÉL? NOOOO
- Maya ¿qué te pasa?
Theo se acercó corriendo a mí con un gesto de preocupación, la cual al verme se convirtió en confución y finalmente en reclamo.
- ¿El protagonista? - preguntó observando el libro que sostenía.
- SIIII - dije aún llorando. Conociéndome debía tener la cara roja, me veía rara llorando.
- ¿Quieres contarme? - preguntó sentándose en mí cama, me abrazó con ternura.
- Es que se murió, él la cuidó hasta morir. Él estuvo ahí, él no merecía moriiir - hundí mí cara en su pecho para seguir llorando por el final de aquel libro.
- Pero ¿no estaba todo en orden?
- Se supone, pero toda la trama dió un giro repentino y... Y SE MURIÓ - y seguía llorando
- Plot twist
- SIII
- ¿Y la chica?
- Ella nunca amará a nadie como lo amó a ÉL. QUEDÓ DESTROZADA CUANDO LE DIJERON QUE ESTABA MUERTO
- No grites, por favor, te lastimas las cuerdas vocales
- Pe-pero él mu-murióooo
Seguí llorando durante un tiempo. Así pasaba cada que leía un libro de este estilo. Lloraba cuando la autora tenía complejo de asesina y mataba a mi personaje favorito.
Generalmente Kia leía estos libros conmigo y terminabamos llorando, pero lo hacíamos juntas. Luego se la pasaba unos días quejándose del final que no le gustaba.
Sin Kia presente para llorar por finales trágicos. Theo era el que me escuchaba por horas, sin cansarse, de libros que leía.
A veces también se quejaba de la trama o de uno que otro final trágico. Y Theo no era muy fanático de la lectura. No sabía de lo que se perdía.
Pero ahí estaba, consolandome, porque por más cosas que dijera, yo no dejaba de llorar.
- ¿Quieres ir por un helado? El que tú quieras
Al oír y analizar esas palabras, la tristeza que anteriormente sentía, se esfumó de repente a la mención de comida. Levanté la cabeza para poder verlo, aún con lágrimas en los ojos.
- ¿El que yo quiera?
Asintió, esperó un momento a que respondiera. Ansioso. Me limpié los ojos con el dorso de la mano, le mostré una sonrisa y lo abracé.
- Vamos
- Vamos
Nos levantamos de mi cama y salimos de la casa para ir directo a la tienda de helados. A veces, cuando convivía con Theo, me sentía como una niña pequeña. Y él, muy alegre, me consentía mis caprichos.
Para sorpresa de nadie, me comí otro helado. Pero en mi defensa, no me podía resistir a más helado, peor si aquel era de chocolate. Pero no abusé, dos helados y no más.
![](https://img.wattpad.com/cover/363705912-288-k846489.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El diario de Kia
Short Story¿Qué ha sucedido con Kiara Wilson? ¿Porqué desapareció de la nada? ¿A dónde fue? ¿Porqué se fue? Esas y otras preguntas son las que atormentan a Maya, mientras su preocupación crece al no saber absolutamente nada de su amiga, su mejor amiga. Todo...