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"Sé que no somos eternos.

Somos un desastre esperando a ocurrir..."


Mi hermana sé fue poco después de las siete de la tarde. Y fue cuando el turno de visitas terminó, pasaba la noche sola. Por lo menos hasta que me ganaba el sueño y me quedaba dormida.

Y también comía sola.

Una enfermera se asomó y me trajo mi cena del día de hoy.

Un poco de arroz con leche, fruta selecta y agua en una jarra. Por lo menos el agua era algo que nunca me faltaba. Además del hambre.

Desde que estoy aquí estoy en una dieta en la que no podría haberme metido por voluntad propia. Porque para empezar yo jamás estoy a dieta, como saludable pero a dieta jamás me pongo.

Creo en el poder de la comida a través de la alimentación saludable, se cómo comer y que no debo consumir, soy alérgica al coco en todas sus presentaciones por lo que debo tener mucho cuidado con lo que consumo.

Sobre todo en postres, ya que muchas veces el coco se utiliza como saborizante artificial en ellos. Así que antes de comprar algo en el súper mercado todas prestamos atención a las etiquetas y cuando compramos repostería pregunto si utilizaron algo con ese ingrediente para no pasar sustos.

De todas maneras en mi bolsa siempre cargo medicamento y una inyección de epinefrina por si las dudas. Nunca he tenido un ataque tan potente como los que salen en las películas, o al menos no uno que recuerde. Pero he tenido esta alergia desde que pude comer alimentos sólidos.

Mi madre solía decir que cuando era niña comí un pastel con él y poco después no pude respirar. No lo recuerdo, como ya lo dije. Pero me ha tocado comprobarlo gracias a pequeños descuidos con la comida que consumo del día a día.

Aún así lo más grave que me ha ocurrido es una picazón excesiva por todas partes.

—¿Quieres que te sirva agua?

—Sí, por favor —la mujer toma la jarra y la vacía dentro de un pequeño vaso de color caqui que hay sobre mi bandeja de comida— ¿te ayudo?

Cuando está sirvió el líquido, inmediatamente fui hacía el vaso. Estaba tan sedienta. He hablado tanto que mi boca se encuentra seca y un poco pastosa así que estoy agradecida de que me den agua ahora mismo.

Me acerco un poco el vaso pero el resultado no es el que espero. Me vacío en la camisola del hospital un poco del líquido.

—¡Oh Dios! —Grita la enfermera— déjame ir por una toalla.

La mujer desaparece dentro del cuarto de baño cercano y regresa con una toalla blanca, me la pasa por el cuello que estiro un poco para que me pueda limpiar bien. Me quitaron el collarín por fin está mañana, aunque aún me duele el cuello y esa es la razón por la que necesito ayuda para comer todavía.

Y eso no ha sido mi idea, sino del médico residente que estaba en turno y ha dado al orden para que me lo quiten.

"—Debes tener cuidado sin embargo al girar la cabeza de un lado al otro y no recomiendo comer sola, podría ser mucho esfuerzo para su cuello".

¡Patrañas! Quise gritarle en su cara.

Pero...

Era demasiado bonito para hacerle eso.

Cuando le conté esa historia a mi hermana mayor se murió de la risa.

—Déjame que te de un popote para ayudarte.

—¡NO! —Grité más fuerte de lo normal. Me di cuenta porque la mujer se sorprendió, sus ojos casi se salen de sus orbitas y se hizo hacia atrás en donde estaba parada— lo siento, es que no me gustan los popotes de plástico. Tengo unos en casa, le pediré a una de mis hermanas que me los traigan la próxima vez pero por ahora intentaré tomar agua de esta manera.

—Está bien —la enfermera no supo que más decir, tomó el vaso de agua y acuno con su mano debajo de la boca de la chica e hizo una especie de hamaca para evitar que el líquido se cayera hasta su blusa y se mojará de nuevo.


►►►


Como ya dije antes, me quedé sola, además de unas cuentas enfermeras estoy sola en la habitación y de los guardias que están en la puerta en todo momento.

Aunque no sé si están aquí para evitar cuidarme o para evitar que me vaya corriendo.

Como si pudiera ir a algún lado sola...

O sea, tengo un yeso en mi brazo y otro en mi pierna que hasta me impide ir al baño sola.

Belikov... —Grité y luego espero a que él se asome.

Entra en la habitación, camina hasta mi cama y se detiene a pocos metros de distancia.

—¿Qué veremos el día hoy? —Tomó el control en mis manos y lo apunto hacia la televisión en espera de que se encienda— ¿recuerdas que estaba viendo ayer?

—No.

—Por suerte Netflix tiene una barra dónde te recuerda lo que aún no terminas.

—¿No la había terminado ya? —Dice sin moverse.

—Sí, pero siempre la puedes ver de nuevo —eso enciende mi cerebro, lo alumbra y me da una idea— o en ver de nuevo...

—¿Perdón?

Muevo mi mano, quiero agua de nuevo. Pero no alcanzo.

No le miró, él lo hace por sí solo. Sin que se lo pida. Toma la jarra y me sirve agua en el pequeño vaso. Pero no me lo da, lo examina un poco con la mirada.

—¿Qué pasa? Crees que tiene algo de veneno...

—Falta algo aquí.

—¿Qué Belikov?

Él lleva su mano derecha al interior de su traje de chaqueta, mencioné que siempre llevan trajes, todos los miembros del equipo de seguridad los llevan.

Bueno, decir todos es una exageración quizás. Porque hasta el momento solo he visto a tres de ellos, pero puedo imaginarme que deben haber más siendo el presidente una persona tan importante como lo parece no esperaría menos de él.

Además con Dimitry es con el único que he podido hablar un poco más. Con los otros dos solo he usado las palabras "Buenas tardes" y "Buenas noches". Cuando despierto por lo general el que siempre está aquí por las mañanas es Dimitry y siempre...

Creo...

¿Dormirá?

—¿Qué es eso?

Abre un estuche de color negro de tela y saca un popote de color morado tornasol y lo pone dentro del vaso.

—Esto.

—¿Se lo has pedido a mi hermana? —Yo no tenía uno así en casa pero podría ser que ella lo hubiese comprado nuevo para la ocasión, a pesar de que tenía unos en casa que podría usar muy bien— ¿O de dónde lo has sacado?

—Lo he comprado para usted está tarde, después del incidente con el vaso más temprano.

—¿Lo viste?

—Lo escuché. Me basta con eso.

—Gracias. —Le digo usándolo por primera vez para darle un largo sorbido al vaso de agua. Una vez que siento que el líquido ha pasado bien por mi boca vuelvo a hablar.

De nuevo no dice nada.

—Sé que no te gusta hacerlo y que puedo llegar a ser tan molesta a veces... pero podrías quedarte a ver la televisión conmigo, solo hasta que me duerma.

Él asintió.

Gravity "Serie Hermanos Marroquín" I. #PGP2024 #Wattys2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora