Gordon miraba sin expresión a Camila, intentando entender su declaración.
-No... no lo comprendo.-
-Gordon por favor, estoy exhausta. No sé qué más quieres que te diga, cuando el Joker me sacó de ese lugar y luego me dejó libre también me sorprendí. Le habré dado pena, no lo sé. Sea lo que sea estoy bien.-
En verdad no estaba muy bien, pero eso ya lo meditaría en su departamento, habían pasado muchas cosas y necesitaba pensar y aclarar si mente.
-Es muy extraño, es un asesino, un psicópata.-
-Sociópata más bien. Bueno sea lo que sea, ¿ya puedo irme? Estaré en mi departamento por si me necesitas. En verdad necesito descansar.-
La miró por unos momentos más, como intentar descubrir si había algo más o si estaba siendo totalmente transparente con él.
-Puedes irte, tu coche está afuera. Camila.- dijo serio- si recuerdas algo más por favor no dudes en llamarme. O si solo necesitas hablar... no es tu primer secuestro. Quizás deberías hablar con alguien.-
Sabía que lo iba a mencionar.
-No fue un secuestro, para mi fue un rescate más bien. Y en verdad estoy bien. Si puedo recordar algo más te llamaré. Siempre lo hago, no te preocupes.-
Ya en su casa pudo respirar aliviada, vivía en un edificio con seguridad, no es como si eso fuera a detener al Joker si al final se decidía por matarla, pero algo segura se sentía. Cuando prendió las luces y vio las formas familiares de su entorno, todo el estrés y agotamiento pareció caerle de pronto. Quería llorar pero las lágrimas no salían. Se quitó su ropa como si se estuviera quitando los acontecimientos de los últimos días. Se dirigió al baño y mientras la tina se llenaba quería poder ordenar un poco lo que había pasado.
Luego de subirse al helicóptero y de que la taparan con una bolsa en la cabeza, se había comenzado a preguntar si irse con él había sido buena idea. No supo cuánto tiempo, pareció eterno el viaje, pudo haber sido 20 minutos, o dos horas, pero cuando sintió que aterrizaban comenzó a preocuparse un poco más. Se preocupó en vano, la habían dejado sana y salva en los límites de la ciudad.
Un año había estudiado el caso del Joker. En un año había llegado a la conclusión de que no conocían nada en verdad de él. No había registro del él en ninguna base de datos, como si hubiera aparecido de repente en la ciudad, no se sabía nada de su niñez, de su adolescencia, como un fantasma, ni siquiera su verdadero nombre. En sus sesiones tampoco se dejaba entrever mucho acerca de su personalidad. Camila llegó a pensar que Joker en verdad era un hombre frío y calculador, que el Joker solo era un personaje, una máscara detrás que escondía algo más. Quería poder, y lo tenía. Prácticamente Gotham estaba a sus pies, bueno no por completo. Por lo que Gordon le había dicho era que en medio del caos que era Gotham, el crímen estaba bien organizado, al menos desde la aparición del Joker. Imponía respeto y autoridad, bueno al comienzo se impuso matando a quien le dijese algo que no, pero ya con el tiempo fue posicionándose en la narcocriminalidad y el contrabando de armas. Eran sus principales fuentes de "trabajo" le había explicado Gordon. Lamentablemente, y a pesar de Gordon, él mismo reconocía la inteligencia del Joker que no dejaba rastros que pudiesen guiarlos a él ni que pudisen incriminarlo de algo. Sus crímenes eran secretos a voces, todos sabían de ellos pero nadie era se atrevía a ir en contra del Joker.
¿Y cómo había terminado en Arkham? Bueno, a pesar de su gran inteligencia, no podía tener todo bajo control, al parecer a veces su impulsividad lo engañaba. Todo comenzó hacía un par de años atrás, su fama ya estaba establecida y era un conocido criminal, pero la policía todavía no tenía pruebas de nada. Una noche irrumpió una fiesta de caridad hacia los niños huérfanos, y robó a todos en el lugar, bueno, de hecho dejó a todos en ropa interior ridiculizando a la gente, políticos y mucha gente adinerada. No hubo fotos, ni videos del momento, incluso mucha gente se negó a hacer declaraciones en su contra, pero fue tan grande la demanda de la gente de clase alta que se había sentido humillada, que decidieron llegar a juicio al Joker. Su caso fue mediático, nunca aceptó su culpabilidad, aparecía ante el Juez sonriendo como su no hubiera hecho nada malo, luego de varios meses se dictaminó la pena de cinco años en prisión, pero su hábil abogado abogó por la inestabilidad emocional y psíquica de su cliente que dejaron que cumpliese su pena en el asilo de Arkham. Ni siquiera el día de su condena de dejó ver compungido. En todo momento sonreía.
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Bullet proof soul
RomanceUna psiquiatra que se enamora de su paciente, que no es ni nada más ni nada menos que El Joker. Con el tiempo el mundo de ella va cambiando, al igual que el mundo de él. Gotham es un caos, lo que menos esperaba Camila Morris era encontrar pasión en...