Diario de Camila.
¿Irónico no es cierto? Todos los días trato casos de suicidio, depresión, personas con verdaderos problemas psicológicos serios y yo acá pensando en el sentido de la vida. No lo encuentro. Sé que necesito ayuda, pero las pocas veces que intenté hacer terapia mi ego me hacía sentir que el profesional no sabía nada, y lo peor que no le interesaba nada de mi ni de lo que le contaba. Desistí hace años, no quiero volver a pasar por una sesión de esas. Por eso estoy empezando un nuevo diario.
Necesito desahogarme, me siento asfixiada por algo que no puedo identificar qué es.
Tengo deseos de lastimarme, pero hace años que no lo hago y hacerlo sería un alivio momentáneo pero sé que después me arrepentiría. Lo estaba llevando todo bastante bien, no sé porqué vuelvo a sentir este vacío.
Muchas veces pienso que saber lo que se siento no tener ganas de vivir, es lo que me hace querer ayudar a las personas. Trato a mis pacientes como me gustaría que me traten a mí, y no quiero verlos sufrir. Conozco sus tormentos, pero a veces siento que un ciego está guiando a otros ciegos. Me gustaría poder ser normal, o de esas personas que no le interesa nada ni siente empatía por el otro. Creo que mi problema es que siento todo demasiado, y eso duele. Mi rostro de seriedad ante todos esconde un mundo lleno de emociones que son más grandes que mi cuerpo. Mi mente va demasiado rápido, mi ansiedad me controlo. Debo intentar calmarme y encontrar algo que me motive.
Soy muy cobarde para hacerlo, por ahora no me animo me muchas veces temo en que llegue el día en que caiga tan bajo que ya no pueda evitarlo. De momento seguiré buscando algo que me mantenga con vida.
Varias páginas después.
Estoy deseosa de contarlo, no tengo amigas en quien confiar, y tampoco es como si pudiera comentar esto con alguien a la ligera. Hoy ingresó a Arkham un nuevo paciente, "El Joker" le dicen. Nadie quiere tratarlo, es la segunda vez que lo atrapan, y la primera vez que estuvo internado causó varios problemas. ¿Era esto lo que necesitaba? Solo pude verlo y hojear su legajo. Muy interesante me pareció, y me dio un poco de lástima escuchar como los demás se burlaban de él. El Dr. Cornelious quería mantenerlo sedado, para que no causara ningún problema. A pesar de que me encuentro desbordada de pacientes le pregunté si podía tratarlo yo. Al principio me miró desconfiado, pero luego aceptó con una risa burlona. Creo que ninguno quiere arriesgarse a que se vuelva a escapar bajo sus narices, y por eso aceptó en darme toda esa responsabilidad a mí, en el fondo creo le temen un poco igual.
Indagando un poco más supe que habían echado a un guardia porque le pasaba cosas a escondida y lo había ayudado a escapar. Sospecho que algún que otro doctor también era sobornado para que le dieran un trato preferencial pero de eso solo hay rumores. Como sea, mañana será nuestra primera sesión, estoy ansiosa por hablar con él, espero poder dormir.
Última página:
Hoy sucedió algo extraño... Creo que el Joker disfruta cuando le hablo acerca de mí. No suelo hablar de mi vida con los pacientes, pero he descubierto que muestra algo de interés cuando le cuento anécdotas o cosas de mi vida. Por supuesto intento ver todas sus reacciones, y así ver si puedo sacar algo de él. Pero debo admitir que sabe jugar muy bien, es completamente hermético. Creo que hay algo hacia la figura materna, no le gusta cuando le comento algo sobre mi madre, pero se muestra interesado en el trato de mi padre hacia mí.
-Un hombre muy correcto.- Me dijo cuando le estaba contando la primera vez que lo había acompañado a tribunales cuando era pequeña. Mi padre había muerto hacía pocos años solamente y el Joker no sé sabía pero debe tener entre 30 o 40 años, es difícil de saberlo, por lo que era posible que se hubieran conocido en algún momento.
-¿Lo conocías?- Le pregunté porque habló como si supiera algo, temía que dijera que sí.
-Digamos que escuché algunas cosas de él. Fue bastante famoso en su momento. Incluso recuerdo...-
Sonrió malévolamente y se recostó sobre su silla.
-¿Qué recuerdas?- Lo apuré a que me dijera lo que pensaba.
-Hace años habían secuestrado a su hija. Supongo que eres tú.-
No me gustó para nada por donde estaba yendo la conversación así que la finalicé antes de tiempo. Las cosas que le contaba sobre mi vida era sin importancia, no estaba dispuesta a compartir nada de mi vida más privada con él.
Me agradan sus sesiones, me encuentro esperando ansiosa, pero no deja de ser eso, un hombre trastornado mentalmente, un sociópata. A veces lo miro y me pregunto cómo será mantener una relación con él, o cómo sería como pareja. Preguntas extrañas lo sé, y no sé porqué siento esta curiosidad, bueno si... creo que
Esas eran las última palabras del diario de la Dra. Morris. El Joker maldijo por lo bajo y lo tiró al suelo enojado. Lo leía y lo releía para ver si podía encontrar algo más acerca de la doctora pero era el único diario que habían encontrado en su casa. De todas maneras había descubierto que no le era indiferente y eso le agradaba. Poco a poco se fue calmando, pensando y pensando en un plan. Se le ocurrió algo muy arriesgado, pero tenía que intentarlo. Podría salirle todo muy bien, más bien tenía que salirle todo bien sino Camila podría llegar a odiarlo para siempre.
Camila abrió sus ojos despacio, le dolía muchísimo la cabeza como si hubiera tenido resaca. Se había despertado en una enorme cama, una tibia luz entraba por los grandes ventanales. La habitación era enorme, no era la de ella, de hecho la habitación era casi del tamaño de todo su departamento. Entró un poco en pánico y estaba aterrada, no sabía cómo estaba ahí. Me estoy volviendo loca, pensó. Salió de la cama y vio que tenía un hermoso camisón blanco que tampoco lo reconoció como suyo. Se sentó en la cama muy confundida, si estaba durmiendo en su casa, cómo había despertado en esa habitación de ensueño y con dolor de cabeza. Miró por la ventana y solo vio el mar, las olas golpeaban la orilla y ahí se percató del ruido. En Gotham no hay mar, dónde mierda estaba. Soñando? No parecía un sueño, se sentía bien despierta.
Con miedo quiso abrir la puerta y no pudo, estaba con llave. La golpeó y comenzó a gritar que la sacaran de ahí pero se detuvo en el primer grito porque sentía que su cabeza iba a estallar. Comenzó a llorar de la angustia, estaba preocupada porque pensaba que su mente le estaba jugando una mala pasada y que se estaba imaginando todo. Pero a los pocos minutos la puerta se abrió y una mucama entró. Tenía cara amable, quiso salir por la puerta pero se cerró tan rápido que no tuvo tiempo.
-Señorita, señorita, por favor dígame qué está pasando.-
La muchacha tenía una bandeja con comida que dejó en una mesita, la miró extrañada pero no le dijo nada. Quiso agarrarla del brazo pero sintió que la puerta se abría de nuevo. Esta vez un hombre había entrado, estaba completamente vestido de negro, con camisa y pantalón de vestir. El negro contrastaba con esa piel blanca inhumana que Camila conocía bien.
- Finalmente princesa te has despertado.-
Si, definitivamente se había vuelto loca y estaba alucinando con el Joker.
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Bullet proof soul
Roman d'amourUna psiquiatra que se enamora de su paciente, que no es ni nada más ni nada menos que El Joker. Con el tiempo el mundo de ella va cambiando, al igual que el mundo de él. Gotham es un caos, lo que menos esperaba Camila Morris era encontrar pasión en...