Odette:
Mi primera parada fue la Casa Búho. No quería llegar a Hexside sin Eda respaldándome.
Se sentiría extraño. Había estudiado ahí un par de meses, y volver a ese lugar me parecía aterrador. Sin embargo, me había enterado de que ya no existía la prestigiosa regla del estudio de un sólo aquelarre. Luego del ingreso de la humana, habían accedido al estudio de diferentes tipos de magia. Era un avance, uno que podía cambiar el destino de las Islas Hirvientes.
—¡VOLSITE! —gritó Hooty con entusiasmo una vez que estuve cerca de la puerta, acercándose demasiado otra vez.
—Ahh... sí —sonreí nerviosa.
De pronto, la puerta se abrió, y sentí una ráfaga de viento salir.
—¡Vamos Eda! —gritó Luz—. ¡Debemos volar!
Tenía un uniforme de Hexside, pero en vez de uno o dos colores como solía a ver a los demás, los tenía todos.
—Aquí vamos... —dijo Eda, saliendo de la casa con una sonrisa mientras que Luz daba saltitos ansiosa.
Eda tenía su vestido de siempre, pero tenía encima un saco elegante color negro que le daba un aire diferente.
Al verme afuera, ambas sonrieron complacidas, Eda me dió unas palmaditas en la cabeza y Luz chocó los cinco conmigo. Admito que fue la primera vez que hacía eso.
—Esperen, ¿y King? —pregunté, esperando para verlo.
—Estará bien, volveremos en un abrir y cerrar de ojos —respondió Eda, subiéndose a Owlbert—. Ya se ha quedado solo en casa.
Asentí no muy segura. Luz se subió con Eda en su bastón con tanta alegría que casi se caen al momento de despegar.
Me reí, recibir un bastón de bruja era un paso muy importante para ellas, la emoción de saber quién sería tu compañero de por vida debía ser inexplicable. Incluso yo, que pude elegir lo que sería, el día en que lo tallamos creí que mi corazón explotaría de felicidad.
Sobrevolamos un rato Huesosburgo, y para cuando llegamos a Hexside, ya todos los estudiantes estaban allí junto con el director Bump y con una especie de casita-madriguera.
Los estudiantes hablaban entre sí, y pude escuchar señalizaciones hacia mi persona un par de veces. Muchos ojos me observaban, me sentía extraña, como si me odiaran. El emblema del aquelarre del Emperador era lo que más destacaba en el centro de mi capa, así todos pudieron haber reconocido fácilmente de dónde provenía.
—Buenas noticias en este día trascendental —saludó el director—, hoy van recibir sus bastones de brujo y lo más importante, conocerán a sus taliamigos, algo crucial en su desarrollo mágico.
Wraith se acurrucó en mi hombro, y yo lo acaricié un poco. Me sentía orgullosa de tenerlo, era un dragoncito excepcional.
—Son compañeros de toda la vida, unos buenos amigos y una poderosa herramienta —siguió explicando Bump—, en mi caso...—chasqueó los dedos, y lo que parecía formar parte de su cabeza se convirtió en un taliamigo diablillo—. Frewin me ayuda a ver.
El acarició un poco su animalito. La verdad, jamás me hubiese imaginado que eso era así, ni mucho menos que el director Bump tenía el cabello extremadamente largo, su ojo izquierdo cosido y el derecho tenía una gran cicatriz que bajaba desde su cabeza.
—Tradicionalmente las brujas jóvenes tallan sus bastones de la rama de un viejo árbol Talistrom —explicó Eda, dando unos pasos al frente.
—Pero por desgracia, los árboles Talistrom es muy escasos, y los que quedan se guardan codiciosamente —añadió Bump.
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Yin-Yang | The Owl House
Roman pour AdolescentsDos polos opuestos que se complementan a la perfección. Hunter, Guardia Dorado y mano derecha del Emperador Belos, aparentemente llevaba una vida normal y completa, en sus pensamientos no existía cosa alguna que le faltara. Pero pasaba por alto el...