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“Un embarazo le quitaría casi todo su valor”
Lloydse quedó parado mirando a los ojos de la castaña con incredulidad, tratando de procesar la nueva información que acababa de recibir. Trato de no reflejar tanto su sorpresa en su rostro pero aún así manteniendo una expresión de incredulidad
¿Castidad? ¿Embarazo? Eso no era realmente lo primero que pensaba al enterarse de que a una herrera se le podía reducir su valor. ¿Eso significaba que ese hombre extraño en la tienda de té se había casado y había estado con una herrera?
Esos eran los pensamientos que lo atacaron casí de inmediato. Y mucho más importante ¿Que pasa con Kai? ¿Si ambos se casan eso significaría que ella perdería todo su valor?
Lloyd continuó petrificado mientras se encontraba inmerso en sus propios pensamientos, dio un pequeño paso tratando de decir algo pero no pudo hacerlo, hasta que Kaila volvió a hablarle sacándolo de su pequeño trance
— Bueno, ya es hora de irnos — dijo con indiferencia antes de darse vuelta y comenzar a caminar hacia casa
Al chico le tomó un par de segundos para reaccionar
— Ah ¿Ya te vas...? —
La joven herrera solo dejó de caminar y lo miro sobre el hombro
— Ya se esta haciendo de noche, es mejor volver al templo. Nuestra cita ya término — continuó con una actitud neutral para después continuar su camino
Luego de un momento pudo escuchar los pasos de Lloyd caminando detrás de ella a una distancia considerable
El cielo ya estaba prácticamente oscuro y la calle estaba siendo iluminada por las lámparas de papel de los puestos. Ni siquiera le estaba prestando atención a las personas y las cosas a su alrededor
— (No pasará nada. Lo dije como si no me afectará) — pensó para si misma
De repente, Kai se detuvo, haciendo que Lloyd también parará justo al lado suyo
— ¿Que pasa? — pregunto algo confundido
— Nada — respondió para después sorprender al contrario sujetando su brazo entre los suyos — Vamos — dijo mientras empezaba a caminar, casi arrastrando al rubio junto a ella
Lloyd no pudo evitar sorprenderse, pero al mismo tiempo tampoco pudo evitar sonrojarse levemente al sentir el cuerpo de la castaña tan cerca del suyo y poner una pequeña sonrisa en su cara cuando consiguió seguirle el paso
Por su parte, Kaila solo se concentró en volver a casa. Sintiéndose casi incómoda por percibir las miradas de todas las personas a su alrededor sobre ella
