Un Corazón Dividido | SASUSAKU

CAPITULO 8 | SORPRESA

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El cielo estaba gris y un ligero viento soplaba. Sakura se encontraba sentada observando las hojas de los árboles mecerse de un lado a otro.

Eran casi las cinco de la tarde; había pocos transeúntes a su alrededor y mientras disfrutaba el clima decidió observar el paisaje y recordar un poco.

Entonces al prestar más atención pudo darse cuenta qué aquel lugar donde se hallaba era el mismo sitio donde le confesó a Sasuke sus sentimientos aquella noche qué decidió marcharse de konoha.

《¡Te amo tanto que ya no puedo más!》

──Tsk...

Puso un mechón de cabello tras sus orejas al recordar esa frase. Pues en ese tiempo, solo era una adolecente qué no sabía que hacer.

Ya habían pasado dos días desde que Sasuke regresó a Konoha, y desde aquel breve encuentro, no lo había vuelto a ver. La incertidumbre la invadía, pero no había tiempo para detenerse en pensamientos.

Miró al cielo y notó que las nubes se agrupaban, amenazando con una lluvia inminente. Decidió apresurarse hacia el hospital, donde sabía que su ayuda sería necesaria.

Mientras caminaba, el viento soplaba con más fuerza, y las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer. Llegó al hospital justo cuando la lluvia se intensificaba. Al entrar, una enfermera se acercó rápidamente.

──¡Señorita Haruno! Es bueno verla.── habló la enfermera con evidente alivio ──Han llegado algunos pacientes y estamos desbordados. ¿Podría ayudarnos con algunos?

──Por supuesto.── respondió Sakura sin dudar ──Es mi deber como médico de Konoha.

Se dirigió a la sala de médicos y se colocó la bata. Mientras se la ponía, la enfermera leía la lista de pacientes.

──Tenemos tres habitaciones que necesitan atención.── indicó con seriedad ──En la primera, hay un ninja con múltiples fracturas; en la segunda, una kunoichi con quemaduras graves; y en la tercera, un joven con una herida en la columna.

Sakura asintió, enfocada y lista para comenzar ──Empezaré por la primera habitación.── dijo, mientras terminaba de ajustarse la bata ──Luego seguiré con los otros dos.

Se dirigió con el primer paciente, donde un joven ninja yacía en la cama, con vendajes por todo el cuerpo y una expresión de dolor. Sakura se acercó y comenzó a usar sus habilidades médicas para sanar las fracturas.

Pasó a la segunda habitación, donde la kunoichi con quemaduras graves la esperaba. Utilizó su chakra para aliviar el dolor y acelerar la regeneración de la piel. La paciencia y el cuidado de Sakura eran inigualables, y cada movimiento estaba lleno de precisión y empatía.

Finalmente, llegó a la tercera habitación. Al entrar, su corazón se detuvo por un instante. En la orilla de la cama, se encontraba Sasuke.

Él la miró con atención, pero no dijo nada. Sakura sintió cómo sus piernas se debilitaban y sus mejillas comenzaban a arder.

──Perdón, me equivoqué de habitación.── balbuceó, y rápidamente salió, cerrando la puerta tras ella.

Se apoyó contra la puerta, tratando de recuperar el aliento y calmar su corazón acelerado. Realmente no esperaba verlo ahí.

Deslizó la mano hasta su bolsillo y sacó la lista de pacientes, con las manos temblando. Miró con horror, cuando se percató de que no había cometido ningún error; esa era la habitación correcta.