Tal vez en Otro universo... (one shots).

Una vez más para verte. 1/3

En la gira de su disco la Cultura de la Basura, iban de país en país, hotel a hotel, y la idea de volver a casa con una familia había cambiado, no eliminado, ya que al final ese grupo con sus productores, representante y más, eran su familia y volvían a ellos.

En sus primeras giras, se sentían extraños y creían que esas primeras noches de sexo con desconocidas significaban algo, pues ellos ingenuos se daban el esfuerzo de entablar una relación mínima de afecto al menos, para no sentirse sucios, sin embargo eso se perdió poco a poco y las noches furtivas de pasión se habían vuelto tan aburridas, que la idea de tener solo sexo porque sí les hartaba al menos para Claudio y Jorge. Jorge era quien más tenía el deseo sexual, y al ser el cantante, soltero, lo buscaban más pero no les agradaba mucho, pues a veces se burlaba de su fanatismo y de todas formas mantenían relaciones, era un juego de poder en el que avivan su ego. Por otro lado, Claudio igual se daba al deseo y pasión, aunque en ese tiempo eso había bajado, ya que hace algunos meses se había casado, con un hijo a la espera en menos de par de meses.

Pero curiosamente, en el camino se fueron descubriendo poco a poco, Jorge con más libertad había tenido algo pasajero con un par de hombres, y todos lo sabían pero no les importaba, excepto Claudio.

Cuando lo veía así le surgía una sensación extraño como de repudio pero no podía dejar de ver. Lo había visto dejarse llevar con tanta facilidad, o al contrario lo había visto conquistar personas en plenitud con pocas palabras. No sabía cómo lo hacía, pero creía ya tener claro algunos patrones. Primero veía que tenía una mirada muy clara que no escondía interés, miraba con libertad de pies a cabezas a sus presas, no siempre se acercaba pero cuando lo hacía lo hacía muy casual casi desinteresado, y no escondía nada, por ejemplo él no era un gran bailarín pero bailaba siempre y su confianza convencía al resto que era el mejor. No tenía un sentido del humor común, pero cuando contaba un chiste era el primero en reírse y contagiaba al resto. Esas cosas cría que nuca podría hacer, en el escenario cuando le apetecía hacía y decía todo, mientras Claudio luchaba por no parecer un robot aunque hiciera su pasión.

Una de las tantas noches de fiesta tras una presentación exitosa, se sentó en un sillón con un vaso en mano, simplemente para tomar aire, buscó con su mirada a Jorge pero no lo encontró supuso que estaría en las suyas, y se iba a volver a levantar para él mismo tener algo de diversión pero un par de manos se pusieron en sus ojos.

- Adivina quién soy.- dijo una voz alterada como la de un alíen, pero eso lo delató más fácil, pues era la voz que Jorge hacía cuando se reían en clases hablando tonterías espaciales.

- Choche el extraterrestre. - dijo riendo de la buena memoria de su amigo, y quitando el par de manos de sus ojos amablemente.
Tenía la camisa a medio abrir y se sentó al lado suyo. Cuando bebía era muy cariñoso, sobre todo con amigos, a los que en sí no mostraba tan atentamente su afecto con palabras, lo hacía con acciones, pero al beber lo hacía con todas las formas posibles. Por ello pasó su brazo alrededor de sus hombros y lo acercó a él bruscamente de formas que ambos rieron. Claudio no tenía problema con el contacto físico en general, era bastante cariñoso en ese aspecto así que tranquilamente aceptó el contacto.

- ¿Estás bien?- preguntó Jorge.

- Sí, ¿por?- dijo confundido Claudio, estaba tranquilo, no creía verse mal como para que le preguntara.

- Nada, solo me pareció raro verte solo entre tanta gente.

- Ah, bueno, estoy un poco cansado nomás.

- ¿No te interesa ninguna de estas chicas? Desde aquí veo a más de una que no te ha quitado los ojos de encima.

- No tengo ánimo la verdad, además seguro te están viendo a ti.