Una vez más para verte. 3/3

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Cuando llegaron al hotel, Jorge tuvo miedo de ir a la habitación de Claudio, mejor era dejarlo descansar, además que no lo hacían todas las noches, sino básicamente cuando lo acordaban sutilmente con miradas o directamente hablando las noches en las que la luz se apagaba. Antes de irse a dormir cada uno a su habitación, Jorge le dijo que todo estaría bien y no pasaba nada, lo mismo que todos le dijeron, y Claudio solo agradeció sin decir mucho, cosa que preocupó a Jorge.

En la madrugada, Jorge dormía profundamente, solo, hasta que alrededor de las cuatro de la mañana, tres horas después de su llegada, escuchó golpes en la puerta. Se tardó en despertar pero cuando lo hizo, de inmediato abrió, con la ropa de dormir y los cabellos sacudidos, tosió un poco aclarando su garganta cuando vio a Claudio con la misma ropa de antes, los ojos rojos, buscándolo.

- Claudio..., ¿qué paso?

Jorge lo dejó pasar de inmediato, esperaba que dijera algo, pero sin más preámbulo Claudio quien intentaba calmarse, cuando se sintió cerca suyo, seguro y aterrorizado, rompió en llanto. Jorge confundido lo abrazó de inmediato escuchando sus sollozos y como se aferraba a él, escondiendo su rostro.

Esperó a que se calmara, se sentaron en la cama, Jorge quería oírlo explicar que pasaba, pero Claudio no paraba de sollozar, tapándose la boca para no hacer escándalo.

Pronto habían quedado acostados, Jorge apoyado en el espaldar y Claudio sollozando en su pecho tapando su rostro.

- Mírame, Claudio.- dijo tratando de quitarlo de su pecho pero este hacia fuerza, no quería decir, ver u oír nada, solo podía desvanecerse en lágrimas.

- Claudio...- llamaba sintiendo como el también empezaba a quebrar su voz. - Basta, mírame. - decía cada vez más serio, no porque estuviera enojado, sino porque estaba asustado. Parecía que Claudio no pararía nunca, y su falta de palabras solo lo hacía sobre pensar que cosa tan terrible lo tenía así.

- Claudio, mírame. - dijo moviéndolo de esa posición tan cómoda, obligándolo a separase de él, pero se rehusaba y finalmente Jorge, tuvo que dejar de mimarlo. - ¡Claudio, basta!

Lo tomó de las manos para que no escondiera su rostro, y lo separo de su pecho. Estaban acostados pero finalmente cara a cara. Jorge veía con una sola lágrima cayendo de su rostro la cara empapada de su amigo, con los ojos rojos, los labios resecos y los parpados levemente inflamados.

- Dime qué te pasa. - demandó a lo que Claudio quien supo que no podía seguir escondiéndose en Jorge, empezó a respirar entre cortado como un niño, y aunque no lo podía ver a los ojos, buscó las palabras y cuando parecía que iba a soltarlas se retraía y luchaba por no volver a romperse en lágrimas.

- ¿Qué pasa? Por favor, Claudio, dime...

Dijo Jorge haciendo más fuerza en su agarre por el estrés, y aunque el tono de su voz ya no era confortante sino autoritario, repetir un par de veces la preguntaba de que le pasaba, hizo que Claudio finalmente harto de la forma tan brusca de Jorge de tomarlo y hablarle, dijera lo que se venía tragando desde hace meses pero acumulado del dolor.

- ¡No quiero ser padre!..

Cuando lo dijo Jorge quedó sorprendido, y lo soltó, Claudio volvió a caer en las lágrimas. Se volvió a tapar el rostro con las manos, y Jorge lo abrazó fuertemente.

- ¿De qué hablas?- preguntó confundido.

Lo abrazaba tan duro que Claudio buscaba aire pero no podía, y tuvo a la fuerza que respirar otra vez normal, hasta por fin cesar sus lágrimas.

- Lo vas a ser bien... Vas a ser un gran padre, con una familia... No tienes por qué preocuparte, eso le pasa a todos... - dijo Jorge suponiendo de donde venía su miedo pero Claudio molestó lo interrumpió.

Tal vez en Otro universo... (one shots).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora