Después de todo eso, me fui a dormir. Extrañamente, soñé con lo que había acabado de suceder.
Me preparé para la escuela. Usualmente me demoro mucho en esta parte, pero es el precio que tiene ser bonita. Antes de esta semana, solía desayunar después de alistarme, pero Hanni me dijo que me veía un poco más subida de peso. Cuando le pregunté qué hacer, me recomendó dejar de desayunar, así que le hice caso, después de todo, es mi mejor amiga.
—Abre la puerta y se sube al ascensor—. Hoy me siento mucho mejor que ayer. Espero no dormirme en clases otra vez. Oh, verdad, y también tengo que pedirle perdón a Hanni. —Sale del ascensor y ve a la chica de la biblioteca saliendo del edificio—. No puede ser, es la tercera vez que la veo en dos días. Si pudiera elegir, bajaría esa cantidad a 0.
Traté de pasar disimuladamente por su costado, pero me agarró del hombro.
"¿Ahora qué quieres? ¿No puedo salir de mi casa en paz?" —Le di una palmada en la mano—.
"Eh, tranquila, no vengo en mal plan ¿está bien? Solo quería preguntarte si quieres irte conmigo. Puedes ahorrarte el dinero del auto".
"Oh, eres tan amable, no, ¿piensas que voy a creer que después de que me dijeras loca y me manipularas, ahora de repente tu corazón se llenó de bondad?"
"Mira, no pienso discutir contigo. Si no quieres, está bien. No te rogaré".
Ella solo se irá y ya? ¿No me pedirá por favor ni nada? "Bueno, bueno, si tanto insistes, me iré contigo".
"Como sea, súbete" —Abre la puerta del auto—.
Me subí al auto algo incómoda, ¿qué pensará la gente si me ve salir del mismo auto donde está ella...?
"A todo esto, ni siquiera me has dicho tu nombre".
"Me llamo Minji".
Qué nombre tan extraño, nunca nadie en la escuela lo había dicho. Esto explica por qué no tiene amigos. "Yo me llamo Danielle, aunque creo que ya lo sabías, ¿verdad?" —Le di un suave golpe y se le cayó una pequeña bolsa— "¿Qué llevas ahí?" Traté de agarrarla, pero quitó mi mano rápidamente.
"Es algo que no te incumbe, ¿está bien? No tienes que saber todo para simplemente subirte a mi auto. Solo te hice un favor porque no tuvimos un buen inicio. No pienses que es más que eso".
"¿Por qué tienes que ser tan grosera? Ni que la bolsa tuviera dinero o algo y está bien, no te estoy pidiendo que sea más que eso, a todo esto, ni siquiera me importa quién eres".
"Eres tan dramática, tal vez la que no tiene amigos eres tú".
¿Cómo supo que pensé eso? ¿Acaso me leyó la mente? Olvídalo, se lo dije ayer también. Jaja. "Claro que tengo y muchos más que tú, seguro" —Dije en un tono soberbio—.
"¿Ah, sí? Mencióname 5".
"Pues en primero, Hanni, mi mejor amiga. Creo que la conoces, estudia en B6 y es muy linda..." Mierda, no tengo más, Danielle piensa, piensa.
Después de decir eso, me quedé en silencio, mirándola a los ojos. Mi mente estaba en blanco.
"¿Pham Hanni? ¿Esa chica no hablaba mal de ti?"
"¿Qué? Claro que no, no permitiré que digas eso sobre la mejor persona que conozco. Eres una envidiosa porque no te mencioné" Hanni habla mal de mí? Es imposible, debe ser un invento de esta psicótica.
"Está bien, piensa lo que quieras, solo te digo que es una persona hipócrita".
"¿Y tú quién te crees? ¿La dueña de la moral o algo por el estilo?"
"Sabes, ya me cansé de tu soberbia, si no quieres creer, está bien, no me creas. Estoy cansada de que hablamos 3 veces y esas 3 veces discutimos, acaso así eres siempre? No has pensado en cambiar, creo que por eso solo te soporta Hanni, y ni ella porque habla pestes de ti. Por fuera eres tan linda, pero adentro solo quedó lo podrido" —Abre la puerta y se baja—.
Me bajé detrás de ella y la perseguí por todo el colegio hasta llegar a los baños.
"Si crees que me vas a hablar así e irte como si nada, estás muy equivocada".
"Lárgate, por favor, fue un error tratar de solucionar las cosas contigo".
Sus palabras me tenían tan harta, su voz era irritante, ya no la aguantaba, en serio. Parecía un taladro todo el tiempo en mi cabeza, era insoportable, y una envidiosa, o tal vez todo lo que me estaba diciendo era verdad.
Mi mente estaba abrumada, tenía tantas cosas para decirle, tantos insultos con los que describirla, y tantas maneras en las cuales arruinaría su popularidad, que no pude más, y cuando levanté la mano para pegarle una cachetada, todo empezó a dar vueltas. Mi mente colapsó y me desmayé.