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Ambas subimos las escaleras entre carcajadas hasta llegar a mi puerta. La abrí casi que de un empujón, pues Haerin parecía un pequeño conejo saltando detrás de mí con todas las bolsas que tenía preparadas.

Apenas poner un pie dentro de mi casa, su cara perdió todo rastro de vida al ver cómo Jerry corría hacia ella velozmente y se abalanzaba sobre ella, tirándola al suelo.

"¡Ahh!" —gritó Haerin mientras trataba de sacarse a Jerry de encima—.

Fue en vano tratar de contener las risas, pero estallé ante tal graciosa escena.

"¿Puedes dejar de reír y ayudarme?" —dijo algo molesta y asustada—.

"Claro, claro" —dije entre carcajadas mientras quitaba a Jerry de Haerin—. "Creo que le agradas".

"Si se comporta así con alguien que le agrada, no quiero pensar cómo lo hace con alguien que no le agrade" —recogió las bolsas del suelo y sacudió los pelos que quedaron encima de ella—.

"¿Por qué pensarías eso de mi adorable y hermoso Jerry?" —abrazé a Jerry mientras la miraba con una sonrisa burlona—.

"Como digas" —cerró la puerta—. "Tenemos muchas cosas por hacer y la noche apenas empieza" —levantó las bolsas e hizo una pose de orgullo como un superhéroe—.

"Jaja, cuando quieras empezamos".

"He decidido que... ¡ahora!".

Empezamos a sacar todo lo que Haerin había comprado y lo colocamos en una mesa. Ella quería hacer algo de comer.

—abre lentamente la nevera— "veamos qué hay por aquí" —algo shockeada, voltea la cabeza—. "¿Qué se supone que es esto?".

"¿Qué pasa? ¿Ocurre algo con mi nevera?" —dije algo confundida, pues según yo estaba en muy buenas condiciones—.

"Hum, claro. Se puede saber dónde está la comida? Solo hay verduras y frutas y puaj, esas cosas verdes. ¿Dónde está la carne o los refrescos o algo?".

"No me gusta comer esas cosas tan procesadas. Se podría decir que soy vegana en parte".

"Qué aburrida. Menos mal previne esto" —saca su teléfono y textea algunas cosas—. "¿Pizza o hamburguesa?".

"¿Qué? Hum, no entiendo".

"Elige: pizza o hamburguesas".

"Ehh... no sé, no soy fan de ninguna" —estaba algo confundida, no se supone que prepararíamos algo—.

"Ok, entonces serán las dos" —tocó su pantalla—.

"¿Qué? Espera".

"Muy tarde, están en camino" —apagó su teléfono y me tomó de las manos, comenzando a dar vueltas—. "Tranquilízate, Dan, yo invito".

"No es eso lo que me preocupa exactamente".

"Entonces, ¿qué?".

Me quedé en silencio un momento, dando vueltas en mi cabeza. "Olvídalo, no es nada".

Tras una no muy larga espera, el pedido llegó y tocaron el timbre. Rápidamente, Haerin corrió a la puerta y la abrió.

"Buenas, señorita Haerin".

"Sí, gracias" —al tomar las cosas se da cuenta que Minji acaba de salir de su apartamento. Ambas hicimos contacto visual y noté rápidamente en su cara algo de disgusto y enojo. Levanté la mano saludándola mientras sonreía burlonamente—. "Dani, la orden llegó".

Danielle respondió y Minji, al escuchar su voz, entró a su casa y cerró fuertemente la puerta, haciendo un gran ruido.

"¿Hae? ¿Qué fue eso?" —dije algo confundida, pues la puerta seguía abierta—.

"Tranquila, no fue nada" —cerró la puerta—.

Ambas nos sentamos en el comedor y, al abrir la comida, un olor magnífico invadió toda la casa.

"Qué delicia" —agarra una porción y comienza a comer—. "Agarra lo que quieras, Dani, sin vergüenza".

"Sí, claro..." —tomé un pequeño trozo de pizza y comencé a comer lentamente, sintiendo cada ingrediente en cada mordisco. No me di cuenta, pero me estaba tardando más de lo normal con un solo trozo—.

"Dani, ¿estás bien? No has comido casi nada".

"Sí, es que me lleno muy fácil, jaja, pero gracias, estaba muy bueno" —solté la pizza que aún iba por la mitad—.

"Pero si solo comiste medio trozo de pizza" —dijo algo preocupada—.

"¿Qué? Claro que no, sí me comí como tres trozos. Me lleno rápido, pero también como muy rápido, jaja" —en mi cara se podía notar la incomodidad—.

No es un secreto que Haerin no se creyó nada de eso, pero no le dio importancia.

"Está bien. ¿Qué deberíamos hacer ahora?" —preguntó con la misma energía que tenía desde hace tres horas—.

"Estoy algo cansada ahora, podríamos ver una película e ir a dormir".

"Oh, si estás cansada, creo que sería lo adecuado".

Haerin y yo sorprendentemente nos pusimos de acuerdo en qué ver y, tras una larga pero emocionante película, ambas nos dormimos.

No suelo dormir en la misma cama con cualquier persona, pero no importa, ambas somos mujeres y no la pondría a dormir en el suelo.

Sentía como algo se movía en medio de la noche, pero supuse que Haerin solo era de esas personas que tienen sueños muy vividos. Pero comencé a escuchar sonidos como si estuviera texteando y una ligera luz comenzó a aparecer por mi cara.

Lentamente abrí los ojos y extrañamente era Haerin. Ella tenía mi celular en su mano por una extraña razón.

"Eh, Haerin, ¿qué haces?" —me froté los ojos mientras me levantaba lentamente de la cama—.

—rápidamente soltó el celular—. "Oh, hola Dani, lo que pasa es que me dieron ganas de ir al baño y quería saber qué horas eran. Perdón si te desperté".

"Ah, está bien, tranquila" —le señalé dónde quedaba el baño y procedí a acostarme de nuevo y a dormir, o bueno, a tratar de hacerlo—.

Mucho más tarde, logré escuchar sollozos y golpes suaves, tal vez, pero no le di importancia. Suelo tener muchas pesadillas. Haerin volvió a la cama mucho después. No sé por qué se tarda tanto en el baño, pero cada quien.

Me gusta que esté aquí conmigo y más en este momento. Me siento muy feliz.

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Tras 1 mes ( ´Д`)=3

Flavor of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora