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Narrador omnisciente
Freen había ido a su habitación, se quedó dormida mientras lloraba, eran aproximadamente las 8.
-Freen, mi vida, llegue.
Llamó una feliz Becky desde la puerta, habían subido su sueldo, al no recibir respuesta de su novia fue a buscarla.
La encontró dormida dándole la espalda, sonrió y cuando iba a tapar su cuerpo Freen despertó
-Lo lamento, mi amor, no quería despertarte
Cuando Freen volteo para ver su novia, Becky pudo notar sus ojos hinchados.
-No te preocupes, amor.
-Freen, ¿Qué te paso?, cariño, has estado llorando.
Freen no pudo contenerse, empezo a sollozar en el pecho de su novia, se sentia miserable
-Por favor, solo abrázame y di que estaremos juntas, di que me amas y que todo estará bien.
-Mi amor, no puedo ayudarte si no sé que te pasa, confía en mi, por favor.
-Hoy no, hoy no, porfavor solo durmamos.
Seguía sollozando.
Becky hizo caso a la petición de su Omega y la acostó en la cama, la arropo, pues, era otoño, luego se acostó con ella y la abrazo.
-Mi bonita, todo estara bien, yo tomaré tu mano y sea lo que sea que pasa vamos a estar juntas, mi Freen, eres mi felicidad y mi compañera de vida, mon amour, duerme, estaré aquí para cuidarte.
-Te amo tanto, mi alfa.
Ambas durmieron, Freen disfrutaba de esta cercanía, quizá sería la última noche de paz en cierto tiempo.

Nuestro amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora