Nuestro amor

4.

La indiferencia es hiriente y ahora Freen la vivía había cumplido un mes de embarazo y a pesar de sentirse contenta con su bebé su novia la lastimaba, bueno, mutuamente lo hacían.
Comentarios serios y secos, no existían ni los "te amo" ni "los te quiero", Becky quería arreglar las cosas pero Freen estaba a la defensiva, siempre terminaban peleando, así que realmente no podían hablar.
Becky empezó a llegar tarde, no, no era por una infidelidad, simplemente no quería estar en su hogar.
Aun así, Becky y Freen se seguían queriendo, seguían estando juntas y preocupándose una por la otra, solo era un mal momento, ambas esperaban que este mal momento no fuera el que rompiera su opinión.
-Rebecca.
-Qué necesitas?
-Ahora tengo consulta, estas ocupada?
-Q- quieres que yo vaya contigo?
-Si puedes, sería bueno, también es tu bebé...
-Si puedo Freen y también quiero, solo ire a cambiarme.
Becc salió en menos de 10 minutos, fue con su novia y luego fueron al carro
-¿Por qué es la consulta?
-Es para saber mis antecedentes, ya sabes mi cuadro y un chequeo
Becky asintió, llegaron, fue excelente, Freen ahora debia tomar unas pastillas y tener ciertos hábitos, estaba saltando de felicidad, amaba  saber que su bebé crecía y ahora sabía que debia darle lo mejor, por lo que le habían dicho ella tenía que ganar algo de peso para poder estar sana.
Tuvo que ir a la Oficina por un informe que debía entregar, luego descanso, se sentía débil y agotada.
Freen llegó a casa junto a Becc.
-Descansen.
Esa simple palabra alegro el corazón de freen.