3.-Juan Brunetta.

313 16 0
                                    

4 años atrás:

—Amiga, un pibe por allá no deja de mirarte. — fruncí el ceño, aunque quise voltear disimuladamente, fue imposible.

En efecto, había un pibe del otro lado del club en la barra, estaba con un trago en la mano, con el codo y brazo recargado en la barra; su mirada estaba centrada en mí, cuando noto que lo miré, me dio una media sonrisa.

—Es re lindo, viste — ella comenzó a reír

—Cazalo, ¿que esperas?

—Boluda, ¿que me crees? No lo conozco.

—¿Y? Podes conocerlo wacha, te mira con re ganas. Ándate, vez e invitalo a bailar.

—No se, posta, ¿crees que es buena idea?

—Bueno, lo pensaste mucho, él ya viene hacia acá. — abrí los ojos con sorpresa, y me limité a voltear. — tranqui, respira, y portate linda.

No respondí nada, ella me guiñó un ojo, beso mi mejilla, y se fue por ahí, seguro que a cazar a algún pibe. Sentí como alguien tocó mi hombro, aumentando mis nervios.

—Hola, ¿te puedo invitar algo? — lo miré unos segundos, el pibe era muy guapo.

—Claro, me encantaría. — sonrió y con su cabeza apuntó hacia la barra, me accedió el paso primero, colocando su mano en mi espalda baja, sin quitarla de ahí.

El contacto con mi espalda descubierta hacia qué la piel se me erizará, su mano estaba un poco fría. Llegamos a la barra, y enseguida le pidió dos tragos al bartender.

—Soy Francisco, Francisco Brunetta, encantado— me ofreció su mano, y yo la acepté con gusto.

—Soy Marina Romero, igual, encantada de conocerte. — dije, dio un trago a su vaso, mientras miraba directo a mis ojos.

—Tenes unos ojos hermosos.

Actualidad:

—¡Ya llegó! — Nando chilló emocionado, todos tomaron su posición en el patio, y apagaron los reflectores, dejando a oscuras todo.

—¡Amor, llegue!

Escuché su grito desde la entrada de la casa, hoy habían llegado de Ohio, Nando, Jesús, Nanim, Evelyn y el pequeño Santi estaban aquí, mis dos amigas me habían ayudado con toda la sorpresa para Fran, Nando y Jesús después de aterrizar hicieron de todo para retrasar a Fran y ellos poder llegar a nuestra casa antes.

—¿Amor, donde estás? — volví a escucharlo, y vi su silueta pasar, creo que no se había percatado que el patio trasero estaba oscuro.

Lo noté yendo hacia las escaleras, subiéndolas, estaba buscándome en el segundo piso. Después de unos segundos volvió a bajar, y esta vez notó el patio, así que despacio comenzó a caminar hasta la puerta de cristal corrediza que nos daba acceso al patio trasero de nuestra casa.

—¿Mar? ¿Amor estás acá? ¿Me estás jugando una broma? — preguntó con preocupación.

Entonces Nando y Jesús supieron que era su señal, los reflectores y las luces del patio se encendieron, haciendo que él cerrara sus ojos y al mismo tiempo tapara la luz con su mano, tratando de adaptarse a la intensidad. Cuando sus ojos se abrieron observo detenidamente la imagen que estaba frente a él, su rostro era uno de shock.

Veía uno por uno de los arreglos que había en el patio, noté la cristalización de sus ojos al leer lo que la decoración decía.

—Bienvenido a casa, mi amor, te estábamos esperando con muchas ansias.

IMAGINAS-ONE SHOTS [Club Tigres]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora