IMAGINAS-ONE SHOTS [Club Tigres]

13.-Jesus Garza.

—Vamos al estadio, ándale. — rogó por enésima vez mientras jalaba de mi brazo

—Es que no entiendo a qué quieres que vaya, Sofi, lo único que podría hacer es ver a los compañeros de tu hermano, y a los jugadores rivales que estén guapos. — soltó una carcajada

—Está bien, no importa, solo quiero que vayas conmigo, después me aburro. — suspire y asentí, comenzó a colocarse gloss en los labios mientras me miraba fijamente

Fruncí el ceño y la miré. —¿qué?

—Nada, nada, babosadas mías. — dijo con nerviosa mientras pasaba el blush por sus pómulos.

—Víbora — rió — ya deja de pasarte esa brocha, mírate cuanto blush te pusiste

—Ay, puta madre — maldijo en voz baja mientras difuminaba todo el blush que se había puesto.

Después de rogarme consideradas veces para que me pusiera algún jersey del equipo, que ella me prestaría, en las que todas me negué; nos fuimos finalmente al estadio.

Sofi y yo caminábamos entrelazadas de nuestros brazos, el estadio estaba comenzando a llenarse, y los equipos no tardarían en salir a entrenar.

—Debiste ponerte la playera que te iba a prestar. — la miré con horror y negué

—Ni loca dejo que me cataloguen como fifas, antes muerta. — soltó una risa.

—Deseo que te enamores de un fifas, a ver si sigues diciendo que nunca te pondrás una playera de fútbol.

—Ni aunque me paguen.

La voz del estadio pidió aplausos para recibir al equipo, y vimos cómo comenzaron a entrar a la cancha, esta vez Jesús, el hermano de Sofía jugaría de titular, por eso estaban sus papás y Sofi aquí en el estadio, y obvio yo, por insistencia de Sofía, Jesús notó a sus papás, y no pudo evitar acercarse a saludarlos.

—¿Cómo están? Qué bueno que vinieron. — terminó el abrazo con su mamá, y abrazó a Sofía. — y que viniste tú, nunca quieres venir.

—Vine porque Sara acepto venir, si no, no estuviese aquí. — rió y me miro.

—Hola Sarita. — me sonrió y se acercó a besar mi mejilla. — que bueno que hayas venido.

—Gracias Chuy, espero y juegues bien por qué no vine a lo menso. — soltó una risa

—Lo prometo. — miro mi ropa— ¿sigues negándote a usar el jersey?

—Antes muerta, ya lo dije— volvió a reír y se acercó a despeinar mi cabello, ganándose un pequeño golpe de mi parte.

—Los veo al rato, cuidado aquí con los balones. — dijo despidiéndose y se marchó a calentar.

(***)

Lamentablemente el partido había acabado en derrota, Tigres había caído 1-2 contra Mazatlán, algo alarmante para el club. La familia Garza y yo estuvimos deambulando por la cancha del estadio por unos minutos, en espera de Jesús, quien seguramente estaba terminando de arreglarse para poder ir a su casa.

—¡Nos vemos, wey! — su voz hizo eco llamando nuestra atención, llevaba aún ropa del club, una gorra, su mochila colgada en su espalda y en su mano la pequeña bolsa para objetos de uso personal. — Ya vámonos.

Aviso, así que nosotros caminamos en su dirección para podernos ir, ya era un poco noche, pero no muy tarde.

—¿Te quedas a dormir? — pregunto Sofi y negué

—Está vez no, Sof, tengo tarea, y ni siquiera la he comenzado. — asintió entendiendo.

—¿Podemos pasar a dejarla de camino?