Capítulo 2: La mansión Vongola.
Las caras de asombro de los cuatro invitados eran
inevitables, mientras Kaede y Midori saludaban a
los guardias de la entrada e informaban que los
jóvenes y el niño venían con ellas como invitados,
los guardias saludaron a las visitas y continuaron
con su deber. Ran y Kazuha estaban maravilladas
por el enorme jardín y su gran variedad de flores,
en especial de rosas, Heiji y Conan observaban
cada detalle, de lo que para ellos era un castillo, de
la estructura de lo que sería su nuevo hogar por
unos días.
La puerta principal se abrió antes de que el grupo
llegara dejando ver a dos personas, Kaede y Midori
corrieron a saludarlos abrazando a sus respectivas
parejas y dándoles un fugaz beso en los labios,
haciendo sonrojar a sus invitados.
-Me alegra ver que llegaron con bien- dijo con una
gran sonrisa el pelinegro mientras miraba a Midori
-Estamos en casa- contestaron ambas
-Lamentamos las molestias por avisar de nuestras
visitas de último momento Hayato- comento Kaede
-Descuida, a Tsuna no le molesta- contesto con
una tierna sonrisa dirigida a su novia
Los cuatro invitados no podían dejar de sentirse
nerviosos ante la romántica y, un poco,
empalagosa escena.
Las dos señoritas se giraron a sus invitados y se
les acercaron
-Estas dos chicas son Kazuha Toyama y Ran
Mouri- presento Kaede a las dos chicas quienes
saludaron con una reverencia
-Y estos dos caballeros son Heiji Hattori y Conan
Edogawa- presento Midori al moreno y al niño
-Un gusto- respondieron Hayato y Takeshi a la
vez- esperamos su estancia sea agradable
-Muchas gracias- respondió Ran por todos
-Sera mejor que pasen, deben estar cansados,
Kae-chan, Miura debe estar por la biblioteca ella
les dirá dónde están las habitaciones- explico
mientras comenzaba a alejarse junto a Takeshi
Las dos chicas bajaron un poco la cabeza.
-¿A dónde van?- preguntaron ambas con un aire
triste
-Vamos a Kokuyo Land por Chrome y Mukuro-
respondió Takeshi- Tsuna quiere verlos y se
niegan a venir por su cuenta, ya sabes el carácter
de Mukuro
Los dos detectives notaron cierto ambiente tenso
entre las parejas mientras escuchaban como sus
anfitrionas decían un leve "Con cuidado" y
comenzaban a entrar a la mansión comenzando a
seguirlas.
La mansión por fuera era impresionante pero por
dentro era aún más, elegante, refinado, pulcro,
demasiado lujoso para algo que hubieran visto, no
paso mucho cuando una energética joven castaña
salía de una habitación con unos cuantos libros,
mostrando una gran sonrisa al ver a Midori y
Kaede, se acercó a ellas sonriente.
-Bienvenidas Ka-chan, Mi-chan- dijo con alegría
mientras lanzaba una rápida mirada a los
desconocidos- Gokudera-san me dijo que traían a
unos salvadores...-sus ojos tomaron un extraño
brillo, dejando los libros en un mueble cercano se
acercó al menor de los visitantes- ¡Kya! ¡Que niño
tan lindo!- dijo mientras se acercaba al menor y se
arrodillaba frente a él.-¿Cómo te llamas pequeño?
Conan se alejó un paso de la chica.
-Me llamo Conan Edogawa- respondió con voz
infantil
-¡Ah! Te pareces tanto a Tsuna-san cuando era
pequeño- dijo mientras lo tomaba en sus brazos y
se ponía de pie- me dan ganas de robarte para mí,
serias mi compañero perfecto- dijo con gran alegría
mientras veía a los demás.
