Capítulo 8

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Nuestro viaje nos llevó a través de ciudades vibrantes, paisajes impresionantes y culturas fascinantes. Cada día era una nueva aventura, llena de sorpresas y descubrimientos que nos dejaban maravillados.

Una tarde, mientras explorábamos las calles estrechas y empedradas de una antigua ciudad europea, nos encontramos con un pequeño café en una plaza pintoresca. Decidimos entrar y disfrutar de una taza de café caliente mientras descansábamos de nuestras caminatas.

Mientras estábamos sentados en una mesa junto a la ventana, sumergidos en la conversación y el aroma del café recién hecho, escuchamos una voz familiar que nos llamaba desde la entrada.

—¡No puede ser! ¿Julia, Axel? —exclamó una voz sorprendida.

Nos giramos para ver quien nos llamaba y nos encontramos con la mirada asombrada de un viejo amigo de la escuela, Lucas.

—¡Lucas! —exclamé, sorprendida y emocionada de ver a un viejo amigo en un lugar tan inesperado—. ¿Qué estás haciendo aquí?

Lucas se acercó a nuestra mesa con una sonrisa, extendiendo la mano para saludarnos.

—Estoy de vacaciones por Europa y decidí hacer una parada en esta ciudad para visitar a unos amigos —explicó, su voz llena de emoción—. Y ahora me encuentro con ustedes aquí. ¡Qué coincidencia!

Nosotros nos levantamos para abrazarlo, felices de haber tenido este encuentro inesperado con un viejo amigo.

—¿Quieren acompañarme a explorar la ciudad? —propuso Lucas, con entusiasmo—. Conozco algunos lugares increíbles que no se pueden perder.

Aceptamos su oferta con gusto y pasamos el resto de la tarde explorando la ciudad juntos, recordando viejos tiempos y compartiendo historias de nuestras aventuras desde que nos graduamos de la escuela.

Mientras caminábamos por las calles llenas de historia y encanto, me di cuenta de lo afortunada que era de tener a Axel a mi lado, compartiendo cada momento de esta increíble aventura conmigo. Y aunque este encuentro con Lucas había sido completamente inesperado, me recordó lo importante que era mantener los lazos con las personas que formaban parte de nuestras vidas, incluso cuando estábamos en medio de un viaje épico por el mundo.

Al final del día, nos despedimos de Lucas con abrazos y promesas de mantenernos en contacto. Y mientras regresábamos a nuestro hotel, con el sol poniéndose en el horizonte y el mundo a nuestros pies, supe que este viaje nos estaba llevando a lugares que nunca habíamos imaginado, tanto física como emocionalmente.

Entre página de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora