Capitulo 7

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No podía ocultar ni por un momento lo cuan nerviosa y asustada el me ponía, no, aún podía sentir como en la boca de mi estomago se instalaba un remolino de nervios y me hacia tener ganas insaciables de querer vomitar. Mis manos dudaban sobre el que hacer en estos momentos, así que una respuesta al miedo había sido el sudor frío que me recorría en el cuerpo, con gotas pesadas y atormentando mi mente con recuerdos.

El era tan culpable y castigable por la muerte de mi padre como lo era Jadis, y solo pensar en la idea de que la persona que en algún día pude llamarla "Tía" mato a mi padre me revuelve el estomago.

-La hija de Poseidón.

Me tiraron de rodillas para dejarme atadas las manos haciendo presión con las esposas, miraba hacia arriba cada movimiento que hacia mientras no podía retirar el pelo que caía desde mi frente. Los demás estaban al pendientes de que es lo que ocurría, James sabia perfectamente por que en este momento me ponía tan desesperada que el estuviera más cerca de mi de lo que jamás me hubiera permitido. El, quien había ayudado a la madre de James en algún momento a realizar la emboscada que terminaría en una guerra, era quien había hecho muchos tratos con mi padre.

Mi padre antes era todo lo contrario a lo que fue en sus últimos días de gloria, era antes una persona inmadura, sin juicio y me recordaba a Edmund, o al contrario, Edmund me recordaba a mi padre, el hacia tratos para meter en aislamiento a ladrones, asesinos etc. Una de esas persona había sido de los tantos crimínales que el había enfatizado en sus errores, el era un labrador anteriormente, con ayuda de magia podía hacer objetos que poseyeran cualidades, cualidades de las cuales mi padre necesitaba en un intento por tratar de tener un plan de repuesto en caso de que hubiera una guerra. Mi padre había mandado a hacer sus lanzas con el, sabiendo que el era un ladrón, lo convenció de venir hasta esta isla, y aquí encadenarlo, mas sin embargo si se quedo con las lanzas, que fueron las que después los convirtieron en lo que son.

-He esperado siglos hasta que ustedes lleguen aquí, hijos de las personas que me traicionaron, ¡Que me engañaron y encerraron!-el estaba a punto de estallar en ira.

James como pudo se las arregló para decir:-Nosotros no tenemos la culpa de lo que nuestros padres hicieron cuando eran reyes.

-No, pero como ya no puedo saldar mi deuda con ellos, lo haré con ustedes, ¿Qué tal si empezamos con la hija del Dios que me traiciono?-el se refería a mi y lo sabia.

Cuando no pude saber que más pasaba a mi alrededor, entendí que era por que el me había golpeado, me había golpeado en el pómulo derecho, muy cerca del ojo, sentí la tierra del suelo y trate de levantarme, pero cuando lo intentaba me llego un dolor en la costilla, me había pateado. Volví a sentí otra patada.

Una más.

Otro golpe, pero esta vez en el ojo, me obligue a cerrarlo por el dolor y a concentrarme en otra cosa que no fuera en los puntos negros en mi vista que habían aparecido después del golpe, pude soltar un gemido/gruñido del dolor, sabia que alguien me estaba hablando, pero después me llego un golpe cerca del dorsal, alguien me levanto para que a duras penas pudiera mirar la sonrisa desgastante que el tenía en la cara.

Pude sentir como las ganas de vomitar en mi garganta volvían a aparecer, entre abrí la boca y sentí el liquido caliente y espeso recorriendo mi clavícula, estaba escupiendo sangre cuando me percate de la mirada dolorosa que me daba Edmund, y aun pero era la de James, el sabia que su madre había contribuido a que el saliera de su exilió.

Un golpe. Uno más. Después de que mis ojos se cerrarán y se concentrarán en una cosa, no pude escuchar nada mas que un pitido en mi oído derecho. Era dolor físico nada mas, solo dolor que era físicamente curable.

Mi Generación (Generación de Plata) Book #3//E.P//NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora