Agregando tensión a los nervios de la castaña que estaba más que congelándose y que no, no era el hecho de que estuviera apartada de los demás, tampoco que no estuviera dispuesta a encender una fogata, se sentía indispuesta a poder dormir y también eso era lo ye la mantenía de pie caminando de un lado a otro haciendo que sus botas estuvieran mojándose por debajo con el agua.
No sabía que era lo que estaba ocasionando la falta del sueño que ella en ese momento ansiaba tanto, pero era tal poder de la fuerza que no podía concentrarse en una sola cosa y quedar dormida a merced del sueño.
Paro de repente comenzó a girar su cabeza lentamente hacia su derecha en donde se extendía un perfecto y azul océano, lo pensó muy bien y más de un par de veces en esos minutos que admiro la totalidad del azul, pensó en que podría irse en ese momento, porque de igual manera como la abandonó el sueño la inundó una sensación de no querer estar allí más, no quería pero tenía que aceptar que cierta parte de ella tampoco quería que nadie estuviese allí, Edmund, Lucy, sus amigos y demás desearía que estuvieran en otra parte, o al menos que no fueran ellos aquellos que estaban durmiendo cómodamente a la orilla y a su izquierda.
No entendía porque de la nada tenía tal deseo de abandonar todo y a todos en esa isla, sentía tantas ganas de ir y caminar en el agua haciendo que sus botas se llevasen de líquido por dentro mientras el azul mar comenzaba a subir por su cara hasta llenarla completamente. Era miedo.
Era gracioso como en todos los años que estaba siendo práctica de sus artes como guerrera, como a alguien que sabía perfectamente que tenía que hacer y cuál era el precio de las desiciones y responsabilidades que una inútil pero significante corona demandaba y significaba, en ese momento tuviera miedo de que su travesía terminara más pronto de lo que ella estaba esperando.
Sumándose a eso era más que nada el pesar de que ella sabía perfectamente quién y qué ocasionaba tal falta de sueño y tales irremediables ganas de querer salir huyendo. Era Edmund quien en ese momento se encontraba durmiendo sumergido en el mar de la inconsciencia así como Payton quería sumergirse en el que estaba a su derecha. Seguía preguntándose qué era a lo que tenía miedo en ese momento mientras volvía a caminar lentamente de un lugar a otro en la arena, no, ciertamente no era que el muriera, de todas maneras algún día lo haría y son de las cosas que nadie puede evitar y nadie aún día nadie puede resolver, era el hecho de que mientras aún podía dormir, había soñado como él se marchaba entre el agua y como la marea lo alejaba de ella mientras no podía hacer nada para que se quedara.
Su miedo venía del sueño, el cual venía de su ansiedad, y su ansiedad venía del miedo.
Sabía que si seguía así no mucho tiempo pasaría hasta que Edmund interviniera en sus pensamientos de manera física, y de igual manera ella ya no soportaría más sus mismos patrones de comportamiento y claramente iba a tener un ataque de ansiedad como el que estaba teniendo en ese momento.
Esa era la razón desde el principio del cual ella escapaba de sentir algo mayor que ocupaba su tiempo, esfuerzo y tal cual ahora, sus miedos, sabía que los sentimientos de cariño hacia otra persona han sido, son y serán siempre la perdición de los humanos, quienes están condenados a no poder escapar del sentimiento de querer entregarse a otras personas cuando en realidad podrían ser felices juntos, más no satisfechos con ellos mismos. Eso era lo que ella quería evitar y quería demostrar que podía ser más que ellos, más que todos los hombres y todas las mujeres que caían rendidos ante la idea de no quedarse solos.
Pero lo gracioso era que ella estaba temiendo por ello precisamente, al dejar ir a Edmund dejaba ir a la única persona que estaba segura podría amar y podría amarla a ella de tal manera que pudieran complementarse. Eso era, ella tenía miedo de perder el amor verdadero.
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Mi Generación (Generación de Plata) Book #3//E.P//Narnia
Fantasia17 años, esa era la edad que tenían actualmente Payton y Edmund, había transcurrido mas tiempo de lo imprevisto, ¿Ahora que pasara?, la misma historia no puede repetirse dos veces.