Especial 14 De Febrero

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Años, años, años, la suma de nuestras edades darían un número más grande que Pi, eran muchos años los que habíamos pasado aquí en Narnia, Peter ya era Rey, Susan le seguía en edad y en sabiduría, ambos se habían convertido en los más grandes de esta casa y de alguna manera los más atractivos.

Lucy era un joven muy guapa, los años y la experiencia la habían hecho más juiciosa aunque jamás podría olvidar a aquella niña que cruzo el ropero por primera vez, y cuando yo no le creí.

Yo estaba bien, todos habíamos crecido junto con muchos problemas de los cuales no queríamos hablar entre nosotros, Peter fue guiado por los consejeros a tratar de conseguir una esposa, digamos que esa no era una idea encantadora recordando que éramos los únicos humanos aquí. Susan realmente temia que ella debiera de casarse en lugar de Peter puesto que el problema era exactamente el mismo.

Hasta cierto punto Lucy y yo disfrutábamos de ser los más pequeños, puesto que las responsabilidades eran menos y teníamos más libertades y más lugares a los que podíamos ir sin pedir un permiso especial.

¿Ella? Ella era la que estaba más ocupada de todo el castillo, Peter aveces no salía de su habitación o de la biblioteca, pero ella rara vez se encontraba en los pasillos, relativamente era difícil de encontrarla, exactamente no podías. Excepto yo, ella siempre estaba dispuesta a verme y yo a ella.

Pero creo que los años nos hicieron darnos cuenta de que ya no éramos más niños, Payton y yo no estábamos casados, pero jozabamos de libertades que tienen personas que lo están.

Justamente estaba caminando hacia la biblioteca donde la mayor parte del tiempo ella estaba arreglando asuntos con Peter, habían pasado años desde que la batalla de Narnia había sido ganada y el había asumido sus responsabilidades como rey de Narnia al mismo tiempo, Payton se encargaba de enseñarle todo lo que le era posible, y yo me encargaba de siempre decirle que el mejor trabajo no podría hacer efecto nunca, aunque el hubiera nacido para eso sus habilidades no eran muchas.

Cuando entre ella estaba sentada justo enfrente a Peter, quien estaba revisando unos documentos mientras ella leía un libro, al momento ambos levantaron los ojos y ella me sonrio por sobre el libro.

—¿Que haces aquí?—pregunto mientras se levantaba de la silla y golpeaba a Peter con el libro, aunque el fuera mayor, ella era su  superior.

—Lucy no está, no se donde está Susan y no tengo idea de donde podría yo encontrar a mi novia, ah espera, la acabo de encontrar—camino hasta donde esta ella y mientras Peter se levanta y sale de la habitación aprovechando que he llegado la tomo de las mejillas y le doy un beso en la frente.

—Acabas de salvar a ese—dice cuando se da cuenta de que Peter realmente se había ido.

—Te quiero para mi un rato, puedes torturarlo el resto del día.

Ella me sonríe y me toma de la mano para poder salir de la biblioteca, aunque a ella le gustará estar ahí realmente era un lugar muy lúgubre, lleno de libros que olían y reflejaban los años que había estado ahí, sillas y mesas para sentarse que nadie ocupaba más que ella de vez en cuando, las ventanas no mostraban más que cuando se metía el sol, no había velas ni lámparas que pudieran dar otro indicio de luz y eso no me gustaba, pero a ella si así que aceptaba a regañadientes que se la pasara todo el día allí.

Caminamos entre los pasillos hasta que en el sentido contrario logramos encontrar a Susan, quien venía preocupada por algo con las manos detrás de la espalda y la cabeza inclinada.

—Su—dije para llamar su atención a lo cual ella levantó la cabeza inmediatamente y me dio una sonrisa.

—Payton, cuando tengas tiempo quisiera hablarte de algo—mi novia me dijo que ella la buscaría y seguimos caminando hasta salir por la puerta trasera de las habitaciones, bajamos por una escalera y seguimos hacia el recibidor, pero no cruzamos la puerta principal, si no que nos dimos las vuelta y salimos por la puerta trasera.

Caminamos de la mano un buen rato mientras que el sol anunciaba que estaba por terminarse el día.

—¿Sabes que es algo muy divertido en verdad?—voltee a verla y ella estaba viendo hacia el sol con una sonrisa.

—¿Que?

—Aveces olvido que ustedes siguen siendo niños—me mira a los ojos y la sonrisa desaparece de su rostro.

—No lo somos.

—Si lo son, Edmund. Aquí no, en si mundo siguen siendo unos niños, e incluso habrán pasado solo unas horas desde que se fueron de Inglaterra.

—No nos iremos, tienes que saber de un si hemos estado un buen tiempo aquí, quizás es lo que debemos de hacer, quedarnos.

—Edmund ustedes en algún momento se tendrán que ir, y no por que yo quiera o porque ustedes traten de evitarlo. Pero es algo que nosotros no decidimos, es decisión de Aslan.

—Dejemos de hablar de eso, mejor dime como es posible que para verte tenga que recorrer medio castillo e incluso salir a caballo pensando que estabas fuera.

—¿Que puedo decir? Soy una mujer ocupada—me sonrió y yo le devolví la sonrisa.

La tome de la mano y la acerque a mi hasta que pude darle un beso en los labios. Sin saberlo habíamos llegado caminando hasta una parte del bosque que nosotros habíamos descubierto, eran varios arbustos lo que cubrian un hermoso arroyo que pasaba por el verde pasto, adornado por mucho árboles con flores lilas, que estaba cayendo en ese momento por culpa de el viento.

No me separe de ella en ningun momento, mientras seguíamos nuestro camino nos de teníamos de vez en cuando por que yo le robaba un beso, me había costado mucho, pero con el paso del tiempo la había logrado convencer de que estaba tan enamorada de mi como yo de ella.

En todo el tiempo en que estuvimos allí no deje de besarla, ni cuando mis manos recorrieron su cuerpo, ni cuando las suyas hicieron lo propio, no deje de mirarla aún cuando estaba en su desnudez y menos aún deje de repetirle y que la amaba cuando estába demostrándole precisamente aquello. Ella no dejó de decirme que me amaba tampoco, y cuando lo hacía necesitaba más de ella.

Ese día no dejamos de amarnos por un buen rato, como extraño aquellos tiempos en los que podíamos ir y no preocuparse de nada excepto se nosotros dos, como extraño el pasado.

Aún quisiera volver a ese momento, no sabía que un día después tendría que regresar a Inglaterra.

Mi Generación (Generación de Plata) Book #3//E.P//NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora