Capitulo Dos

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Adam.

Finalmente, el poderoso destello dorado que iluminaba el cielo se apagó. Mis latidos volvieron a su frecuencia normal lentamente y, aunque todavía existía un dolor punzante rondando por mi cabeza, pude aclarar lo suficiente mi mente como para darme cuenta de que ese resplandor solo podía significar una cosa: él había regresado.

- Dime, ¿esto es mejor? ¿Puedes verme, Adam? -mi emoción inicial se convirtió en extrañeza, esa voz no era nada parecida a la del extraño ser alado que conocía.

- Mm, mucho mejor. Gracias Samael -agradecí un poco desconcertado mientras levantaba mi rostro. Piensa un poco Adam, ¿Quién más vendría a visitarte y a jugar contigo si no se trataba de él?

Pero, de hecho, no había nadie. Con curiosidad, me puse a observar el prado donde me encontraba, desde el pasto donde yacía sentado hasta el celeste cielo de donde surgía una ligera brisa que acariciaba mi rostro. Entonces, mientras mi mirada desilusionada se perdía entre las nubes, lo vi: un ser que descendía del cielo y me extendía su mano con sumo cuidado y gentileza. Se parecía tanto a Samael, pero definitivamente no podría tratarse de él.

- Tú... ¿Quién eres? -pregunté curioso debido a lo familiar y diferente que me resultaba a la vez. Su pacífica expresión evitaba que me asustara de nuevo.

Su piel era casi etérea en comparación con la mía quemada por el sol, sus cabellos que resultaban ser más brillantes que los de Samael y sus ojos... mi cuerpo tembló, sus ojos eran iguales al mar que rodeaba los extremos del jardín. Fríos y majestuosos.

Así como la primera vez que vi ese extenso conjunto de agua tan imponente y lleno de vida, no pude evitar sentirme abrumado. Mientras yo lidiaba con el regreso de viejas emociones confusas, él decidió presentarse: - Mi nombre es Michael. Finalmente, he venido a conocerte, Adam.

- ¿Eres amigo de Samael? De hecho, pensé que eras él. Ambos tienen una forma muy... extraña -tomé su mano lentamente, aceptando su ayuda para levantarme del suelo. A pesar de que la situación me resultara intimidante, estaba emocionado de tener algún tipo de conversación con alguien que no fuese mi tonto reflejo de la laguna... ¡Estoy muy agradecido con este ser, sea lo que sea!

- ¿Y cómo es que sabes mi nombre? -al ver que no respondía, pregunte otra cosa. Tenía tantas dudas sobre él, sobre lo que era y su relación con Samael. Estaba tan absorto en mis propias preguntas que no noté cuando comenzó a acortar distancias, me sobresaltó tanto su repentino movimiento que me separe inmediatamente de un salto.

¿Por qué todos los extraños alados eran así? Recordé cuando Samael se presentó en el Edén invadiendo mi espacio personal con un montón de preguntas extrañas y sonrisas tontas.

- Bueno, Samael es mi hermano mayor y es evidente que sé cuál es tu nombre, Adam. Eres la última creación de Dios y el cielo está maravillado con tu creación. Además, mi hermano ha estado hablando de ti últimamente. -estaba sorprendido por su rápida respuesta. Ni siquiera sabía que había más ángeles allí arriba.

Y bueno, Samael no ha venido a jugar y hablar conmigo desde hace varios días...

- Ah, ¡¿En serio?! ... Uh- digo, ¿Qué te dijo? -desvié mi mirada hacia otra parte mientras jugaba con mis dedos, es tan vergonzoso ponerme tan emocionado por algo tan tonto como saber que Samael hablaba de mí fuera del jardín.

Pero no puedo evitarlo, me hacía sentir tan feliz. Como esa vez en que ambos le pusimos nombre a una flor enorme de pétalos amarillos que siempre apuntaba al sol. Fue una discusión entre risas e ideas tontas, pero ambos habíamos llegado a la conclusión que el mejor nombre para una flor tan imponente era "Girasol".

Del Polvo donde nacio el Final. (HazbinHotelAU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora