primera cita

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Con la promesa de una salida tan pronto como su trabajo les diera un respiro y ambos aterrizaran en su país de residencia, Charles obtuvo el número del neerlandés de ojos azules.

Claramente no podría contenerse hasta Mónaco y el mismo día del GP de Bahrain comenzó a intercambiar mensajes con el mayor. Los temas de conversación eran pocos, comentarios sobre la carrera, opiniones sobre nuevas polémicas, y cuando la noche caía y la confianza en ambos crecía un poco más, jugaban a hacerse preguntas básicas para conocerse mejor y hablar un poco más como Charles y Max, y no como dos rivales al azar.

—"La siguiente pregunta es...Max, ¿estás soltero?"
Charles hace una mueca nerviosa, se sentía como un niño de primaria intentando expresar su enamoramiento.

Ambos pilotos conversan por llamada, ya que llegaron al acuerdo de que ambos deseaban hablar antes de dormir más no tenían ganas de escribir o leer.

—"Estoy seguro de que esa información es bastante pública."

—"No lo sé, eres una persona muy reservada, podrías estar casado y con hijos y no decirle a nadie."

—"Está bien, sí, estoy bastante soltero."

Charles sonríe para sí mismo.

—"¿No vas a preguntarme lo mismo?"

—"No te ves como el tipo de chico que estaría hablando con alguien más por teléfono a las 2am mientras está una relación."

—"No lo soy, pero no es muy grave si solo hablo con un amigo."

Charles siente su estómago removerse ante la risa llena de ironía que viene del otro lado de la línea.

—"Amigos...Claro, podemos ser amigos, ¿es eso lo que deseas, Charles?"

Sabe que el mayor lo está probando y eso hace que su corazón lata con fuerza, y muerda su labio nervioso.

—"No lo sé aún, te responderé el día en que me lleves en una cita." Duda antes de llamar su planeada salida una cita aunque sabe que al mayor no le molestará.

—"Tal vez deba esmerarme más en esa cita, aunque nunca decepcionaría a un chico bonito como tú."

Así se la pasan, entre llamadas y mensajes coquetos, miradas y sonrisitas tontas en el paddock, hasta que el dichoso día llega, tras la carrera de Arabia Saudita, todos los pilotos regresan a sus hogares para descansar un poco y seguir con su entrenamiento para la próxima carrera.

Finalmente ambos se ponen de acuerdo para ir a cenar, para consentir aún más al monegasco, Max sugiere un restaurante italiano.

Charles estaciona cerca al punto de encuentro, suspira profundamente mientras Juguetea con sus dedos en el volante, nunca se había sentido tan nervioso de empezar a conocer a alguien como ahora, fija su mirada en el espejo y peina su cabello una vez más.

A pesar de desear saber más del mayor, la mera presencia del neerlandés lo intimida, no es solo la edad, su aura, su personalidad y mentalidad mucho más sería que la suya, es que es Max Verstappen, es su ejemplo a seguir desde que era un niño y el rubio apareció en TV por primera vez, un puberto de 17 años que se convertiría en uno de los mejores pilotos de Fórmula 1. Obviamente nunca lo admitiría enfrente de alguien más, pero siente a su niño interior removerse en su pecho cada vez que ve a Max incluso a través de una pantalla.

Después de unos minutos se decide a bajar del auto e ingresar al lujoso edificio, rápidamente es guiado a la mesa reservada a nombre del mayor, a quien encuentra allí sonriéndole tan guapo como siempre.

Rookie's Champion - LestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora