visitas especiales

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Han pasado semanas desde que su relación se hizo pública al mundo, aún intentan sobrellevar la situación con calma, acostumbrarse a las críticas y las miradas despectivas.

Tras el Gran Premio de Monza, finalmente tienen un par de días de descanso, ambos están de vuelta en Mónaco, intentando pasar un poco de tiempo en privado.

...

Charles despierta asustado en una cama que no es la suya y le toma un segundo reconocer la habitación en la que está, con más calma reconoce que han tocado la puerta de la casa un par de veces y ese fue el sonido que lo despertó, mira a su lado y con pereza estira su brazo moviendo el cuerpo que reposa a su lado con todas las fuerzas que tiene en su adormilado cuerpo.

"Amor, tocan la puerta." Murmura con su garganta seca.

Y un neerlandés malhumorado responde con un gruñido, sin embargo arrastra su cuerpo fuera de la cama y se pone su bata antes de dejar la habitación.

Charles cierra sus ojos una vez más.
Max no puede evitar estar molesto cuando su dulce sueño es interrumpido por el insoportable sonido de la puerta y mientras camina hasta la entrada está pensando en todos los insultos posibles que le dirá a la persona frente a ella.

Es bastante temprano, el sol apenas se asoma en el cielo, y no le importó pasar toda la noche despierto junto a su pareja pues se suponía que ninguno de los dos tendría que levantarse temprano al día siguiente.

Lastimosamente cuando abre la gran puerta de madera oscura debe tragarse su malhumor y formar una sonrisa confundida.

"Buenos días, Max" La mujer lo saluda con una sonrisa sincera, Max la mira a ella y luego al bulto adormilado entre sus brazos. "Supongo que olvidaste que la cuidarías esta semana."

"Kelly, yo...sí, lo siento." Murmura apenado y se apura a recibir la pequeña maleta rosa que carga la mujer y dejarla adentrarse en la casa.

"Está bien, puedo llevarla conmigo si ya habías hecho planes."

Max niega frenéticamente, "No, está bien, sí sabía que era esta semana solo no recordaba que llegarían hoy, pero ya tengo la semana planeada con ella."

Kelly asiente comprensiva y con cariño despierta un poco a Penelope entre sus brazos, Max se aleja un poco para que la madre pueda despedirse correctamente de la niña que pronto está en sus brazos y se despide tiernamente de Kelly mientras ambos ven el auto de esta partir.

Max cierra la puerta tras él, abraza con cuidado el cuerpo demasiado ligero en sus brazos.

"Maxieee..." P le saluda con voz suave y sus ojitos casi cerrados y Max no puede evitar reír con ternura.

"Hola, P, ¿quieres dormir un poco más?"

La niña asiente entre bostezos y el mayor de inmediato toma la maleta y camina hasta la puerta cerrada en el pasillo, solo para encontrarse con una habitación llena del color rosa que contrasta con toda la casa monocromática, deja a la niña en la cama, ayudándole a retirar su abrigo y tapandola con la manta de princesas.

Finalmente la ve dormir plácidamente antes de salir de la habitación y dirigirse a la suya.

A pesar de que la relación con Kelly acabó hace unos años, no fue culpa de ninguno, ambos dejaron de sentir ese amor del principio, por lo que continuaron en bueno términos, y algo que Max agradece es que a pesar de no tener ningún derecho a ver a P de nuevo, los padres de esta se compadecieron del apego de la niña y le permiten pasar tiempo con él. Hace ya un tiempo que la agenda de la niña se rota entre los tres y P parece igual de feliz cada que lo ve nuevamente.

Rookie's Champion - LestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora