Ambos jovenes estaban en el coche, dirigiendose a la discoteca más cercana.
- Esto es una locura- dijo Paul, percatándose de lo que acababa de aceptar.
- Bueno, tenemos 20 años Polito, se supone que estamos en la edad de hacer locuras, luego ya tendremos el resto de nuestra vida para arrepentirnos ¿No?- dijo Álvaro mientras conducía.
Paul se limitó a reir ante el comentario y negar con la cabeza.
- ¿Oye puedes sacar el paquete de cigarros que hay en la guantera?- le pidió amablemente el mayor, y sin darle tiempo a responder, hablo de nuevo- Bueno, ¿Te molesta que fume? Porque asumo que tu no fumas
- Oye, ¿Y este ataque así de gratuito? - dijo el rubio riendose- ¿Quién te dice a ti que yo no fume?
- ¿Fumas? Pues no te pega nada- dijo tomando el paquete que Paul le habia dado.
- Que va, has acertado, no fumo- se sinceró Paul- pero tranquilo que no me molesta que tu lo hagas, mi prima Nai y Juanjo fuman como dos camioneros.
- ¿Juanjo fuma? Pobre, la que le espera porque Martin odia el tabaco- dijo con una mirada divertida- Cuando estoy con él, me hace o bien tirar el cigarro o irme a 5 metros de distancia para que no le llegue el olor.
- Pues como se tengan que separar yo creo que les da un chungo porque están todo el día pegados- ambos rieron ante el comentario.
El menor le dio un repaso con la mirada más largo de lo necesario, parándose a analizar al de rizos
Iba con unos pantalones vaqueros y un top rojo que se amoldaba perfectamente a la figura de su cuerpo, dejando al descubierto su cintura.
Pego una calada al cigarro que previamente había encendido, Paul noto que llevaba un gloss rosa en los labios, casi no se notaba, pero él lo notó, y le quedaba tan bien... que le daban ganas de arruinarselo.
Al darse cuenta de lo que acababa de pensar, retiro rápidamente la mirada del chico y se puso a mirar a la ventanilla. Por lo menos había disimulado bien porque Álvaro no le había dicho nada. O eso pensaba él.
Obviamente, Álvaro si se había dado cuenta, había estado como 5 minutos mirándole, pero estaba tan nervioso sintiendo la mirada del granadino sobre él, que sentía que si le miraba, siquiera de reojo, estrellaria el coche contra una farola.
Una vez noto como se giraba el chico, le miró de reojo y aprovecho para escanearle también.
Este tenía un estilo completamente distinto al suyo, llevaba una camiseta que parecía de un equipo de fútbol y unos pantalones oversize que le llegaban un poco más abajo de las rodillas. También tenía una gorra puesta que le impedía ver bien su cabello rubio.
Se fijo un poco más en su rostro, pudo notar como tenía un eyeliner casi imperceptible, que le hacía resaltar la forma de su ojo.
Una sonrisilla tonta empezó a esbozarse en su cara, pero la hizo desaparecer rápidamente desviando la vista para volver a mirar a la carretera ¿Por qué sonreía? ¿Qué le hacía ese chico? ¿Por qué se sentía tan cómodo con él?
***
Por fin llegaron a una discoteca, había bastante gente pero tampoco demasiada, pues era un dia de entre semana y tampoco era excesivamente tarde.
Los dos entraron en el local, pidieron sus respectivas bebidas y se colaron entre la muchedumbre.
La noche transcurria normal, hasta que las primeras notas de una melodía familiar comenzaron a sonar
... Cuando yo te bailo se que tu te vuelves loco
- ESTA SONANDO FIEBRE- gritó Paul emocionado a la cara de Álvaro, cosa con la que el sevillano no pudo evitar morirse de la ternura- VEN, VAMOS A BAILAR.
Ambos chicos fueron a la pista de baile, estaban cerca muy cerca. Pero ninguno se atrevía a romper esa barrera.
Miradas fugaces por ambas partes a los labios del otro, notaban sus respiraciones agitadas, los dos querían, se morian de ganas, pero ninguno daba el primer paso.
El menor, de un momento a otro, decidio que no podían seguir asi, ayudado por el efecto del alcohol, que le ayudó a soltarse un poco pero siendo perfectamente consciente de todo, actuó.
Posó sus manos en las caderas del contrario, atrayéndolo hacia él, cortando la distancia que podía quedar entre ambos, sus caras estaban pegadas y los dos veían a los labios del otro con un ansia inexplicable.
... Yo solo te bailo a ti
El sevillano agarró de la nuca al otro chico y unió sus labios en un beso. Era un beso sucio, necesitado y casto, pero a la vez tenía algo especial.
Paul, ya con más confianza, comenzó a depositar algún que otro beso en el cuello del contrario, sin preocuparse de si podía dejar marca de la que se podía arrepentir al día siguiente.
Seguian bailando, rozandose, besandose, necesitandose, era una atmosfera extraña que ambos exprimentaban por primera vez, pero de alguna forma se sentía familiar. La canción estaba acabando y se separaron un momento, uniendo sus frentes.
- Yo solo te bailo a ti- susurró Paul para despues volver a atacar los labios del contrario.
Álvaro se separó un poco brusco del beso, cosa que dejó confuso a Paul, pero no tardó en explicarse,
- Vamos a mi casa Polito- dijo dandole un beso rapido.
- Contigo al fin del mundo Alvarito- contestó Paul, sonriendo embobado.
Álvaro tomó la mano del rubio y salieron de la discoteca en dirección a su casa
Se podían notar las chispas que salian con cada roce, era como una burbuja donde solo estaban ellos. Paul y Álvaro. Álvaro y Paul. Y se sentian comodos, como si hubiesen compartido toda una vida, era inexplicable, como si sus almas ya se conociesen.
Podía decirse que estaban destinados.
Pero el destino es caprichoso, y aunque dos almas esten destinadas a estar juntas, no siempre pueden estarlo la primera vez que se encuentran.
***
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The singer II AU polvoron
FanfictionDonde paul acompaña a su mejor amigo a un concierto o Donde alvaro es el vocalista de una banda famosa