Sentir

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ÁLEX
Denna inició un llanto que en su momento pareció interminable, fueron varias veces las que intenté que se desahogase, que me explicase a que se debían esas lágrimas pero cada vez que intentaba hablar explotaba aún más. Yo tendí a abrazarla, a intentar mostrarle un mínimo apoyo, porque aunque no tuviéramos ninguna confianza éramos humanos y si de algo yo no carecía era de empatía. A parte de que llevábamos días hablando aunque fuese lo más mínimo y tenía muy claro que estableceríamos una amistad muy bonita.
Miré la hora, las 2 de la madrugada. En ese momento pude haberme levantado y regresar a la fiesta, porque los demás seguramente volverían tarde al hotel. Pero la veía ahí, aferrada a mi pecho, llorando desconsolada, tan frágil, que aunque no tuviese ningún tipo de obligación no quería dejarla sola.
Pese a ello la chica si se percató de mi gesto y cortó el abrazo.
- Puedes irte si quieres, todavía queda mucha noche por delante, ve y disfruta Álex, gracias por el abrazo, lo necesitaba.
- Tranquila, no quiero irme, esperaré a que vuelva Alejandro y me iré.
- Puedes dormir tu con Alejandro en mi habitación? Me gustaría sentir a Violeta cuando venga. Si no quieres no pasa nada, cuando llegue me despiertas y... -la corté-
- Hecho, cuando Violeta llegue le digo que se quede aquí contigo. Ahora metete en la ducha, ponte cómoda y descansa, disfruta de esta etapa Denna.
Ella me miró y forzó una sonrisita.
- Perdón por esto, nos conocemos de hace días y de repente estoy metida en tu cama, llorando y arruinándote una fiesta -se echó las manos a la cabeza y a su vez se limpió las lágrimas que aún empapaban su rostro, después echó a reír- madré mia y no me da ninguna vergüenza -añadió entre risas-
Yo me reí con ella.
- Esto está olvidado, de hecho, en que momento has llorado? -hice una mueca de sorpresa-
Ella siguió riendo, esa era la chica que yo quería ver. Pero no solo a ella, si no a todos mis compañeros, que todos riésemos y disfrutásemos, nos lo merecíamos.
- Sabes? Aunque nuestra amistad haya empezado así, aunque una de las primeras impresiones que he tenido de tu personalidad sea de una chica frágil, no aparentas eso. De hecho, desde fuera tienes cara de ir metiéndole un puñetazo a cualquiera que se te cruza, pero es bonito haber visto esta faceta de ti tan pronto.
- Yo lloro por todo siempre y odio eso -me contestó-
- No debes odiar tener sentimientos, no eres frágil, todos somos más fuertes de lo que creemos. Buenas noches -alcé la mano para que ella me chocase, entendió el gesto y lo hizo. Sin añadir nada más salí de la habitación-
Una vez fuera me cuestioné si volver a la fiesta, pero la realidad era que yo también estaba bastante cansado, así que fui a la discoteca simplemente para avisar a Violeta de este cambio de habitación repentino. Saliendo del hotel me crucé con Alejandro que justo volvía, le dije que me acompañase y cedió.
Una vez allí el chico me esperó fuera, yo finalmente encontré a Violeta, Salma, Martin y Chiara entre la masa de gente.
- Hola! Aquí estoy de nuevo.
- Como está Denna? Sigue enfadada? -preguntó Violeta llevándose el vaso a la boca para darle un sorbo, ya no estaban bebiendo alcohol, ahora tenían cada uno una cocacola-
- Se puso a llorar.
Violeta se apartó el vaso de la boca enseguida, dejando ver un gesto preocupado.
- Tranquila, nada grave, simple frustración supongo. No me ha contado nada. El caso es que la tarjeta de la habitación la tienes tú, entonces yo la he dejado en la mía. Si me puedes dar la de la vuestra solo para esta noche... Ella se iba a dormir ya y quería sentirte cerca me ha dicho.
- Por supuesto -se llevó la mano al bolsillo y me tendió la tarjeta, yo la acepté- Bueno espera, me voy contigo.
La pelirroja vertió su bebida restante en el vaso de Salma y mientras salíamos, el suyo vacío lo dejó en la barra. Fuera nos volvimos a juntar con Alejandro y mientras volvíamos al hotel notaba a Violeta con los pasos acelerados.
- Violeta, Denna está bien de verdad. Debe estar durmiendo ya -dije para tratar de tranquilizarla-
- Creo que es mi culpa Álex, la mía y la de Salma. Yo solo quiero hacerla feliz, no hacerla sufrir, necesito llegar, abrazarla y disculparme.
Llegamos y subimos directamente a nuestra planta, Alejandro y yo le dimos las buenas noches y abrimos la habitación.
- Ya me contarás mañana -casi le pedí-
- Gracias por haber estado con ella -me dedicó una sonrisa dulce-

DENNA
Escuché que la puerta se abría y noté como la habitación se inundaba de la luz que entraba del pasillo. Abrí los ojos y vi a Violeta. Le di al interruptor que se encontraba al lado de la cama y me incorporé para mirarla, ella me miró con lástima. Al final no me había duchado, tenía toda la máscara de pestañas corrida y los pelos alborotados.
- Perdón Denna, de verdad lo siento. No debería haberte atacado con eso, tú confiaste en mí para contármelo aún sin a penas conocernos y...
- Violeta claro que me gusta Álex -no la dejé hablar más-
En cierto modo agradecía que se arrepintiese, ella sabía lo mal que lo estaba pasando por mucho que le dijera que no tenía ni idea. Se lo conté un día que me pilló llorando a media noche viendo fotos mías y de mi ex, en ese momento sentí una seguridad con ella que sabía que si merecía la pena que lo supiese. Pero lo que me dolió fue que en aquella discoteca, en aquel baño, sacase el tema como si para mi no fuera nada, como si para mi significase una tontería más.
Después de aquellas palabras, después de aquel "Violeta claro que me gusta Álex" ella puso cara de sorpresa. Yo era consciente de que se lo imaginaba, pero ella no era consciente de que podía soltarlo así de rápido. Me eché a reír al ver su expresión y del impulso volví a tumbarme en la cama aún riendo. Ella, sin hablar, se quitó la ropa arreglada y le cogió a Alejandro, o a Álex, no sabemos a quien, un chándal del armario. Se tumbó en la cama a mi lado.
- Eres una sin vergüenza Almudena -me dijo mirando al techo-
Yo seguí riendo.
- PERO QUE NO HE HECHO NADA! -exclamé-
- Hombre, nada más faltaría -seguía sin mirarme, pero sus palabras mostraban una manera divertida-
- No creo en el amor a primera vista Violeta -se formó un silencio- Y menos aún quiero que esa chica sufra lo mismo que estoy sufriendo yo, no quiero que se llene de inseguridades, no quiero que se pase las noches pensando porque otra era mejor, no quiero que en su cabeza siempre se pregunte que hizo mal, no quiero gustarle, Violeta. Él solo me atrae para algo de una noche y puede atraerle a mil chicas más, en cambio ella le quiere, supongo vaya, no la conozco, pero lo supongo -la pelirroja cambió su rostro divertido a uno de lástima-
- Acuérdate siempre de lo mucho que te quiero y lo que significas para mi en tan poco Almudena -ahí si me miró, a los ojos, una mirada firme-
Ella me abrazó y ambas cerramos los ojos sin mencionar una sola palabra más en toda la noche. Eso era lo que necesitaba, sentirla a mi lado esa noche porque era lo único que tenía allí, era la única persona que estaba conmigo en esa experiencia y tenía claro que fuera de todo lo relacionado con Operación Triunfo también la tendría.

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Os ha sorprendido este capítulo? Yo he disfrutado mucho escribiéndolo y mostrándoos una de las partes más frágiles de la protagonista❤️‍🩹

Me podéis decir que os va pareciendo si queréis ;)
Obviamente no olvidéis darle a la estrellita 🌸⭐️

Entre todo y nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora