-Caballeros espero que tengan una exquisita velada esta noche-decia una señorita con poca ropa y grandes ojeras cubiertas de maquillaje para ocultar la noche anterior
-No pueden ser más hermosas las mujeres de este lugar-dijo un señor de unos cuarenta años al cual la esposa lo esperaba en casa
-No puedo esperar a que comience el show-dijo otro hombre, uno que tiene dos pequeñas hijas que en este momento duermen tranquilas acurrucadas a su madre pensando que su papá esta trabajando
Eloise detrás del escenario miraba el mismo punto fijo desde que tiene dieciocho, una mancha roja, la ayuda a olvidar, solo se concentra en aquella mancha, mientras todo a su alrededor va tomando forma por sí sólo.
-Levanta la cabeza chica, que así no te puedo maquillar-dijo una de la tantas maquillados que contrataban al año
-Tendrás que hacerlo así-le dijo la jefa
Sabía perfectamente que Eloise no despegaria su vista de esa mancha hasta que empezará el show, era una especie de ritual para ella, mirar la mancha y fingir que esta en otro lugar.
-En cinco es tu turno-dijo la maquilladora soltando el rostro de Eloise
-uno-Susurraba la jefa mientras el presentador hablaba
-Caballeros, se estaran preguntando con que los vamos a deleitar hoy
-dos
-Como sabrán somos un lugar que nos gusta darles lo mejor a nuestros clientes
-tres
-Hoy tendran a la especialidad de la casa, y no estoy hablando de un trago
Los idiotas se reían ante el mal chiste
-cuatro
-Su cabello es como el fuego, en sus ojos pueden ver el cielo despejado y celeste, la diosa de la sensualidad, femenina y elegante, pasional, el mismisimo infierno, nuestra queridisima Eloise, fuerte ese aplauso
-y Cinco, sal, ahora-me grito la jefa ya que el ruido de los aplausos retumbaba en todo el lugar
Y caí en la realidad, mis piernas se empezaron a mover hacia el escenario como si al caminar me deslizará sobre el.
Sonaba dream a little dream of me en los altavoces.
Ellos estaban encantados con el show mientras yo rogaba por que terminará rápido, amo esta canción, la amo tanto que la odio, odio la situación en la que tengo que escucharla, me gustaría escucharla en un bar mientras tomo una copa de vino para luego ir a domir a mi hermoso hogar.
Pero no es mi caso.
Mis brazos siguen la melodía junto con mis piernas y caderas, ya saben lo que tienen que hacer a la perfección.
La música ya había terminado.
-Uf pero que calor que hace ¿Están de acuerdo?-dijo el presentador y los hombres silbaban y aplaudían
Me pare al lado del presentador con una gran sonrisa.
-Pero que bien que te queda ese labial Leonor
-Gracias, es rojo pasión-dije diciendo las mismas estúpidas palabras de siempre.
-Se nota que el rojo es tu color dulzura, ahora Caballeros ¿Quién será el afortunado de invitar a Leonor a tomar una copa?
Y los números subían de manera inexplicable.
-Wow, sabía que les gustaría la especialidad de la casa pero nunca imagine que tanto ¿Que opinas Leonor?
-Que la vamos a pasar muy bien-dije y me irritaba mi propio tono de voz