Narra Rose
-¿Qué escribes?-me preguntó Rose
Como me gustaría decirle que lo que escribo aquí haría que todo cambie, ella reconocería las palabras, entendería a que me refiero, después de todo, estos cuentos somos nosotras.
-Rose, te dije mil veces que solo leerás este libro cuando este diez metros bajo tierra
-No es justo, nos conocemos desde hace años Emma, no se que te da tanta vergüenza que no puedes mostrarme
-No me da vergüenza solo se que no corresponde
-Hay veces que no te entiendo
Yo tampoco, hay veces que no me entiendo.
-¿Me escribirías algo algún día?-me pregunto ella con ojos soñadores, como amaba sus ojos
Si supieras...
-No puedo
-¿Por qué? Mañana es mi cumpleaños, merezco un regalo bonito-dijo y agitó sus pestañas rápidamente
¿Como un tonto gesto puede hacerme sentir tanto?
-Bien, lo intentaré
-Gracias, estoy segura de que me va a encantar-dijo y me abrazo con fuerza
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Como puede ser que le haya escrito tantas veces y ahora no se me ocurra nada.
Estoy en blanco. Perdi la inspiración.
-Hija llevas enrollando hojas de papel hace cinco horas ¿Se puede saber porque estas tan frustrada?
-Es el regalo de Rose y no me sale, me pidió que le escriba algo, no puedo
Mi madre se sentó a mi lado y puso una de sus manos en mis piernas.
-Se que no quieres tocar el tema pero quiero que sepas que lo sé, y no tiene nada de malo cariño
-No creo que lo sepas
-Hace tiempo que lo sé, una madre puede reconocer los ojitos de su hija cuando está enamorada
-Esta mal
-¿Pero que dices? Estas loca-me reprocho
-Igual no importa, no se lo diré, como tampoco podré escribirle nada
-Yo creo saber cual es tu problema
-¿Cuál?
-Cuando tenía tu edad mi abuela me habló de algo llamado Metanoia
-¿Qué es eso?
-Es el cambio, el cambio de la mente dicen algunos otros creen que del corazón y incluso del cuerpo
-No entiendo a que va todo esto
-El día que aceptes, te aceptes, vas a entender lo que es la Metanoia, tu mente va a cambiar, tu corazón también e incluso tu cuerpo. Ya estás cambiando, solo hay que aceptarlo.
-Me gusta Rose
-Lo sé cariño
-Arruinaría todo
-No lo harás, simplemente te liberaras, si no puedes escribir es porque no estás sintiendo lo que estás pensando, estás escribiendo como si fueras otra persona, como si sintieras absolutamente todo, y lo que no es verdadero no sirve
-Entiendo, pero y si no me quiere ver más
-Si no te quiere más, estaré aquí, esperándote con una gran taza de café y un gran pote de helado-dijo y pellizco mi nariz haciéndome reír.