Estás causando caos otra vez

90: Anhelandote

Después de terminar de leer la carta, Shen Yanming miró hacia arriba. Vio a He Changkong y al entrenador regresar desde lejos, enfrascados en una conversación.

Sin embargo, a Shen Yanming eso no podría importarle menos en este momento. Se apresuró a correr, pareciendo un poco imprudente. Estuvo a punto de chocar con las mesas de otros invitados en el comedor, y al pasar, rápidamente se disculpó y siguió adelante, incluso creando una pequeña brisa a su paso.

Solo quería correr hacia He Changkong, como un pájaro que regresa al infinito cielo azul al que pertenecía.

Shen Yanming saltó sobre la espalda de He Changkong, y sucedió tan repentinamente que He Changkong se tambaleó ligeramente. Sin embargo, Shen Yanming rápidamente abrazó con fuerza a He Changkong por detrás. Todavía tenía la carta desdoblada en la mano y sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas por la prisa de su carrera.

La gente a su alrededor se volvió para mirarlo. Meng Yan, sorprendido, preguntó: "¿Qué estás haciendo?"

Pero Shen Yanming parecía no haberlo escuchado en absoluto. Continuó aferrándose a He Changkong sin decir una palabra.

He Changkong se dio vuelta y le preguntó suavemente: "¿Qué pasa?"

Shen Yanming todavía no respondió; simplemente acarició su rostro contra la espalda de He Changkong, la tela de la chaqueta del equipo de He Changkong rozó ligeramente su rostro.

No era como si tuviera la intención de permanecer en silencio o se hubiera quedado sin palabras.

Había once mil "me gustas" a punto de estallar en su corazón, pero su racionalidad los obligó a tragarse.

Me gustas, me gustas, me gustas, me gustas, te amo.

Shen Yanming respiró hondo y finalmente soltó a He Changkong. Se enfrentó a las miradas curiosas de sus otros compañeros de equipo. Aunque le faltaba confianza, puso una expresión muy segura de sí mismo y dijo: "El partido se acerca pronto, ¿no puedo estar nervioso?".

Meng Yan parecía haber visto un fantasma. "¿Te pones nervioso? ¿Escuché eso bien? ¡Si te pones nervioso, cuando salgamos más tarde, una anciana tendrá que venir a ayudarme a cruzar la calle!

Aunque el entrenador sabía que Shen Yanming normalmente hacía las cosas de una manera poco convencional, mencionó que estaba nervioso antes del partido. Entonces, el entrenador responsablemente comenzó a preparar una charla de ánimo. Sin embargo, antes de que pudiera comenzar, Pudding interrumpió.

"Si estás nervioso, simplemente ponte nervioso. ¿Por qué te abrazas y te aferras? No es apropiado", Pudding se había olvidado por completo de mantener la compostura. Todo su rostro se contrajo en una mueca de disgusto. "¿Y qué es esa cosa que tienes en la mano?"

Sunday intervino: "Es una carta de amor".

Sólo entonces Shen Yanming se dio cuenta de que todavía tenía la carta en la mano. Justo antes de que los curiosos pudieran inclinarse para echar un vistazo, Shen Yanming dobló apresuradamente el papel y lo escondió en la parte posterior de la funda de su teléfono.

Shen Yanming: "¿Por qué preguntas tanto?"

Pudín: "...Es la letra de Kong Jiang la que está ahí arriba, ¿verdad?"

La expresión de Pudding se volvió cada vez más fea. Si no fuera por la presencia del entrenador y la posibilidad de que transeúntes no relacionados escucharan su conversación, sintió ganas de maldecir en voz alta y pensó: "Maldita sea, ¿por qué estos malditos gays tienen que armar tanto escándalo por todo?".

He Changkong acarició la cabeza de Shen Yanming y le explicó al entrenador Afeng, quien parecía desconcertado: "Está un poco nervioso, así que escribí algunas palabras de aliento".