Capítulo 5

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Tristán
Caminaba por los pasillos en busca de mamá, hasta que por fin la encontré, tal parece que iba de salida hacia el pueblo para checar algunos pendientes

–¡Hola mamita!– Expresé al verla en el pasillo principal

–Tristan ¿donde estuviste toda la mañana– Cuestionaba con esa sonrisa que me gustaba de ella

–Anduve cabalgando con el maestro Gowther, apenas acabé de llegar, espero no te enojes por no avisar

–Esta bien mi niño, por cierto, la señorita que trajiste ayer, despertó hace poco ¿Te puedo pedir un favor enorme?

–Claro mamá ¿que sucede?

–Estuve hace un momento con ella, su nombre es Kristen, sólo pude preguntarle eso, la verdad es que no quería hacerla sentir incomoda, no sabemos de dónde viene o qué situación tuvo que pasar como para quedar varada en ese lugar donde la encontraste ¿Crees que puedas averiguar eso por mi? Para saber como podemos ayudarla, la verdad es que siento que entre adolescentes se entienden, algo me dice que tiene mas o menos tu edad– Explicó mamá

–Cuenta conmigo mamá– Respondí por último dandole un abrazo

Después de esa breve charla con mi mamá, me dirigí hacia la cocina para probar algún bocado, esto de calbagar toda la mañana me abría un poco el apetito

–Sir Tristán ¿gusta almorzar algo en especial?– Preguntó la cocinera principal

–Si, ¿tendrán aun algún emparedado extra?

–Claro que si, habíamos hecho algunos para la señorita que trajo ayer

–Perfecto, quiero dos– Respondí mientras me sentaba en el comedor de la cocina –Por cierto, ¿se encargaron de llevarle el desayuno como lo pedí?

–Si, Clotilde fue quién se encargo de ello

–Oh, bueno muchas gracias por ese favor– Respondí mientras le daba unas mordidas a mi emparedado

Comí lo más rápido posible ya que quería ir a conocer a esa chica y en cuanto terminé, fui hacia la habitación que se le brindo ayer

Su puerta estaba entre abierta y al acercarme, vi que ella se encontraba distraída viendo hacia la ventana, tenía puesto las prendas que mi nana ordenó que se le colocaran ayer que la atendieron, su cabello era de un tono castaño y algo largo

–La vista desde aquí es genial ¿no es así?– Expresé

Al parecer ella no se había dado cuenta de mi presencia y terminé ocasionandole un susto, noté que voltio de pronto pero no dijo nada

Kristen

Esa voz tan peculiar era de Tristán, de eso no tenía duda, el único hijo que Meliodas y Elizabeth tuvieron con mucha alegría poco después de que ellos se convirtieran en los Reyes de Liones estaba a unos metros de mi

Por instinto di un salto tras el susto que me dió y mi cuerpo sintió un pequeño hormigueo al oírlo, estos nervios que sentia eran más que notables

–Oh discúlpame.... ¡no era mi intención asustarte!– Expresó nervioso

Al verlo pude confirmar que era demasiado lindo, una combinación perfecta de sus padres, había quedado sorprendida después de verlo por primera vez

–Sólo quería saber como te encontrabas, ayer me preocupé mucho por ti al ver en medio de la nada, no me mal entiendas por favor– Murmuró con nervios

Su inocencia era más que evidente al intentar hablarme

–Ya me encuentro un poco mejor aunque aún siento algo de mareos, estuve varios días ambulando en ese lugar sin comida, tus padres me comentaron que fuiste tu quién me salvo, siendo honesta no sé como pagarte por haberme salvado– Expliqué

–¡¿Qué dices?! No es necesario eso, cualquiera en mi lugar lo habría hecho– Respondió mientras sonreía

Me sentía nerviosa al ver que no se iba, tal parece que intentaría sacar información mía, después de todo era una desconocida aquí

–Por cierto, se me olvidaba presentarme formalmente... mi nombre es...

–Tristán ¿cierto?

–Siiiii así es, supongo que mis padres te hablaron de mi

–Si, tu padre fue quién me comentó sobre ti

–Ay pero que metiche...– Susurró –Bueno ahora podemos hablar de ti... ¿Cómo es que llegaste a ese lugar?

Oír esto me retorcío el estómago, sabía perfectamente que de alguna forma intentarían saber mi origen, si respondía algo sin sentido o cometía un mínimo error al hablar esto sería el fin, así que no me quedaba de otra más que inventar algo

–La verdad es que no tengo la menor idea de como llegué ahí, puedo recordar toda mi vida desde la infancia hasta la muerte de mis padres días antes de que yo apareciera en ese lugar– Respondí simulando estar devastada

–Disculpame! No era mi intención abrir una herida– Expresó con preocupación

–Noo, no digas eso, no es tu culpa, todo está bien

Y asi continuamos platicando sin darnos cuenta que el tiempo había pasado muy rápido, Tristan me brindaba palabras de aliento para poder continuar mi vida después de lo que mencioné y me explicaba todo acerca de su reino

Todo iba bien hasta que un pequeño mareo me hizo tambalear, algo que Tristán notó y me ayudó a sostenerme para llevarme hacia la cama

–Será mejor que sigas descansando un poco más, aun sigues estando un poco débil

–Muchas gracias Sir Tristán, aunque esto me avergüenza un poco, disculpa por tanta molestia– Expresé apenada

–No es nada, tomate todo el tiempo que quieras en descansar, en estos momentos eres como una invitada– Expresaba mientras se dirigía poco a poco hacia la puerta –Será mejor que te deje descansar, fue un gusto hablar contigo Kristen

–Nuevamente gracias Sir Tristán– Respondí

–Sólo dime Tristán– Contestó por último dándome una sonrisa muy tierna –Te estaré viniendo a ver y pediré que tengas todo tipo de atención, hasta luego señorita

Tristán habia ya abandonado la habitación y yo por fin pude calmarme, no me agrado para nada la idea de mentir acerca de la muerte de mis padres, pero siento que era necesario, aunque mi estancia era temporal, tenía que ingeniar un plan para sobrevivir aquí

Por lo que me contó, él apenas tiene 14 años, la misma edad que yo y que hace poco salvó a su mamá de una maldición, esto quiere decir que ya sucedió lo del rencor de Edimburgo pero aún faltaría dos años para aquella profecía de los jinetes de apocalipsis

[...]


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