Caí en tu mundo...

Capitulo 10

Tristan

Llevaba una semana sin verla después de lo sucedido esa noche, tal parece que ha estado evitandome por completo; esa noche estaba decidido a expresarle mis sentimientos confiando en lo que Tioret me habia aconsejado

Fui a buscarla en el cuartel de caballeros sacros pero me Jade me dijo que el maestro Howser le dió el día libre por su dedicación en el entrenamiento, también me enteré que últimamente ha estado muy metida en la taberna de mi padre ayudándolo con sus platillos y postres durante mi ausencia

Sólo quería entregarle su "telefono" que olvidó esa noche cuando salió corriendo y también deseaba hablar con ella sobre ese beso y esa confesión

—Tal vez no debí de besarla de esa manera— Me decía a mi mismo mientras camina hacia la salida del negocio de papá

—Fuiste un poco precipitado Tristán pero diste un buen paso—Expresó mi padre quien bajaba de las escaleras

—¡Papá! ¡¿Qué carajos acabas de decir?!— Cuestioné exaltado después de oír tal cosa

—¿Qué? Dije lo pienso después de verlos a los dos esa noche en el jardín— Respondió muy tranquilo

—¿Qué cosa de no espiar a los demás no entiendes papito?

—No te estaba espiendo, sólo pasaba por casualidad y me dió curiosidad el verlos, ella te miraba con unos lindos ojos—Expresó alegremente —Esa chica me agrada mucho para ti hijo, es digna de admirar por su valentía, además cocina delicioso— Agregó después

Siento que papá había dado cuenta de lo que sucedia, casi no suelo ser cercano a él cuando se trata de secretos pero esta vez hice una excepción

—Me enamoré de ella, papá... eso intente expresarle pero no salió como esperaba y no la he visto desde esa noche; he estado todo el día buscandola pero es inútil ¿Tu que me aconsejas hacer?— Murmuré agachando mi mirada hacia el suelo

—A ver, a ver,  a aver... así que de eso se trata, ya lo veía venir, ella me recuerda mucho a tu mamá—Expresó confiado — Búscala hacia allá —Dijo señalando al sur— Ella estuvo ayudándome en la mañana aquí y me preguntó por algún lugar donde nadar y le dije que al sur había un lugar donde nacía el agua entre cascadas y estanques, de seguro debe esta ahí—Explicó

—Muchas gracias papito, no le digas a mamá de esto— Respondí mientras le daba un abrazo para luego salir volando hacia allá

Mi búsqueda siguió en pie, revisé cada sección del sur donde podía haber ríos o cascadas pero no lograba encontrarla, hasta por fin pude sentir su escencia, así que me acerque cuidadosamente hacia ella y ahí estaba jugando entre un estanque

Traía puesto un vestido blanco  y su cabello alborotado la hacía lucir hermosa, más aún con el fondo de ese atardecer; como no estaría enamorado de esa chica si desde el momento en que la trate sentía que era demasiado perfecta

Ella no se daba cuenta de mi presencia y yo sólo estaba parado a unos cuantos metros viendo como jugaba entre el agua como una niña pequeña, cosa que me daba mucha ternura hasta que, de pronto se quedó paralizada al verme

Kristen

Había sido una semana difícil para mi, hasta hoy que tuve tiempo libre, por la mañana ayude al rey Meliodas a preparar unos postres en la taberna y al terminar temprano, quise perderme en un lugar distinto y el Rey me recomendó venir a este lugar

Había estado toda la tarde jugando entre el agua y nadando, sin darme cuenta del tiempo hasta que por alguna razón lo vi a él

"¿Qué haces tú aquí?", me preguntaba mentalmente

—Sir Tristán—Expresé nerviosa

—¿Ahora ya no soy sólo Tristán? Creí haberte dicho que no me agradaba tanta formalidad— Cuestionaba mientras se acercaba a mi

Quería simplemente huir de ahí, pero mis piernas no reaccionaban, era como estar congelada

—Disculpame, no sé como dirigirme a ti después de lo sucedido—Expliqué con mi mirada hacia abajo

—¿Podemos hablar sobre eso?—Cuestionaba mientras se sentaba en la orilla del agua y haciéndome una seña de que me sentará a su lado, yo sólo asentí

—Perdón por haberte besado esa noche y por cierto, olvistaste tu telefono en el pasto cuando te fuiste— Expresó mientras me entregaba mi teléfono—

—¡Muchas gracias! y...m ¡No! n-no-no... yo empecé todo, sólo que....—Respondí quedándome callada por un momento hasta que por fin mejor había decido a expresar mis sentimientos — Me da mucha pena decir esto, porque nunca no había sentido esta sensación pero a quien engaño, me enamoré de ti; y como ko estarlo si tu fuiste la persona en preocuparse por mi aun sin conocerme y no lo sé, lo que pasó esa noche se ha quedado aqui –Dije señalando mi cabeza— Me ha dado cierto miedo al pesar que tal vez algunas cosas cambien entre nosotros, y si te he estado evitando por verguenza, tal vez— Expresé por último

Mi pecho me había estado doliendo durante estos días a causa de este peso cargaba mi alma, pero en el momento que decidí soltar todo, sentí una total tranquilidad en mi ser, me sentía avergonzada aún pero al ver el rostro de Tristán, sólo veía una dulce mirada con esos ojos dorados

—Yo también me enamoré de ti, creo que desde que te conocí lo he estado, has sido la primera chica de la cual me he enamorado y habia estado tratando de decirte esto desde hace tiempo pero no sabía como decirlo— Expresó con tranquilidad

Yo sólo sonreí al oír esas palabras salir de su boca, me sentía igual que él; ambos nos habíamos quedado sin palabras, sentados sobre el suelo observando aquel atardecer

—Oye Tristán... —Murmuré

—¿Qué sucede?

—¿Qué seguiremos siendo después de esto?— Cuestioné

—Eso mismo me estoy preguntando— Pespondió para después de una pausa continuar —Al menos que gustes y aceptes ser mi novia— Expresó con una dulce sonrisa

—¡¿Qué dices?! ¡¿Yo?! ¡¿Ser tu novia?!— Expresé sorprendida

—Lo tomaré con un si, así que gane hoy— Expresó confiado

—¡Oye! Eso no se vale, eso se pide bien— Respondí con un puchero a que el respondió con una carcajada

—Bueno, si así lo quieres...—Murmuró mientras se levantaba para ayudarme a ponerme de pie y procedio a arridarse ante mi como si de una propuesta se tratara— Señorita Kristen, seria para mi un enorme placer el expresar mis sentimientos por ti y pedir que apartar de ahora seas mi enamorada— Expresó mientras sostenía mi mano derecha

Esta acción me causó mucha alegría y ternura, como decirle que no a alguien como él

—Acepto ser tu enamorada— Respondí mientras me acerca a él para darle un abrazo y un beso, el cual correspondió de inmediato sin dudarlo

Y ahí estábamos los dos, un par de dos enamorados introvertidos jugando entre el agua como niños pequeños sujetados de las manos, deseando que aquella felicidad perfurara por la eternidad...

.... lastima que esto no duraria para siempre.

___