Capítulo 4

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Kristen
Abrí mis ojos al sentir tanta comodidad pero no, no era mi cama ni mi habitación, ahora me encontraba en otro lugar; mi cabeza me dolía un poco y mi estomago pedía a gritos comida

Volviendo a lo que observaban mis ojos, comenzaba a tener una leve sospecha, esto me hizo levantarme de golpe sobre la cama

–Si esto no era mi habitación entonces ¿donde carajos estoy? ¿Esto si es real?– Me preguntaba a mi misma algo alterada

No había notado la presencia de alguien en este lugar hasta que oí una voz que me sonaba muy conocida

–Claro que esto es real señorita durmiente– Respondía Meliodas quien se dirigía hacia la puerta de esta habitación para después gritar– ¡Elizabeth! ¡La señorita ya despertó! ¡Ven por favor!

Esto era algo imposible de creer, era el mismísimo Meliodas, mi pecado capital favorito y su apariencia era más que real como si hubiese salido del anime

–¿Co-co-como llegué hasta aquí?– Pregunté aún más alterada

–Tranquila, no es necesario que te alarmes de esa manera, mi hijo Tristán fue quién te encontró y te ayudó trayendote aquí– Explicó amablemente

–¿Tristán?– Susurré confundida

Meliodas escuchó lo que dije y pude notar que iba a decir algo pero la presencia de alguien más en la habitación hizo que este hiciera a un lado lo que diría

–¿Sucede algo Meliodas?– Cuestionaba una bella mujer que había entrado a la habitación

No era necesario preguntar quien era puesto que era evidente que se trataba de la misma Elizabeth

–¡Ah Elizabeth! La señorita que trajo Tristán ya despertó, estaba por aquí porque me dirigía hacia mi oficina para checar unos asuntos ¿podrías encargarte de ella?

–Si no te preocupes Meliodas– Respondió Elizabeth

–Bueno, nos vemos después– Dijo por último Meliodas mientras me sonreía antes de abandonar la habitación

Fue aquí donde había entendido que esto sí era real, no lograba entender si se trataba de un multiverso o algún otro tipo de situación por la cual me hizo caer hasta aqui

Algo que tenia muy en claro era que debía crear una estrategia para poder sobrevivir en este lugar, si este era el mundo de Nanatsu No Taiza y yo había leído todo el manga hasta el cap número (x), que fue el último publicado, eso significaba que yo sabía perfectamente lo que sucedería aquí, al menos en las partes que se mostraron en la historia

Así que a partir de ahora tendría que improvisar mi vida cuidando cada detalle al hablar, mi cabeza sólo pensaba en eso hasta que Elizabeth me hizo regresar a la realidad

–¿Te encuentras mejor?– Cuestionó amablemente

–Un poco, muchas gracias, disculpe... ¿Puedo saber quienes son ustedes y en donde estoy– Pregunté algo nerviosa

–Oh cierto, te encuentras en el Reino de Leones, quien salió hace unos minutos es Meliodas, mi esposo y el Rey de esté reino, yo me llamo Elizabeth y soy la reina de este lugar– Explicó

"Claro que sabía quienes eran" pensé

–Él me comentó que su hijo me ayudó

–Si, mi hijo Tristan fue quién te trajo hasta aquí, afortunadamente te encuentras a salvo, pero dime, ¿como te llamas?

–Mi nombre es Kristen...– Respondí

–Lindo nombre, supongo tendrás un poco de hambre ¿gustas almorzar algo?

–¡Siii! Se lo agradecería mucho, no he comido nada desde hace días

–Pediré que te traigan algo de comer para que no te levantes de la cama, quisiera saber más sobre ti pero por falta de tiempo creo que vendré después, por lo mientras siéntete como en tu casa– Expresó en un tono realmente lindo

En el manga y la serie, ella era muy linda pero interactuar con ella era otro nivel, era demasiado hermosa y con una actitud bondadosa, digna de ser una reina y esposa de Meliodas

–Muchas gracias reina Elizabeth– Respondí al ver que se retiraba de la habitación

Esto me dejó pensando en que diría yo en el momento que iniciarán a cuestionarme sobre mi origen y del porque me encontraba en esa situación, claro que no diría que vengo de otro mundo porque me tomarían de loca

–Esto es complicado– Me susurraba a mi misma

Tras un par de minutos sola, volvieron a entrar a la habitación, esta vez era una servidumbre del castillo que traía una charola entre manos con mucha comida, el olor era exquisito y eso abrió más mi apetito

Aquella dama dejó la charola sobre la cama y únicamente me dió una leve sonrisa con una seña de que podía comer

–Muchas gracias por la comida– Respondí pero ella salió sin decir más

Y sin pensarlo dos veces, procedí a devorar todo lo que había en la charola como si no hubiera mañana, al finalizar me levante a dejar dicha charola sobre una mesa que se encontraba en esa habitación y me distraje observando mi alrededor

Acercándome hacia la ventana, observaba el hermoso paisaje del mismísimo Reino de Leones, era increíble y relajante la vista la cual robaba toda mi atención por completo hasta que oí la voz de alguien en especial

–La vista desde aquí es genial ¿no es así?

[...]

Caí en tu mundo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora