Capítulo 24

698 120 3
                                    

Kristen

Sin darnos cuenta, habíamos logrado llegar al tan esperado "Dedo de Dios", la montaña dónde ahí bajaría el cuarto caballero de la profecía, Percival

Esto era un gran avance, pero lo malo era que desconocía  el momento exacto en que eso sucedería

–Asi que aquí me encontraré con él ¿Cierto?– Preguntó Lancelot

–Si y no– Respondí

–¿A qué te refieres con eso? No entiendo

–Quiero decir que tú serás el encargado de guiarlo pero no cómo Lancelot

Él se quedó pensativo por un momento y luego volvió a hablar

–¿Te refieres a que usaré mi habilidad de hada para ocultar mi apariencia?

Yo asentí con cierta confianza, a decir verdad, este momento era algo sorprendente para mí por lo que había llegado a leer de la historia

–Bueno, supongo que ya no me dirás más pistas, así que pienso usar esta apariencia– Expresó para luego transformarse

Y si, era ese pequeño zorro que había visto en imágenes, aunque su tamaño era un poco más pequeño y tierno

No dudé en sostenerlo entre mis brazos porque sentía curiosidad de saber cómo se sentía cargarlo, era tan suave y pequeño

–Eres muy ligero y suave

–Que bueno que lo dices, cuando me canse tu me llevarás cargando– Expresó mientras se libraba de mi para luego saltar sobre mi cabeza y posteriormente al piso

Sabía que él tendría una gran responsabilidad, así que ayudarlo en lo que pudiera sería algo bueno

–!Si! No te preocupes por eso– Respondí

–Era sólo una broma, no quiero que hagas eso

–Como sea, estoy dispuesta a cuidarte, después de todo, tú serás quien diríja al grupo

–Oye, y a todo esto ¿Puedes decirme como es él?... La verdad es que no le preste mucha atención a mi tío

–Su nombre es Percival, y según la profecia es "un niño con cabellos verdes en forma de alas", lo conocerás de inmediato, sólo que no sé cuándo llegará ese momento– Expliqué

Ese era el único detalle que nos preocupaba, no sabíamos cuando bajaría de ahí, así que Lancelot me propuso un plan: quedarnos en aquella posada a dormir y por el día, él estaría cuidando el "Dedo de Dios" hasta verlo descender de ahí

No tuve opción más que darle cierta información de lo que sucedería cuando esto sucediera

Y así pasaron los días en este pequeño pueblo, por el día Lancelot se quedaba esperando a Percival y regresaba por la noche al lugar donde nos habíamos estado hospedando

Y yo, bueno permanecía cerca del lugar donde habíamos acordado, aquel donde se llevaría a cabo el enfrentamiento entre Percival y el caballero de Camelot

No todo era tan estresante, puesto que al final del día, solía ir a cenar con Lancelot a los distintos establecimientos que habían por aquí

–Lancelot, dejame invitar la cena por esta ocasión

–¿Y con que dinero? Si yo tengo lo que mi tío nos dió– Expresaba Lancelot confundido

–Digamos que he estado trabajando mientras tú estás

–¿Cómo?– Preguntó confundido

–Si, he ganado 20 monedas de oro con sólo cantar, mi amiga Thetis metió mi guitarra al morral sin darme cuenta– Presumí

–Entonces, quien llegue al último pagará el postre– Expresaba por último antes de salir corriendo hacia la fonda que habíamos elegido

–¡Espera! ¡Eso es trampa!– Grité mientras intentaba alcanzarlo

A quien engaño, me divertía estar en esta misión con Lancelot, y yo que creía que era un amargado...

[...]

Caí en tu mundo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora