III

544 76 8
                                    

Me muerdo las uñas mientras camino por mi casa de un lado a otro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me muerdo las uñas mientras camino por mi casa de un lado a otro. Aún no le he comentado a Alan la sorpresa que me llevé al volver a nuestras tierras. No quiero arruinar su diversión en Las Vegas, pero aún menos quiero exponerla cuando ni siquiera sé su nombre. No quiero escuchar su ego vomitando imprudencias cuando se trata de mi pareja.

Hace tres noches no he podido dormir completamente bien, dentro de mí permanece activo el instinto de protección. Parecía un maldito psicópata, permaneciendo trepado a un árbol fuera de su casa durante las noches. Mi intención no es acosarla, mucho menos asustarla, solo saber que se encuentra segura en su semi-destartalada cabaña, me tranquilizaba un poco.

Después de que se encontrara con mi oso los últimos días, había decidido que era hora de presentarme. Conocer finalmente su nombre y que ella me conociera a mí.

Así que tome la decisión de hacer algo, entre ambos, por ella. No sabía si le haría falta comida, había decidido no entrar a su cabaña mientras dormía, quería mantener ese espacio como suyo, hasta que me permitiera ingresar. El allanamiento de morada no es una forma efectiva de cortejo. No quería llegar con un supermercado a la puerta de la cabaña sin antes haberme presentado, sería demasiado extraño. Ella se encuentra sola en la cabaña abandonada que ha sido parcialmente recuperada. Todo lo hace por su cuenta. No me queda duda de que mi pareja cada vez es aún más perfecta.

Mi oso estuvo extremadamente feliz por proveerle a su compañera alimento. Así que abandonamos la casa antes de que el sol saliera, con ropa en un bolso resistente al agua, me adentré al río, llegue a la otra orilla, solté el bolso y regresé a cazar.

Tardé más de lo normal por el simple hecho de querer darle el mejor salmón que mi oso pudiera cazar. Finalmente, alegre de mi elección, salí del río. Atento a mi entorno me trasformé.

Volviendo a mi cuerpo humano y completamente vestido. Término de secar mi cabello con mis manos y movimientos de lado a lado. Cuando estoy listo y el sol ha terminado de salir por completo. Clavo los dos salmones que cacé para ella en una rama que afilé descuidamente.

Tomando respiraciones profundas, camino en dirección a su cabaña. « ¡Hola! Noté que eres nueva por acá » niego para mí mismo mientras camino « ¡Hola! No sabía que alguien vivía en esta cabaña. Mi nombre es Alexander, vivo del otro lado del río » refunfuño « Hola, mi nombre es Alexander. Me enteré de que alguien estaba viviendo en la cabaña abandonada. »

« Quise venir a ver si todo está bien. Traje algunos salmones que pesqué » Sigo caminando mientras modifico mi discurso una y otra vez, distraído en mi ensayo, no me doy cuenta de que ella está a medio kilómetro de mí, camina a mi dirección con sus dos baldes vacíos.

Me gustaría ayudarla con eso. Incluso lograr que tenga agua directamente en su cabaña. Camino tratando de parecer lo más tranquilo posible, aunque mi corazón esté a mil por hora, no permito que se note. Cuando veo que ella detiene su andar al darse cuenta de mi presencia. Sé que mi momento ha llegado.

Encontrada por ellosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora